.

Tecnología y Sociedad

En el mundo en desarrollo, los MOOCs entran en contacto con la realidad

1

Subir a Internet cursos gratuitos de universidades estadounidenses solo es el primer paso para cubrir las necesidades de educación superior en el mundo.

  • por Jessica Leber | traducido por Lía Moya (Opinno)
  • 26 Marzo, 2013

Para todas las plataformas de educación en línea que han ido surgiendo en el último año, como Coursera, edX y Udacity, sus defensores han destacado el potencial que tienen de democratizar la educación superior en los países con menor acceso a ella (ver "La tecnología de educación más importante en 200 años"). Estas ambiciones empiezan a acercarse más a la realidad ahora que un número cada vez mayor de personas empieza a experimentar con este método, aunque quedan retos importantes por delante.

Los estudiantes en países como India y Brasil se han estado apuntando en masa a estos cursos en línea masivos en abierto (MOOCs, por sus siglas en inglés), ofrecidos por universidades de primer nivel, como Stanford, el Instituto de Tecnológico de Massachusetts y Harvard (todas en EE.UU.).

Pero en las zonas más pobres del planeta, donde es difícil encontrar un acceso de alta velocidad a Internet fiable con el que poder seguir una lección grabada en vídeo, está claro que proporcionar una educación útil a las masas no es una operación sencilla y los experimentos por hacerlo de forma organizada solo acaban de empezar (ver "Los cursos en línea presionan a las universidades del tercer mundo").

Uno de los mayores retos para los MOOCs -que por ahora provienen sobre todo de universidades estadounidenses- es personalizar el contenido de los cursos para un público global diverso con combinaciones inagotables de herencias de idioma, educación, motivación y cultura. Quienes se muestran críticos con el sistema temen que una educación empaquetada proveniente de solo algunas instituciones de élite en países occidentales acabe por dominarlo todo y les preocupa que esto no encaje con las distintas formas de aprender en distintos países.

En lo que se refiere al número de cursos ofrecidos, esto empieza a cambiar, dado que las start-ups están ampliando su oferta asociándose con universidades internacionales. Por ejemplo, en febrero edX, la plataforma sin ánimo de lucro lanzada el año pasado por Harvard y MIT, añadió a la École Polytechnique Fédérale de Lausana (Suiza) como socio. Aunque sus primeros cursos serán en inglés, la escuela está pensando ofrecer un curso en ingeniería civil diseñado para regiones francófonas de África oriental y central, según un portavoz de edX.

Con la vista puesta en el mundo en desarrollo, para los MOOCs, los pequeños cambios importan mucho, como la posibilidad de permitir a los estudiantes que se descarguen los vídeos de las lecciones y no solo verlos en streaming. pero están llegando cambios aún más importantes, incluyendo los planes de edX de empezar a hacer que su plataforma sea de código abierto en los próximos meses, lo que permitiría que aún más universidades subieran cursos en línea y programadores de software de todo el mundo experimentaran con interfaces a medida.

"Lo que tenemos hoy es un buen primer paso", afirma Anoop Gupta, reconocido investigador de Microsoft. "Tenemos que asegurarnos de que estamos haciendo herramientas que facilitan la creación de nuevo contenido, para que no sean solo los miembros del MIT o de Stanford quienes lo crean". La relevancia, señala, es uno de los mayores motivadores para los estudiantes.

Muchos ya buscan las siguientes fases de estos cursos en línea en el mundo en desarrollo, un futuro que puede tener más el aspecto de una combinación de trabajo en línea y trabajo universitario tradicional, que el de uno que exista solamente en Internet.

En India, por ejemplo, Microsoft Research, que tiene oficinas en Bangalore, está trabajando con universidades en "aulas con medios masivos" que proporcionan clases en línea, foros y cuestionarios para estudiantes de ingeniería en muchas escuelas distintas que están haciendo el mismo curso de telecomunicaciones. Otra idea de interés en India es un proyecto de investigación de Microsoft que escanea el contenido de libros de texto electrónicos y extrae los conceptos más importantes que se podrían emparejar con vídeos educativos en línea. Así, un profesor indio, por ejemplo, podría hablar de campos electromagnéticos junto a un diagrama de un texto de física. Otro proyecto, denominado VidWiki, permite a cualquiera anotar comentarios en un vídeo en su propio idioma.

En cuanto a los propios MOOCs, hay consideraciones prácticas más inmediatas, tales como cómo proporcionar certificados reales independientemente de la localización. Para resolver esto, Coursera está experimentando  con formas de verificar la identidad de los estudiantes. Udacity por su parte está trabajando con centros de examen físicos en todo el mundo gestionados por la empresa Pearson.

Sin embargo, los mayores planes quizá ni siquiera provengan de los tecnólogos.

Ahora mismo, en Ruanda, una organización sin ánimo de lucro denominada Generation Rwanda está empezando un ambicioso experimento que probablemente sea de los primeros de esta clase: una universidad entera basada en MOOCs.

Aunque la fase piloto empezará más adelante este mismo año, su objetivo final es crear una universidad para 400 personas en Ruanda en la que los MOOCs proporcionen las lecciones y profesores que guíen a los estudiantes a través de los debates y las partes problemáticas. Para empezar, los primeros alumnos probarán un curso de la Universidad de Harvard sobre la Justicia, y un curso de la Universidad de Edinburgo (Reino Unido) sobre Pensamiento Crítico y Retos Globales, según explica el director ejecutivo Jamie Hodari. El programa ya ha conseguido asociarse con la Universidad de Southern New Hampshire (EE.UU.) para probar y certificar los grados de los asociados mientras la universidad despega, afirma.

Hodari cree que cuanto más mejoren los proveedores de MOOCs el análisis de los datos sobre sus estudiantes para poder entender por qué tiene dificultades un individuo, menos expertos tendrán que ser sus ayudantes de enseñanza en un tema concreto, lo que servirá para ahorrar dinero. La ambición de la organización sin ánimo de lucro es ofrecer la enseñanza del curso por unos 1.500 dólares anuales o menos (unos 1.150 euros).

Sin embargo, Hodari no quiere esperar a que la tecnología de los cursos en línea mejore, dado que solo un uno por ciento de los habitantes de Ruanda tienen un título universitario. Hablando de la cantidad de atención que han recibido los MOOCs en los medios a lo largo del último año, afirma "Nos cuesta leer todos estos editoriales sobre cómo un alumno en Sudán puede conseguir una educación universitaria gratuita de primer nivel. Está muy lejos de la realidad, excepto para unos pocos ahora mismo".

Tecnología y Sociedad

Los avances tecnológicos están cambiando la economía y proporcionando nuevas oportunidades en muchas industrias.

  1. ¿Está la robótica a punto de vivir su momento ChatGPT?

    Los investigadores están utilizando la IA generativa y otras técnicas para enseñar a los robots nuevas habilidades, incluidas tareas que podrían realizar en los hogares.

    Stretch Robot Presents a Rose in its gripper
  2. Cómo las baterías térmicas están caldeando el almacenamiento de energía

    Los sistemas, que pueden almacenar energía limpia en forma de calor, fueron elegidos por los lectores como la undécima tecnología emergente de 2024.

    Dos ingenieros con batas de laboratorio controlan la batería térmica que alimenta una cinta transportadora de botellas.
  3. Probar fármacos, crear bioordenadores y otros usos de los organoides

    Los científicos utilizan organoides para analizar candidatos a fármacos, cultivar virus, construir bioordenadores y mucho más

    Probar fármacos, crear bioordenadores y otros usos de los organoides