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Imágenes cortesía de los fabricantes

Biotecnología

¿Test domésticos de diagnóstico de COVID-19? Probamos tres de ellos

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Los ciudadanos de EE. UU. ya pueden adquirir varios tipos de pruebas de coronavirus para hacerse desde su casa. Todas varían en precio, técnica y usabilidad, pero coinciden en algo: su riesgo de masificar los falsos positivos podría convertirse más en un obstáculo que un beneficio para la salud pública

  • por Antonio Regalado | traducido por Ana Milutinovic
  • 10 Mayo, 2021

Mientras otros países esperan, en EE. UU. ya están disponibles las pruebas domésticas para detectar el coronavirus (COVID-19). Para comprobar cómo funcionan, desde MIT Technology Review hemos adquirido y probado los kits de tres empresas.

Después de comprar los test, tanto en farmacias físicas como por internet, me hice las pruebas varias veces hasta que aprendí una lección importante: mientras que a algunas personas les preocupa que los test domésticos no sean 100 % efectivos para detectar casos de COVID-19, el mayor problema podría ser justo el contrario. Estas pruebas tienen tasas de "falsos positivos" de alrededor del 2 %, lo que significa que, si seguimos usándolas, daremos positivo antes o después, aunque no tengamos la COVID-19.

A mí me pasó. He dado negativo varias veces, pero la cuarta vez el resultado fue "POSITIVO PARA COVID-19". Sabía que probablemente estaba mal: soy una persona confinada que rara vez sale a algún lado. Pero estaba lo suficientemente alarmado como para seguir las instrucciones y correr a un hospital para someterme a una prueba de laboratorio estándar, perdiendo mi tiempo y el de la amable enfermera que introdujo un hisopo profundamente en mi cavidad nasal. El resultado de ese test fue negativo.

Algunos expertos argumentan que las pruebas rápidas y baratas se podrían usar  para toda la población cada semana. Pero lo que descubrí es que este tipo de detección masiva podría ser convertirse en una molestia pública como medida contra la pandemia. De hecho, si mañana se hicieran la prueba a todos los ciudadanos de EE. UU., la gran mayoría de los resultados positivos, tal vez nueve de cada 10, serían falsas alarmas.

Después de probarlos, he llegado a la conclusión de que estos test tienen un papel importante. En general, he visto que son fáciles de usar, más baratos que las pruebas existentes y más cómodos que esperar en un sitio de pruebas. Si alguien tiene síntomas o teme haber estado expuesto, tener un test a mano podría ayudar. También podrían funcionar como herramienta de detección para las escuelas o empresas, siempre que haya un plan de respaldo para confirmar los positivos.

Problemas de precisión

El problema con las pruebas caseras es la precisión para detectar la COVID-19, que está entre el 85 % y el 95 %. Es decir, detectan alrededor de nueve de cada 10 infecciones, una métrica llamada "sensibilidad". Algunas personas han dicho que cualquier caso perdido es una preocupación, ya que una persona con un falso negativo podría salir y contagiar a otra persona. Pero si la alternativa es no realizar ninguna prueba, no se detectaría ninguna de esas infecciones.

Me di cuenta de que la parte complicada de las pruebas a domicilio tiene que ver con el concepto de la "especificidad" con la que una prueba identifica correctamente a los negativos. En el caso de los test caseros que probé, esa cifra es de aproximadamente 98 %, lo que corresponde a una tasa del 2 % de falsos positivos. Lo que no sabía, y lo que un cliente normal tampoco sabrá, es que hay dos formas en las que esa especificidad tan imperfecta podría amplificarse y convertirse en un problema mayor.

La primera forma es mediante pruebas repetidas, como las que hice yo. Al final de mi evaluación de los test domésticos había probado cinco en dos días, por lo que mi probabilidad de que alguno me diera un falso positivo llegó al 10 % (un 2 % de probabilidad de un falso positivo cada vez, multiplicado por cinco pruebas).

La segunda fuente de problemas que no anticipé es lo que se conoce como "probabilidad previa a la prueba". Como ya he mencionado, no me relaciono con otras personas, por lo que mi probabilidad de tener COVID-19 era muy baja, tal vez incluso cero. Lo que esto significaba es que mi probabilidad de un verdadero positivo cuando hice la prueba también era básicamente cero, mientras que mi probabilidad de falso positivo seguía siendo del 2 % como la de todos los demás. Tal y como yo usaba los test, era casi seguro que cualquier resultado positivo fuera erróneo.

Deberíamos considerar este mismo fenómeno (mayor probabilidad de falsos positivos que de positivos reales) aplicado a un grupo grande, o incluso a todo un país. En EE. UU., el número de casos de COVID-19 está cayendo. Esta tasa más baja significa que si todos los estadounidenses usaran las pruebas domésticas a partir mañana, podría haber entre cinco u 15 falsos positivos por cada positivo real.

Como resultado, no creo que los test domésticos sean tan útiles como algunos esperaban. Si se usan a escala para detectar la COVID-19, podrían enviar a millones de personas preocupadas en busca de pruebas de laboratorio y atención médica que no necesitan.

¿Siguen teniendo importancia?

A medida que la pandemia de COVID-19 se extendía por todo el mundo el año pasado, economistas y científicos pidieron una expansión masiva de los test y del rastreo de contactos para poder encontrar y aislar a las personas infectadas. Pero el número de pruebas diarias en EE. UU. nunca ha superado los dos millones, según el Proyecto COVID Tracking, y la mayoría se realizaron en laboratorios o con instrumentos especiales.

Las pruebas que se pueden realizar en casa se fabricarán en enormes cantidades, decenas de millones, según sus fabricantes, pero algunos expertos no están seguros de su importancia en este momento. El profesor de la Escuela Kennedy de la Universidad de Harvard (EE. UU.) Amitabh Chandra afirma: "Estas pruebas tenían un valor real hace seis meses. Creo que el cambio a la venta libre de test es excelente, pero tiene un valor limitado en un mundo donde las vacunas están ya más disponibles". Los certificados de vacunación podrían ser más importantes para viajar y comer fuera que los resultados de las pruebas.

Las empresas que venden los test aseguran que siguen siendo una estrategia relevante para volver a la normalidad, especialmente dado que los niños aún no se vacunan. Para los empleadores que quieren mantener su oficina o fábrica abierta, las pruebas de consumo autogestiondas podrían ser una buena opción, afirman. El portavoz de Abbott me dijo que también podrían ayudar a las personas a "empezar a coordinar más despedidas de solteros, bodas y cumpleaños".

El 9 de abril, el Gobierno de Reino Unido el 9 comenzó a regalar pruebas de antígenos para la detección de la COVID-19, por correo y en puestos en las calles. La campaña explicaba la intención era que la gente "adquiriera el hábito" de hacerse la prueba dos veces a la semana a medida que se alivian las restricciones del distanciamiento social. Junto con las vacunas, los test gratuitos son parte del plan del país para acabar con el virus. Pero, un poco más tarde un documento gubernamental filtrado describía que los funcionarios de salud estaban preocupados por el tsunami de falsos positivos.

En EE. UU. todavía no hay una campaña nacional en torno a las pruebas, y como gasto directo, todavía resultan demasiado caras para que la mayoría de las personas las usen con frecuencia. Casi mejor, según mi experiencia.

Tipos de test domésticos

Las tres pruebas que usamos eran dos test de antígenos, BinaxNow de Abbott Laboratories y un kit de Ellume, así como una prueba molecular, llamada Lucira. En general, las pruebas moleculares, que detectan genes del coronavirus, son más fiables que los test de antígenos, que detectan la presencia de la capa exterior del virus.

Todo lo necesario está en una caja, salvo en el caso de la prueba de Ellume, que incluye una app. En términos generales, el test de Lucira tuvo la mejor combinación de precisión y simplicidad, pero también es el más caro a 55 dólares (45,84 euros).

No hemos probado Quidel QuickVue, otro test de antígenos, ni la prueba molecular de Cue Health. Esas opciones, aunque están autorizadas para uso doméstico, aún no se venden directamente al público.

Después de probar todos los test, no tengo planes de invertir tanto para usarlos con regularidad. Trabajo desde casa y no tengo mucha vida social, así que realmente no me hace falta. No obstante, intentaré guardar al menos una prueba en mi armario para que, si me siento mal o pierdo el olfato, pueda averiguar rápidamente si es la COVID-19. La posibilidad de realizar el test en casa podría ser más importante el próximo invierno cuando vuelva la temporada de resfriados y gripe.

BinaxNow by Abbott

envío de pruebas de Abbott

  • Tiempo requerido: aproximadamente 20 minutos

  • Precio: 23.99 dólares (19,99 euros) para dos unidades

  • Disponibilidad: En algunas farmacias CVS desde abril. Abbott afirma que fabrica decenas de millones de pruebas BinaxNow al mes.

  • Precisión: 84,6 % para detectar las infecciones por la COVID-19, 98,5 % para identificar correctamente los negativos de COVID-19

Esta es la versión casera de la prueba rápida de 15 minutos que la Casa Blanca utilizó el año pasado para evaluar al personal y a los visitantes. Es un test de antígenos, lo que significa que examina una muestra de un hisopo nasal para detectar una proteína de la superficie del virus. Salió a la venta en EE. UU. hace poco y pude comprar un kit de dos pruebas en la farmacia CVS por 23,99 dólares (19,99 euros) más IVA.

La tecnología utilizada se denomina "inmunoensayo de flujo lateral". En términos simples, significa que funciona como un test de embarazo. Básicamente es una tarjeta de cartón con una tira reactiva. A medida que la muestra fluye a través de ella, pasa por los anticuerpos que se adhieren a la proteína del virus y luego llega a un marcador de color. Si el virus está presente, aparece una barra rosa en la tira.

La prueba me pareció bastante fácil de realizar. Hay que usar un gotero para colocar seis gotas de un producto químico en un pequeño orificio de la tarjeta; luego se introduce un hisopo después de haberlo pasado por ambas fosas nasales. El hisopo se tiene que girar en sentido contrario a las agujas del reloj, se dobla la tarjeta para que la tira reactiva entre en contacto con el hisopo y listo. Quince minutos más tarde, el resultado positivo se mostraría como una línea rosa.

Lo malo de la prueba es que hay espacio para dos tipos de errores de uso diferentes. Es difícil ver si las gotas caen del gotero, y una cantidad insuficiente de gotas podría causar un falso negativo. También es posible frotarse la nariz de forma incorrecta. A diferencia de las otras pruebas, esta no indica si el usuario cometió un error.

Y además de la posibilidad del uso erróneo, el test en sí tiene problemas de precisión. BinaxNow es la prueba más barata que existe, pero también la que tiene más probabilidades de error, ya que no detecta una de cada siete infecciones reales. Abbott advierte que los resultados "deben tratarse como presuntivos" y "no descartan el SARS-Cov-2".

Pero un comprador no encontrará la tasa de precisión si no lee la letra pequeña. La empresa también oculta un requisito crucial impuesto por los reguladores: para compensar su menor precisión, se deberían las dos pruebas del kit, con al menos 36 horas de diferencia. Dudo que un comprador normal se dé cuenta de eso. El requisito de dos pruebas apenas se menciona en las instrucciones.

Lucira Check-It

  • Tiempo requerido: aproximadamente 40 minutos

  • Precio: 55 dólares (45,84 euros)

  • Disponibilidad: Se puede comprar online en lucirahealth.com

  • Precisión: 94 % para los positivos, 98 % para los negativos

De todos los kits que usé, Lucira fue mi favorito y con diferencia. Es una prueba de tipo de laboratorio, con técnicas similares a las que usan los laboratorios profesionales, y uno se siente un poco como un científico usándola.

Dado que aún no está en las farmacias, el test de Lucira se debe pedir online, y recomiendo hacerlo bastante antes de que la necesite. La primera prueba que compré tardó cinco días en llegar, y estuve sin saber nada sobre su llegada. La empresa afirma que se pueden seguir sus envíos, pero yo no pude acceder a ningún dato de seguimiento hasta después de que llegara mi kit. Pedí una segunda prueba, esta vez pagando 20 dólares (16,67 euros) por el envío exprés, pero tampoco pude encontrar la información de seguimiento.

A 55 dólares (45,84 euros), esta es la prueba más cara que he analizado, por lo que no es algo que se pueda usar con demasiada frecuencia. Aun así, es aproximadamente la mitad del precio de las pruebas con hisopo enviadas a domicilio por correo de las empresas como Vault Health, que antes era mi opción preferida para evitar los hospitales e instalaciones de pruebas abarrotadas, como cuando tenía que hacerle la prueba a mi hija en julio pasado para que pudiera ir a un campamento. Esas pruebas enviadas por correo ofrecen una respuesta dentro en 48 horas. Con Lucira, obtendrá la respuesta en menos de una hora.

El kit incluye un hisopo, un tubo de productos químicos violetas y una pequeña estación base que funciona con pilas. Usa la tecnología llamada LAMP, un método molecular que hace copias de un gen del coronavirus hasta que la cantidad es lo suficientemente grande para ser detectada. Eso significa que es casi equivalente a la PCR, la prueba estándar de oro utilizada por los laboratorios. A diferencia de la PCR, una prueba que utiliza LAMP no necesita el calentamiento y enfriamiento rápido, por lo que se puede realizar en casa.

Después de introducir el hisopo en la nariz, se coloca en el tubo y luego en su lugar en la estación base haciendo un clic. Después de media hora, una de las dos luces LED se enciende y dice "Positivo" o "Negativo". La lectura de la prueba de Lucira me pareció la más fácil de entender.

Ellume Home COVID Test

  • Tiempo requerido: alrededor de 45 minutos

  • Precio: 38,99 dólares (32,49 euros)

  • Disponibilidad: Disponible 'online' en CVS.com. La empresa asegura que envía 100.000 pruebas al día a EE. UU. desde Australia y que fabricará 500.000 test al día en EE. UU. hasta el final del año.

  • Precisión: 95 % para los positivos, 97 % para los negativos

Las pruebas caseras aún no son fáciles de encontrar y no logré localizar ninguna farmacia que ofreciera Ellume, el test comercializado por la empresa australiana del mismo nombre. Pero la compañía me había enviado previamente un kit de muestra, que utilicé en esta evaluación. Desde la semana pada, la prueba Ellume también se puede comprar a través del sitio web de la farmacia CVS.

De todas las pruebas que usé, la de Ellume tenía la mayor cantidad de componentes: cinco, frente a tres de las demás. También incluye una app que se debe descargar en el teléfono. Habrá que restablecer su ID de Apple si se le ha olvidado, como siempre me pasa a mí, y responder a las preguntas de la app, incluido el nombre, la dirección y el número de teléfono, además de un descanso para tomar un café, así que esta prueba fue la que más tiempo me llevó completar. Sería casi una hora si uno decide leer la política de privacidad y los términos y condiciones de la app.

Al igual que la prueba de Abbott, la de Ellume es un test de antígenos. Pero resulta más sofisticado, con elementos ópticos y electrónicos integrados que muestran el resultado fluorescente. Además de buscar el virus, también detecta una proteína humana común, por lo que, si el usuario no introdujo el hisopo correctamente en la nariz, la prueba lo indicará.

Gracias a eso y a un hisopo especial, Ellume tiene una tasa de precisión más alta para detectar la COVID-19 que otros test de antígenos, ya que no detecta solo una de cada 20 infecciones, según la compañía. El inconveniente es que hay un 50 % más de probabilidades que otros test de mostrarnos un falso positivo para la COVID-19 cuando no lo es. De hecho, mi falso positivo ocurrió con esta prueba.

Dado que utiliza una app de teléfono, se necesita una conexión a internet para poder usar Ellume, lo que implica la comunicación entre su teléfono y el kit a través de Bluetooth. Una ventaja de la app es que proporciona buenas instrucciones y un justificante electrónico del resultado, que se puede mostrar a una escuela o empleador. Los otros test que probé no tenían un rastro de papel, por lo que no hay pruebas de que haya realizado el test. Pero ese justificante tiene un coste de privacidad.

De los tres test que probé, el de Ellume fue el único que no es del todo privado. La app advierte que compartirá "cierta información con las autoridades de salud pública". Esa información incluye la fecha de nacimiento, el código postal y el resultado de la prueba. La empresa explica que esos datos ayudan a las agencias de salud a mantener un seguimiento de la pandemia e informar los niveles de contagio.

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