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Tecnología y Sociedad

El salto de trampolín más difícil que se podría hacer sin romper las leyes de la física

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Diseñado a partir de un modelo matemático, sus creadores aseguran que un saltador profesional podría conseguirlo

  • por Emerging Technology From The Arxiv | traducido por Teresa Woods
  • 18 Enero, 2017

El deporte olímpico de saltos de trampolín combina la condición física y la agilidad con potencia, elegancia y precisión. Los saltos se puntúan a partir de la valoración de la ejecución del despegue, el vuelo, y la entrada en el agua. Pero la puntuación final se multiplica por el nivel de dificultad del salto. De este modo, un salto sencillo ejecutado a la perfección a menudo puntúa menos que otro más difícil, pero con errores.

Por este motivo, los saltos se han vuelto cada vez más complejos. En los Juegos Olímpicos de Pekín (China) en 2008, el salto más complejo tenía un grado de dificultad de 3,8: dos mortales y medio hacia atrás con dos tirabuzones y medio. Hoy el salto más difícil es de cuatro mortales y medio hacia atrás en posición carpada con un grado de dificultad de 4,8. La Federación Internacional de Natación (FINA, por sus siglas en francés), el órgano rector mundial de este deporte, anticipa saltos más difíciles.

Así que los saltadores siempre andan en busca de la forma de mejorar. Y eso suscita una pregunta interesante: ¿cuántos tirabuzones y mortales pueden combinarse en un salto de 10 metros?

Hoy recibimos una especie de respuesta gracias al trabajo de los investigadores de la Universidad de Sídney (Australia) William Tong y Holger Dullin, quienes han construido un modelo matemático de las formas en las que el cuerpo humano puede retorcerse y girar en el aire. Tong y Dullin lo han utilizado para proponer una secuencia totalmente nueva de posiciones del cuerpo que puede convertir un movimiento puro de salto mortal en un tirabuzón y de nuevo en un mortal.

Esta secuencia de movimientos permite al cuerpo retorcerse más rápido que nunca. Según Tong y Dullin, con esta nueva técnica será posible realizar saltos de una complejidad inaudita.

Para demostrar su enfoque, han diseñado un salto nunca antes intentado de un mortal y medio con cinco giros. Lo llaman el "salto 513XD" (siguiendo el código de clasificación de saltos de FINA) y afirman creer que se podrá lograr en un futuro próximo.

Primero, un poco de contexto. En última instancia, las leyes de la física siempre imponen límites a lo laberíntico que pueda llegar a ser un salto. El límite más importante es la gravedad, que determina cuánto tiempo puede permanecer el saltador en el aire antes de caer al agua. Desde una plataforma de 10 metros, se tarda aproximadamente 1,43 segundos en caer, un tiempo que puede aumentarse hasta alrededor de 1,6 segundos con un buen impulso inicial.

El número de mortales y giros que pueden completarse durante este tiempo también está limitado. Las reglas del salto impiden a los saltadores girar mientras se impulsan con el salto inicial. En su lugar, sólo se puede lograr el giro al convertir el movimiento de voltereta ya en el aire al cambiar la forma del cuerpo.

La cantidad de momento angular o momento cinético de la que dispone el saltador es constante durante el vuelo y no puede modificarse una vez en el aire. Así que la cantidad de momento cinético que genere el saltador durante el despegue es crucial, porque también determina cuántos giros y mortales serán posibles.

Los saltadores pueden convertir los mortales en giros al mover sus brazos mientras rotan. Al empezar con los dos brazos en alto, bajar un brazo provoca que el cuerpo se retuerza mientras que subirlo de nuevo detiene el movimiento de giro. La velocidad a la que se desplace el brazo determina la velocidad del giro. Los movimientos enérgicos generan un mayor impulso y por tanto dan paso a giros más rápidos, lo que permite al saltador girar más veces durante la caída.

El nuevo movimiento de Tong y Dullin utiliza una secuencia más larga de los movimientos del brazo para generar aún más movimiento de giro. El saltador empieza a hacer mortales con ambos brazos extendidos y deja caer el brazo izquierdo al costado, como antes.

Pero el próximo movimiento es totalmente nuevo. El saltador alza su brazo izquierdo mientras baja el brazo derecho. Esto aumenta el ritmo del giro. Después, el saltador levanta el brazo derecho al mismo tiempo que detiene el movimiento de giro y termina el salto. Por supuesto, todo esto tiene que suceder mientras el saltador completa un mortal y medio.

Dullin y Tong utilizan un modelo biomatemático del cuerpo para simular cómo puede ejecutarse. En particular, calculan cuánto tiempo lleva realizar un salto con cinco tirabuzones y un mortal y medio y demuestran que puede hacerse en 1,8 segundos, siempre que el saltador sólo genere niveles moderados de momento cinético durante el despegue.

Es más tiempo del que disponen los saltadores en el aire. Pero la pareja afirma que existen varias maneras de lograr incrementar ese tiempo. Una forma obvia es aumentar la cantidad de impulso angular durante el despegue. También, el saltador pasa un tiempo significativo -0,4 segundos- con los brazos y las piernas estiradas para completar el mortal y medio. Esto podría reducirse al adoptar una posición carpada o encogida (aunque su modelo aún es incapaz de incorporarlas).

Estos cambios deberían ser posibles de lograr para un saltador de primer categoría, según Dullin y Tong. "Atletas del mundo real podrán, en teoría, ejecutar el salto 513XD", explican. "Hacerlo revolucionaría el deporte de los saltos en caso de lograrse con éxito durante una competición", afirman. Un salto diseñado mediante la ingeniería teórica a partir de un modelo matemático abriría el camino para otros cambios a medida que el modelo incluya otros cambios en la posición del cuerpo como la posición carpada.

Por supuesto, ningún saltador ha intentado realizar aún el salto 513XD. "Al simular el salto 513XD, esperamos proporcionar las claves y la motivación necesarias para los entrenadores y deportistas de forma que el salto pueda realizarse algún día en una competición", escriben Dullin y Tong.

El trabajo también tiene aplicaciones en otros deportes, como el esquí aerial -una modalidad del esquí acrobático- y el snowboard. "También, la conversión de un mortal puro a un tirabuzón puro (y viceversa) tiene aplicaciones en la maniobrabilidad en el aire donde el tiempo de vuelo no es un factor", señala el equipo.

Es un trabajo interesante que utiliza el modelado matemático y principios de la ingeniería para cambiar la naturaleza del deporte. Y si existen saltadores convencidos de su capacidad para lograr el 513XD, avísennos. Nos encantaría ver un vídeo de sus intentos.

Ref: arxiv.org/abs/1612.06455 : A New Twisting Somersault—513XD

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