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Una revista científica produce otro tipo de vídeo viral

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La primera vídeo-revista académica del mundo permite que los científicos enseñen mejor cómo replicar experimentos.

  • por Conor Myhrvold | traducido por Lía Moya (Opinno)
  • 28 Mayo, 2012

Si una foto vale mil palabras, imagina todo lo que se puede comprender viendo 10 minutos de metraje a 30 fotogramas por segundo. Una revista científica dedicada al vídeo –un medio que rara vez aparece en publicaciones especializadas- ya no tiene que imaginarlo.

Cada vez es más frecuente que los científicos incluyan vídeos cortos al enviar sus artículos a una revista. Pero la revista Journal of Visualized Experiments (Revista de Experimentos Visualizados, JoVE en su abreviatura en inglés ) es una revista digital en la que el vídeo es el medio principal y no un complemento.

Cada artículo de JoVE consiste en un segmento corto de vídeo que documenta visualmente los pasos necesarios para llevar a cabo un experimento. Varios párrafos de texto revisado por académicos acompañan al vídeo. JoVE ha conseguido numerosos seguidores en el campo de las ciencias naturales, donde ser capaz de reproducir los resultados de un experimento de forma adecuada es un factor clave para poder convertirse en un investigador con éxito.

Este proceso puede durar meses y costar miles de euros. Los experimentos son muy rigurosos y deben hacerse siguiendo una secuencia exacta. El investigador que se equivoque en uno de los pasos tiene que empezar de cero. En consecuencia, a los investigadores les resulta de gran ayuda poder ver los detalles de un experimento en un vídeo en vez de leerlos en un texto.

Las partes escritas que acompañan a los vídeos pasan por las cribas convencionales de revisión académica y editorial. Una vez pasadas, un equipo de producción de vídeo de JoVE colabora con el científico para crear un guión en el que se detallen los pasos necesarios para recrear las técnicas de laboratorio del investigador. Después, una red global de realizadores de vídeo freelance graba a los investigadores en sus laboratorios. 

Las imágenes resultantes combinan una demostración física con un comentario guionizado sobre los errores a evitar y las aplicaciones potenciales del experimento. El metraje se recorta a unos 10 minutos de duración. A veces incluye animación y gráficos que muestran el ángulo al que hay que sujetar determinada herramienta, por ejemplo. A pesar de la complejidad añadida que supone trabajar con vídeos y las complicaciones logísticas, el proceso de publicación solo dura unos meses, algo relativamente corto para las publicaciones académicas.

Algunos vídeos son gratuitos y no requieren una suscripción, pero dados los elevados costes de producción de los vídeos, JoVE depende del modelo de negocio tradicional de las revistas especializadas –suscripciones de instituciones y tarifas de publicación para los autores- para generar ingresos. Moshe Pritsker, cofundador y director general de JoVE señala que al contrario que muchos otros canales de vídeo, entre ellos YouTube, JoVE es rentable.

Entre la comunidad científica JoVE probablemente sea tan popular como lo es YouTube para el usuario medio de Internet. En la actualidad tiene suscripciones de más de trescientas instituciones académicas. El vídeo más visto: "Generating iPS Cells from MEFS through Forced Expression of Sox-2, Oct-4, c-Myc, and Klf4", tiene más de 100.000 visitas. JoVE ha publicado más de 1.700 artículos con vídeos y, según Pritsker, recibe más de 10.000 visitantes únicos al mes. 

La idea para la creación de JoVE le surgió a Pritsker siendo estudiante de biología molecular en la Universidad de Princeton (EE.UU.). Necesitaba replicar el procedimiento para cultivar células madre embrionarias e intentó seguir la descripción en forma de texto que encontró en un artículo científico, pero no tuvo éxito a pesar de intentarlo varias ocasiones. “Es una frustración enorme y una forma de malgastar tiempo y dinero, porque en vez de estar llevando a cabo tu investigación, te pasas el tiempo intentando reproducir algo que ya se ha hecho”.

Las alternativas en ese momento eran escasas: conseguir que alguien le enseñara, o seguir intentándolo por su cuenta y esperar que las cosas salieran. En el caso de Pritsker, su laboratorio en Princeton le pagó para que pasara dos semanas en el laboratorio donde se llevó a cabo la técnica originalmente, que estaba en Edimburgo (Escocia), pero ésta no es una opción para muchos laboratorios. “¿Cuántos investigadores de distintos laboratorios del mundo han tenido el mismo problema pero no podían viajar, no tenía la oportunidad de ir allí?”, se pregunta. 

La razón de publicar un procedimiento experimental en una revista académica, según Pritsker, es que otros científicos puedan recrear el experimento para usarlo en sus propias investigaciones. Pero la forma convencional de transferir lo que Pritsker denomina el “cómo” de los experimentos es tan ineficaz que en muscas ocasiones los experimentos no se pueden reproducir.

JoVE, que se autodenomina “la primera vídeo-revista científica”, fue su solución. En cinco años y medio JoVE ha crecido de 3 a más de 40 empleados en su sede de Cambridge, Massachusetts (EE.UU.). Sus ingresos han aumentado de 3 millones de dólares (unos 2,25 millones de euros) en 2010 a 5 millones de dólares (unos 3,75 millones de euros) en 2011. JoVE publica 50 vídeos al mes y va camino de llegar a los 60 mensuales para finales de 2012. El sitio ahora contiene seis categorías; la última de las cuales, física aplicada, marca la entrada de JoVE en la ingeniería.

En una era en la que cada vez es más difícil ganar dinero a través de los medios, la rentabilidad de JoVE es algo a destacar. Después de recibir 1,7 millones de dólares (unos 1,28 millones de euros) en capital angelical, JoVE no ha tenido que recaudar dinero de inversores externos. La empresa empezó a cubrir gastos en 2009.

A pesar de la amenaza de la competencia –los vídeos médicos de New England Journal of Medicine son un ejemplo de ella- Pritsker afirma que espera que el movimiento del vídeo científico siga creciendo. Sugiere que, con el tiempo, el vídeo podrá desplazar al texto para artículos de metodología en revistas como Nature Protocols, Current Protocols, o Biotechnique, que están especializadas en técnicas experimentales.

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