En cuatro años la empresa de coches eléctricos Better Place ha pasado de ser una start-up a ser una realidad consolidada. La semana pasada una flota de 100 Renault Fluence ZE eléctricos partió en una caravana por autovías de Israel, señalando el comienzo de los esfuerzos de esta empresa por llegar a una amplia variedad de consumidores.

Los coches se mueven gracias a baterías de ión-litio de 225 kilos y tienen una autonomía de 160 kilómetros. Las baterías se pueden recargar en casa, o se pueden cambiar por otras ya recargadas en una red de estaciones de cambio robotizadas que Better Place ha construido por todo Israel para que los propietarios de estos vehículos puedan ampliar la autonomía de sus coches.

Las estaciones de cambio de batería, en combinación con aplicaciones informáticas que dirigen a los conductores hasta ellas, son lo que hacen especial el modelo de negocio de Better Place. En Israel el combustible es caro y además hay impuestos muy elevados sobre los coches de gasolina, lo que aumenta el atractivo de los vehículos eléctricos.

Shai Agassi, fundador y director general de Better Place predice que, para el año que viene, los coches eléctricos serán los vehículos más vendidos tanto en Dinamarca como en Israel. Estos dos son los países, junto con Australia, donde se inaugurarán los servicios de la empresa este año.

Los 100 coches nuevos que salieron a la carretera hace un par de semanas son para empleados de Better Place,  aunque un portavoz de la empresa afirma que los empleados pagarán su cuota de alquiler “igual que todo el mundo”. Ya había unos 70 coches circulando.

Es un placer conducir el Fluence ZE (son las siglas de zero emissions, emisiones cero). Suave y silencioso, el coche sobrepasa fácilmente el límite de velocidad en las autovías más rápidas de Israel. Su sistema de navegación puede proporcionar indicaciones para llegar a la estación de cambio de baterías más cercana en cualquier momento.

Better Place ha logrado importantes apoyos para su modelo de negocio, que no ha cambiado básicamente desde que la empresa se fundara en 2008. En noviembre del año pasado recibió 200 millones de dólares (unos 155 millones de euros) de distintos inversores, elevando el total de lo que ha recibido en forma de inversiones a unos 750 millones de dólares (unos 580 millones de euros). En la actualidad la empresa está valorada en 2.250 millones de dólares (unos 1.750 millones de euros).

Si bien aún hay quien ve con escepticismo este modelo de negocio, ya hay dos empresas de alquiler con opción a compra de vehículos en Israel apuntadas al sistema. “Creemos que el sistema de cambio de baterías es más atractivo para el consumidor porque resuelve el tema de la autonomía y hace que los coches sean mucho más económicos”, afirma Anthony Bernbaum, director general de inversiones directas en HSBC, que hasta la fecha ha invertido 150 millones de dólares en la empresa (unos 116 millones de euros). “Creemos que el sistema de cambio de batería será el modelo de negocios que prevalezca”.

La mayoría de los fabricantes de coches están trabajando en vehículos híbridos o vehículos eléctricos que usan paquetes de baterías propios de la marca que no se pueden extraer del coche. Eso deja a Better Place como la única gran empresa comercial que apuesta por el sistema de cambio de baterías. “La mayor sorpresa que me he llevado en los últimos cuatro años es que nos han dejado solos para conseguir una ventaja de cuatro años”, afirma Agassi. 

Pero podrían aparecer competidores si Better Place encuentra el éxito comercial. Agassi explica que la empresa pretende usar el dinero de las inversiones para establecer redes en más países europeos, posiblemente Francia y Alemania. Eso significa que probablemente los planes para lanzar el servicio en Hawai, China y California  pasen a un segundo plano por el momento.

Según Sam Jaffe, analista de estrategias de energías renovables y distribuidas en IDC Energy Strategies, “Todo el mundo está esperando que demuestren que el modelo funciona. Hay mucha gente muy pendiente de lo que están haciendo”.