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Computación

La próxima innovación de Apple: la televisión

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Los espectadores de televisión se pelean con aparatosos mandos a distancia y quieren un abanico más surtido de programación a demanda. Ha llegado el momento de que Apple entre en juego y cambie el negocio de la televisión.

  • por Robert D. Hof | traducido por Lía Moya (Opinno)
  • 18 Febrero, 2013

Steve Jobs no podía ocultar su frustración. Cuando le preguntaron en una conferencia de tecnología en 2010 si Apple iba a centrarse en la televisión por fin, se lanzó a una crítica exasperada de la tele. Las empresas de televisión por cable y por satélite fabrican primitivos aparatos baratos para colocar junto al televisor que "aplastan cualquier oportunidad de innovar", trinó. Los telespectadores están condenados a "una mesa llena de mandos a distancia, un mueble lleno de cajas, un montón de interfaces distintos". Era la clase de embrollo tecnológico que pedía a gritos que Apple lo resolviera con un producto elegante. Pero Jobs admitía que no tenía ni idea de cómo su empresa podría transformar la televisión.

Sin embargo, apenas un año después, parecía mucho más confiado. Antes de morir el 5 de octubre de 2011, le comentó a su biógrafo, ­Walter Isaacson, que Apple quería crear un "aparato de televisión integrado que fuera muy fácil de usar". Se sincronizaría con otros aparatos y con iCloud, el servicio de almacenaje en nube de Apple, y tendría "la interfaz de usuario más sencilla que se pueda imaginar".  Y añadió, tentadoramente, "por fin lo he abierto".

Qué resolvió exactamente sigue oculto tras el velo de silencio de Apple. Apple solo ha tenido un producto relacionado con la televisión -Apple TV, un aparato negro del tamaño de un puck de hockey  que emite programas y películas en streaming a una televisión. Durante años, Jobs y Tom Cook, que le sucedió como director ejecutivo, llamaron ese aparato un "hobby". Pero bajo el disfraz de este hobby, Apple se ha dedicado incansablemente a construir hardware, software y servicios que hacen que a la gente le resulte más fácil ver programas y películas de la forma que quieran. La empresa ya cuenta más piezas para la próxima generación de experiencias televisivas resulten atractivas de las que la gente podría imaginar.

Y como ya demostró Apple con el iPad y el iPhone, no tienen que inventar todos los aspectos de un producto para que sea innovador. La empresa se ha convertido en un líder de la electrónica de consumo al combinar tecnologías existentes con algunas propias y empaquetarlas en forma de productos que son sencillos de usar. Y parece que la televisión está en ese punto. La gente tiene ganas de algo más que la experiencia rancia y rígidamente controlada de la televisión por cable, y existen las tecnologías para hacer algo mejor. Las conexiones de banda ancha más rápidas, las aplicaciones móviles de televisión y la disponibilidad de algunos programas y películas a demanda de Netflix y Hulu han hecho que sea más fácil ver la televisión donde sea y cuando sea. La cifra de abonados a servicios de cable y satélite en Estados Unidos no varía desde 2010.

Apple no ha querido hacer declaraciones. Pero queda claro en más de dos docenas de entrevistas a personas cercanas a los proveedores y socios de Apple, y de gente con la que Apple ha hablado en la industria de la televisión, que la televisión -el medio y el aparato- están en su punto de mira.

La gran pregunta no es si Apple se enfrentará al reto de la televisión, sino cuándo. La empresa tendrá que acabar por presentar otro producto rompedor; con los ingresos anuales llegando a los 156.000 millones de dólares (unos 116.000 euros), necesita algo muy grande para seguir creciendo el siguiente par de años después del boom del iPad. Walter Price, director gerente de Allianz Global Investors, que posee casi 1.000 millones en acciones de Apple, se reunió con ejecutivos de Apple en septiembre y salió convencido de que aún quedan años para que Apple se pueda hacer con una cuota importante del mercado mundial de las televisiones, que mueve 345.000 millones de dólares anuales (unos 258.000 millones de euros). Pero con un coste de mil dólares (unos 750 euros), que es el precio mínimo que los analistas esperan que cueste una televisión Apple, un producto de estas características sería un generador de ingresos importantes. "Si vendes 10 millones de unidades, se notaría", afirma.

A Cook, que sustituyó a Jobs como director ejecutivo de Apple en agosto de 2011, también le vendría bien un empujón. Ha presidido pasos en falso como la aplicación de mapas del iPhone con fallos que condujo a una extraña petición de perdón y a un importante movimiento en los puestos ejecutivos de la empresa. Aunque se le considera un genio sin igual de las operaciones, Cook sigue necesitando un producto revolucionario propio para consolidar su lugar junto a San Steve. Corey Ferengul,  uno de los directores de la empresa de inversiones en medios digitales Apace Equities y antiguo ejecutivo de Rovi, que proporcionó servicios de guía de programación de televisión a Apple y a otras empresas, afirma que una televisión Apple sería ese producto. "Será la primera innovación epatante de Tim Cook".

Lo que ya tiene Apple

Nos quedaríamos embelesados ante cualquier pieza de hardware de aluminio mate con bordes redondeados que creara Apple, pero probablemente el propio aparato de televisión sería la pieza menos importante de su estrategia televisiva. De hecho, mucha gente muy bien conectada en tecnología y televisión, desde el experto en televisión y el vídeo en línea Mark Cuban al capitalista de riesgo y antiguo ejecutivo de Apple Jean-Louis Gassée, no se explican por qué se molestaría si quiera Apple con los aparatos.

Para empezar, la venta de aparatos de televisión es un negocio con muy poco margen. Nadie subvenciona la adquisición de una televisión como hacen los operadores móviles con el iPhone (puede que un iPhone te cueste 200 euros, pero los ingresos de Apple por él son mucho mayores). Además las televisiones son inmensas y difíciles de almacenar en las tiendas y mucho más de enviar a los hogares. Sobre todo, el ciclo de reposición por un modelo mejorado, que es lo que mueve la máquina de beneficios de Apple con el iPhone y el iPad, no es aplicable a los aparatos de televisión, puesto que nadie los cambia ni cada año ni cada par de años.

Pero aunque las televisiones no encajen perfectamente con la forma en que Apple gana dinero con otro hardware, es muy probable que sigan siendo fundamentales para el consumo cada vez mayor de vídeo, juegos, y otras formas de medios. Al menos en un principio Apple podría vender los televisores como una especie de caballo de Troya, una forma de entrar o expandir su presencia en líneas de negocio que son más rentables, como vender películas, programas, juegos y otro hardware de Apple.

Esa es, básicamente, la justificación de la existencia del producto Apple TV, un puck de hockey que cuesta 99 dólares (unos 75 euros) y emite series de televisión y películas en streaming a demanda por 1,99 dólares (aproximadamente 1,5 euros). Durante la mayor parte de los seis años que lleva en el mercado, el aparato no ha sido un éxito de ventas. Como tampoco lo han sido ninguna de las empresas extra de televisión, como Google TV, o ni siquiera TiVo. Pero Cook ha mejorado su forma de referirse a Apple TV: en octubre lo denominó un hobby "muy querido", quizá porque las ventas se habían duplicado, a cinco millones de unidades, en el ejercicio fiscal anterior. Una razón por la que Apple TV es más atractivo que en julio, es que Apple añadió Hulu Plus a la pequeña lista de aplicaciones para Apple TV. Esto ha hecho posible que, por 8 dólares al mes (unos 6 euros), puedas ver las series actuales a demanda al día siguiente de su emisión.

Pero vender un aparato de televisión también puede dar a Apple una forma de potenciar el papel de los iPads y iPhones en los salones. Aplicaciones que van desde la propia Remote de Apple a guías de programación personalizadas como NextGuide están convirtiendo a estos aparatos en portales de acceso a la televisión mucho más capaces que los mandos a distancia de las empresas de televisión por cable. De hecho, Ben Reitzes, analista en el banco de inversión Barclays cree que la estrategia televisiva de Apple en realidad tiene menos que ver con el aparato de televisión y más con el iPad como mando a distancia universal. Cree que el atractivo de un mando a distancia en el iPad serviría para mantener la dominación en el mercado de las tabletas de Apple, sobre todo cuando la empresa amplíe las capacidades de los iPads de convertirse en un "mando centralizado" para la iluminación, la calefacción y otras características de los hogares digitales.

Una ventaja potencial mucho mayor para Apple es una característica llamada AirPlay que se encuentra en el último software iOS para Mac y móvil. Permite que cualquier cosa que se vea en Macs, iPhones y iPad pueda "reflejarse" en un aparato de televisión. Aunque aún no hay muchas aplicaciones iOS de televisión que apoyen AirPlay, los espectadores pueden usar los Macs vendidos a partir de mediados de 2011 para reflejar series de la web gratuita de Hulu, los sitios web de las cadenas de televisión e incluso -Dios no lo quiera- de sitios piratas de vídeo. De repente, los espectadores pueden ver muchas de las series actuales en sus televisiones de alta definición rápidamente, sin necesidad de cables y lo que es más importante, sin necesidad de abonarse.

Lo que aún le falta a Apple

Pero es poco probable que Apple cambie el negocio de la televisión solo consiguiendo que la gente evite a los proveedores tradicionales de televisión por cable o por satélite. Es probable en cambio que intente a trabajar con ellos y rente consiga evitar a los proveedores tradicionales de televisisiones de alta definicil mercado, el apat trabajar con ellos y darles un incentivo para unirse a ellos. Stewart Alsop, socio de la empresa de capital riesgo Alsop Louie Partners y antiguo miembro de la junta de TiVo, afirma que Apple podría usar un enfoque de lo tomas o lo dejas: "Apple es la única empresa del mundo con el poder suficiente como para enfrentarse a un monopolio y obligarlo a cambiar".

Por ahora el mayor reto de Apple ha sido precisamente hacerse amigo de ellos, y cuesta ver una posible solución. Algunos conglomerados de medios que tienen canales tanto de cable como de difusión general, como Walt Disney, Time Warner y Viacom, siguen siendo muy rentables. La publicidad en televisión genera 72.000 millones de dólares anuales (unos 54.000 millones de euros) solo en Estados Unidos. Además, los operadores de cable y satélite que distribuyen programación a los hogares tienen unos ingresos netos de 103.000 millones de dólares al año en suscripciones de pago a televisión (unos 77.000 millones de euros), de los cuales envían 28.000 millones (unos 21.000 millones de euros) de vuelta a las empresas de medios. Los operadores de televisión de pago como Comcast también son grandes proveedores de Internet, lo que les da mucha influencia sobre hasta dónde pueden llegar los servicios de televisión en línea.  

Así pues, al contrario que las discográficas que les precedieron y que debido a la piratería se encontraban debilitadas y dispuestas a conceder a Apple los derechos para vender canciones individuales por 99 centavos de dólar (unos 74 céntimos de euro), los canales no tienen ninguna necesidad de vender su contenido barato. En concreto, los productores no conceden a Apple acceso a sus programas en vivo sin una garantía de recibir las mismas grandes cifras que consiguen de los operadores de cable y satélite. Las empresas de televisión son reacias a dejar siquiera que Apple cree un nuevo interfaz de usuario de televisión para sus clientes, la clave para hacer que una televisión Apple sea algo especial.

El método clásico de Apple en una situación de este corte sería hacer un producto mejor o al menos más elegante y obligar a las empresas en los campos relacionados a que les siguieran el juego. Pero eso es algo que Apple solía conseguir haciendo que Steve Jobs encantara y engatusara a los socios recalcitrantes. Jobs también entendía el negocio del entretenimiento y conocía a los jugadores. Convirtió a Pixar en uno de los estudios cinematográficos de mayor éxito del mundo y después formó parte de la junta de Disney cuando esta compró Pixar en 2006. Incluso se esforzó por convencer a las empresas de televisión. Leslie Moonves, por ejemplo, director ejecutivo de CBS, afirma haber rechazado acercamientos en 2011 del propio Jobs para la creación de un servicio de suscripción Apple TV. Hoy, Eddy Cue, vicepresidente senior de software y servicios para Internet de Apple es el negociador más importante de la empresa en el campo de la televisión. 

¿Cómo puede Apple lograr tener una mayor influencia y obligar a la industria de la televisión de pago a negociar? Una posibilidad es que la troika del iPad, Apple TV y el aparato de televisión -sea fabricado por Apple o no- propongan cambios transformadores que hagan de la experiencia de ver televisión algo más interactivo. Google intentó hacer algo parecido hace dos años con su servicio Google TV, pero al menos de entrada los resultados eran demasiado "tecnológicos" pues hacía falta un teclado y la navegación era poco fluida. Su mando a distancia por voz recientemente presentado, usando teléfonos inteligentes y tabletas solo sirve para subrayar el hecho de que la gente quiere una experiencia menos complicada en el salón.

Pero una nueva generación de aplicaciones de "doble pantalla" podrían darnos lo mejor de la televisión tradicional y de Internet, según Jeremy Allaire, presidente de Brightcove, un proveedor de servicios de vídeo en línea. La aplicación para el iPad de la liga de Béisbol, por ejemplo, reproduce un partido en la televisión a través de Apple TV al mismo tiempo que compruebas las estadísticas relevantes y chateas con tus amigos  través de la tableta. Básicamente, explica Allaire, cuya empresa ayuda a los desarrolladores de software a crear estas aplicaciones, los iPads y iPhones sirven como el auténtico cerebro de la televisión.

Apple también podría permitir a la gente usar comandos de voz para encontrar programas y cambiar canales a través de Siri, su ayudante personal inteligente. Podrías deshacerte de ese molesto mando a distancia de la televisión por cable y simplemente decirle a tu tele lo que quieres ver, Es más, el servicio de almacenaje en nube de Apple, iCloud,  se podría usar como grabador de vídeo digital en el cielo, como insinuó Jobs a Isaacson. iCloud ya  puede almacenar programas de televisión comprados en iTunes y remitirlos a cualquier aparato de Apple.

Si este tipo de mejoras hacen que Apple TV sea cada vez más útil, entonces "en algún punto la base creciente de usuarios de Apple TV tendrá la masa crítica suficiente como para convertirse en un canal de distribución viable, una alternativa a la televisión por cable tradicional", sugiere el otrora ejecutivo de Macintosh Gassée, ahora socio general en la empresa de capital riesgo Allegis Capital.  "Cuando esto suceda, alguien cederá". Es decir, un canal por cable como ESPN ofrecerá su programación deportiva imprescindible en Apple TV y los demás se verán obligados a seguirles, abriendo el camino para una televisión Apple creíble.

Apple también ha explorado la posibilidad de crear un aparato para colocar junto a la tele, posiblemente un Apple TV optimizado usando una CableCard, una pequeña tarjeta que se enchufa a un grabador de vídeo digital (DVR en sus siglas en inglés) u otro aparato de televisión, y permite a los abonados ver los canales de cable sin la necesidad de otro aparato. Aunque sería funcionar dentro del modelo actual de la industria del cable, Apple crearía una interfaz más intuitiva, como la del iPad, y los usuarios podrían ver los programas en vivo y a demanda a través de un servicio de DVR basado en Internet.

Esto podría funcionar. Los ejecutivos de Comcast y de Time Warner Cable han dicho que están abiertos a nuevas interfaces de guía de programa de Apple y de otras empresas siempre que los abonados sigan pagando por ellas. Los abonados al cable se podrían "autenticar" a través del aparato de Apple, en su momento una televisión, para demostrar que son suscriptores, un sistema como el que usa HBO  por ejemplo con la aplicación HBO Go  que envía sus programas en streaming a los aparatos móviles.

Pero Apple quizá no tenga tiempo para esperar a las negociaciones. La competencia de Google (que está experimentando con un servicio de televisión de pago e Internet en Kansas City -EE.UU.-), Amazon (que tiene un servicio de streaming de vídeo y planea producir series originales), o Microsoft (cuya consola Xbox es tanto un aparato de streaming de vídeo como una máquina para jugar) pueden obligar a Apple a marcar su territorio en el salón con más contundencia y pronto. Quizás, solo quizás, una exquisita pantalla plana diseñada por Apple, combinada con una interfaz de usuario más elegante, el iPad como mando a distancia, la biblioteca iTunes ya existente de Apple y programas de servicios externos como Netflix y Hulu sean lo suficientemente atractivos para los consumidores mientras Eddy Cue sigue yendo a comidas de negocios en Hollywood. "La realidad desde el punto de vista del consumidor ", afirma Gene Munster, analista de Piper Jaffray, es que Apple "tiene que revolucionar la interfaz y el diseño" antes de reorganizar el contenido televisivo. Munster espera ver una televisión Apple en noviembre de este año, al menos dos años antes de lo que predijo en su momento. "No necesitamos un suceso revolucionario en torno al contenido para que una televisión de Apple tenga éxito", afirma.

Cabe señalar que con sus iPads y iPhones Apple ya está vendiendo la pantalla de televisión preferida por un número cada vez mayor de espectadores nómadas. No puedes usar estos aparatos para ver todo lo que se consigue en cable, pero las aplicaciones de televisión ofrecen series de CBS y HBO, algunas gratis, además de partidos de béisbol y más programación. Más de la mitad de los propietarios de tabletas menores de 35 años ven la televisión en ellas al menos una vez a la semana, según una encuesta llevada a cabo en agosto pasado por la empresa consultora Altman Vilandrie.

En otras palabras, no pensemos en Apple TV como una gran pantalla en el salón, o quizá nos perdamos dónde imagina la empresa que irá este medio que cuenta con 75 años: a todas partes. "Sea lo que sea, no será solo en esa gran caja", afirma Jeremy Toeman, director ejecutivo de Dijit, desarrolladores de la aplicación de guía de programación de televisión NextGuide. Dentro de poco, afirma, "todos los aparatos que tengas con una pantalla se van a convertir en un aparato de televisión". Es posible que Jobs haya "encontrado" el camino hacia la televisión, pero Apple podría explotarlo por completo.

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