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Una red social que te paga

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Chime.in permite a sus usuarios crear páginas relacionadas con sus intereses y piensa darles un porcentaje de los ingresos por publicidad resultantes.

  • por David Talbot | traducido por Lía Moya (Opinno)
  • 10 Noviembre, 2011

A pesar de todas sus diferencias, los gigantes de los medios sociales dependen todos de un modelo de negocio común: crear servicios gratuitos y luego vender anuncios basándose en la información del usuario. Dando un giro radical, una nueva red social planea dar a sus usuarios una comisión del 50 por ciento, o incluso permitirles vender sus propios anuncios y quedarse con todos los ingresos.

Chime.in (que en inglés significa “meterse o participar en la conversación”, además de referirse al repicar de las campanas) está construido alrededor de los intereses de los usuarios, ya sea fotografía, política o viajar y no alrededor de sus amigos, contactos profesionales o noticias. Los fundadores del sitio esperan que, al crear páginas sobre esos intereses, los usuarios atraigan a gente afín a los mismos, una combinación muy atractiva para la publicidad dirigida.

“Como lo social va a tener tanto poder, creo que la gente que está creando el contenido social entretenido debería llevarse una pedazo de la tarta”, afirma Bill Gross, el emprendedor en serie que es director general tanto de  Idealab, una incubadora de start-ups como de  Ubermedia, una empresa desarrolladora de medios sociales que ha lanzado Chime.in. “Ahora mismo decir algo así es un poco herético, pero casi me gusta que la gente lo vea como una herejía, eso me da ventaja en la carrera”.

Gross no es ajeno a crear modelos de negocios rompedores. El concepto de pagar la publicidad por click en los listados derivados de búsquedas nació en 1998 en su start-up Goto.com un buscador que luego se rebautizó como Overture y se vendió a Yahoo en 2003 por 1.600 millones de dólares. “Pasaron cinco años desde [que llamaron a Overture] ‘herejía’ hasta el ‘queremos comprarlo’”, recuerda Gross. 

Chime.in se lanzó el mes pasado en beta y tendrá su lanzamiento oficial a finales de este año, con el modelo de publicidad entrando en acción en 2012.

En términos de tecnología, Chime.in es una plataforma muy poco original. Se parece principalmente a Facebook, con un hilo de posts y comentarios bajo ellos. Igual que Twitter, el contenido es público por defecto y los usuarios pueden seguir a cualquiera, no hace falta una solicitud de amistad, pero los posts pueden ser más largos: 2.000 caracteres. Los usuarios pueden votar sobre el contenido, igual que  hacen en Digg.

Pero el énfasis está puesto en los intereses del usuario. Después de unirse a grupos ya existentes o crear grupos propios, los usuarios pueden clasificar el contenido atendiendo a esos intereses. Chime.in afirma que ahora mismo el sitio es el hogar de 5.000 grupos basados en intereses que hasta el momento han compartido 25 millones de “chimes” (que podría traducirse como conversaciones o llamadas de atención).

En cierto sentido, Chime.in está ofreciendo una versión en forma de red social de las plataformas de edición Web como Wordpress, con características completamente sociales como replicar otros posts e hilos de comentarios. Y cada post o “chime”-a menudo acompañados de una foto o un vídeo- encaja muy bien en la pantalla de un teléfono inteligente. La idea en términos generales es que esta tecnología, aparte de la promesa del 50 por ciento de todos los ingresos por publicidad, animará a la gente a subir y desarrollar contenido a la última que otra a gente le parecerá de fiar. Mientras aumenta el tiempo que pasan en las redes sociales y disminuye el que pasan en los buscadores, más y más gente tomará decisiones basándose en pistas sociales de gente de la que se fían, más que algo que encontraron en un buscador”, afirma Gross.

Los anuncios aparecerían en la página que contiene el perfil personal de la persona o en una página comunitaria creada por un individuo, marca, o famoso. Quienquiera que haya creado la página recibirá el 50 por ciento de los ingresos de cualquier anuncio que Chime.in coloque en ella. Otros usuarios de Chime.in, lo más probablemente empresas, podrán colocar anuncios en sus propias páginas y recibir el 100 por cien de los ingresos. Gross calcula que algunas páginas de éxito podrían acabar atrayendo miles de dólares en ingresos por publicidad. El sitio ya ha conseguido que varias empresas de entretenimiento hayan abierto sus propias páginas en Chime.in, entre ellos E! Entertainment, Universal Pictures, Walt Disney Studios y Bravo.

El sitio no está libre de tropiezos. Yo cree dos cuentas; una a través de Facebook (que permitió a Chime.in buscar en la información de mi perfil de Facebook) y otra directamente a través de Chime.in. En ambas ocasiones me ofreció una extraña colección de 11 intereses bastante escogidos al azar entre los que podía elegir para empezar: Apple, coches, el mundo de los blogs, bloguear, restaurantes de cocineros famosos, cómics y superhéroes, Google, marketing y publicidad, fotografía macro y descubrimiento de música.

Escogí “descubrimiento de música” y “coches”, pero acabé en el grupo de “fotografía macro”. Aún así, conseguí conocer a mi primera seguidora, Kayla Connelly, de Moosic, Pennsylvania una prodigiosa propulsora de conversaciones y fotógrafa macro. Yo también me hice seguidor suyo y muy pronto pude disfrutar de sus retratos íntimos de etiquetas de vodka, sándwiches de queso fundido y estatuas de ángeles cubiertas por la nieve. También aprendí que le gusta Coldplay. Su post con una foto de una luz de árbol de Navidad tenía el siguiente pie de foto con esta frase hurtada: “Las luces te guiarán hasta casa y harán arder tus huesos, y yo intentaré arreglarte”.

Me preguntaba por qué Connelly había escogido Chime.in. Al no tener ninguna forma de mandarle un correo electrónico directamente desde Chime.in, hice un comentario debajo de una de sus fotos (de botes de pintura) y descubrí mis intenciones periodísticas. Le pregunté por qué se molestaba con Chime.in si ya tenemos Facebook, Twitter, Google+, Digg y muchos más. “¡Adicción instantánea!”, respondió. “Es mucho más fácil conectar con usuarios que saben cosas y que tienen intereses parecidos y conseguir feedback”.

Hurgando por el sitio, observé a grupos trabajando en esfuerzos colectivos. Uno de esos grupos está escribiendo una obra de ficción. Se titula “La gran historia”. Éste es un extracto: “Capítulo 32: De repente, siento un dolor agudo tanto en el lateral derecho de mi cabeza como en mi tríceps izquierdo. Todo da vueltas y tengo la visión borrosa. El dolor de mi cabeza se intensifica muchísimo antes de que...”.

A los pocos minutos de mi conversación con Connelly, supe de el equipo de relaciones públicas de Chime.in. Resulta que Chime.in tiene community managers que llevan a cabo una “edición humana” del contenido, para destacar el material de mayor calidad. Una de esas managers -luego supe que se trataba de Joy Hepp, “experta en viajes por México con cinco guías Frommer publicadas”-, había avisado a las autoridades sobre mi pregunta.

El contenido editado tiene una serie de ventajas, pero el éxito a largo plazo de Chime.in probablemente dependa de que los usuarios puedan crear y gestionar contenido de alta calidad y libre de spam sin dicha ayuda.

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