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Ya puedes imprimir un peluquín en 3D

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Un equipo de investigación ha inventado una técnica para fabricar finas tiras de plástico para imitar la estructura del cabello o de elementos como pinceles y cepillos

  • por Caleb Garling | traducido por Teresa Woods
  • 03 Noviembre, 2015


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Con el uso de una técnica similar a la acción de alejar una pistola de pegamento caliente de un objeto, unos investigadores de la Universidad de Carnegie Mellon averiguaron cómo utilizar un substrato de plástico para imprimir pelo en 3D.

¿Estás en apuros y necesitas un pincel nuevo o quizás un pelo postizo? Unos investigadores de la Universidad de Carnegie Mellon (EEUU) han elaborado un método para emplear impresoras 3D para fabricar pelo de plástico – una técnica que han denominado como "pelofabricación" que se parece a lo que pasa cuando alejas una pistola caliente de un objeto con el que ha estado en contacto.

Típicamente, las impresoras 3D utilizan metal o plástico como sustrato y añaden una capa encima de otra, siguiendo las instrucciones de un modelo hecho con un software de modelaje, para fabricar un objeto como una pieza de ajedrez.

Para crear el pelo, los investigadores, liderados por el estudiante de postgrado Gierad Laput, instruyen al cabezal de la impresora – la parte de la impresora 3D que crea las capas del substrato – para que salpique la superficie de un modelo con una pequeña pelotita de plástico fundido. Entonces, en lugar de añadir otra capa como haría normalmente, el cabezal se aleja. Mientras lo hace, un fino hilo plástico suave se forma entre el cabezal de la impresora y la superficie del modelo.

Cuando se repite este proceso una y otra vez, como demuestra este vídeo hecho por los investigadores, se forma una mata de pelo o unas cerdas de cepillo; la longitud y el espesor son determinados por la distancia y la velocidad que se aleja el cabezal de la superficie. Un trabajo sobre esta investigación se presentará en noviembre en una conferencia en Charlotte (EEUU).

Actualmente las impresoras 3D pueden costar menos de 200 euros. Esto ha ampliado el potencial del público de diseñar y fabricar objetos, desde enanos de jardín hasta joyas, desde su propio garaje. Pero en comparación con lo que los fabricantes esperan que sea la capacidad de la impresión 3D – imprimir placas de circuitos o huesos sustitutivos, por ejemplo – todavía queda mucho camino por recorrer.

Laput espera que esta técnica posibilite la impresión en 3D de cosas tan frívolas como troles con pelo de punta y tan útiles como cepillos y quizás un tipo de velcro.

Laput dice que la gente que ya dispone de una impresora 3D – incluso una barata – puede hacer esto en casa al emplear complementos para un software de modelaje que ha desarrollado el grupo, que permiten al usuario especificar el tipo de pelo.

El grupo empleó plástico PLA, uno de los sustratos aditivos de impresión más baratos y básicos. El objetivo es algún día poder emplear algo más complicado, como el metal, que Laput cree que daría paso a aún más aplicaciones. "Me imagino un pelo con imanes", dice.

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