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Biotecnología

Un implante podría sustituír a los tratamientos hipertensivos

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El dispositivo estimula el nervio y logra reducir la presión arterial en tan sólo cinco segundos

  • por Susan Young Rojahn | traducido por Lía Moya
  • 16 Mayo, 2014

Un nuevo dispositivo implantable que reduce la tensión arterial al estimular un nervio del cuello puede llegar a convertirse en una alternativa a los medicamentos para controlar la hipertensión. El aparato es uno de los últimos proyectos aparecidos que usan un implante para estimular los nervios y tratar una enfermedad.

Estos implantes pueden dar nuevas esperanzas a quienes sufren de hipertensión grave. Hasta un 30% de quienes tienen la tensión alta no pueden recibir un tratamiento completo con fármacos, y algunos de los pacientes que toman medicamentos sufren efectos secundarios entre los que se incluyen fatiga y mareos.

"Un dispositivo implantable permitiría bajar la tensión en estos pacientes, bien por sí solo o en combinación con la medicación que ya se estuviera administrando", explica el ingeniero de microsistemas de la Universidad de Friburgo (Alemania), Dennis Plachta,. "Ofrece una segunda opción que no existe en estos momentos y puede funcionar en combinación con un tratamiento farmacológico".

Platcha y su equipo han desarrollado una micromáquina en forma de abrazadera que se envuelve alrededor del nervio vago, un nervio que pasa por el cuello y transmite información fisiológica clave entre el cerebro y otros órganos principales, entre ellos el corazón. El brazalete de 20 milímetros coloca una serie de electrodos en una región del nervio que el equipo decidió que estimularía cambios específicos en la tensión arterial. Los investigadores han probado su implante en cinco ratas adultas y hallaron que un determinado patrón de estimulación sirve para reducir la tensión arterial del roedor en hasta un 40% sin efectos secundarios importantes.

Platcha explica que el procedimiento para implantar en dispositivo en humanos sería parecido al utilizado en una técnica ya existente que usa la estimulación del nervio vago para tratar la epilepsia. Empezaría con una pequeña incisión en el lado izquierdo del cuello y después el cirujano envolvería los electrodos cuidadosamente alrededor del nervio. A continuación el dispositivo se conectaría a una cápsula que contiene el generador de pulso, que se implantaría bajo el músculo del pecho a través de una incisión en la axila izquierda. Toda la cirugía durará hora y media o menos, según Platcha.

El presidente electo de la Sociedad Americana de Hipertensión, John Bisognano, afirma que el trabajo es impresionante y parece una aplicación prometedora de los avances recientes en la electrónica de miniatura y microcirugía.

Bisognano, un cardiólogo que dirige la clínica de hipertensión refractaria en el Centro Médico de la Universidad de Rochester en Nueva York (EEUU), conoce bien la necesidad de más opciones de tratamiento. Explica que todos sus pacientes toman distintos medicamentos para tratar la hipertensión y algunos encuentran que los efectos secundarios hacen que sea difícil seguir el régimen de tratamiento. "Lo peor es que la tensión sigue siendo alta, lo que significa que corren el riesgo de sufrir infartos, fallo cardiaco y fallo renal", afirma.

Hace muchos años que se usan dispositivos eléctricos implantados para el control de las funciones corporales. Quizá los más conocidos sean los marcapasos, pero también se usan dispositivos eléctricos para controlar el Parkinson y, de forma experimental, algunas enfermedades psiquiátricas (ver "Implantes cerebrales capaces de restaurar circuitos defectuosos"). Pueden ser útiles incluso para enfermedades como la disfunción de la vejiga y la artritis reumatoide (ver "Un dispositivo implantado que controla la artritis reumatoide").

El vicepresidente de investigación y desarrollo de bioelectrónica en GlaxoSmithKline, Kristoffer Famm, coescribió un artículo el año pasado sobre la emergencia del campo que él y sus colegas académicos denominan "electrocéutica". La empresa dispone de 50 millones de dóalres (unos 36 millones de euros) para invertir en compañías que desarrollen este tipo de tecnologías.

Bisognano afirma que la estimulación nerviosa es un mecanismo lógico para controlar la tensión arterial. Se sabe que el sistema nervioso es capaz de regular la tensión de las arterias y controlar la fuerza y la frecuencia de las contracciones del corazón. Pero sólo gracias a los avances tecnológicos recientes se ha podido usar ese conocimiento para desarrollar tratamientos basados en dispositivos. Bisognano ha tenido éxito a la hora de reducir la tensión arterial con implantes experimentales que estimulan la carótida directamente, un diseño completamente distinto del implante desarrollado por los alemanes.

Con este nuevo diseño, la tensión de las ratas bajó apenas cinco segundos después de que el dispositivo estimulara el nervio. Platcha afirma que él y sus compañeros también trabajan en el desarrollo de una versión "inteligente" del sistema, capaz de medir la tensión y responder a las necesidades del cuerpo en tiempo real. Los medicamentos no se pueden adaptar a las actividades de los pacientes, pero un implante inteligente sí que puede, explica, lo que puede ofrecer una forma de tratar la hipertensión "a demanda".

Biotecnología

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