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Técnicas, legales y geoestratégicas: las trabas para reparar el Nord Stream

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En el momento en el que se den las condiciones de seguridad idóneas, se procederá al análisis del estado de la tubería para evaluar cuáles son los daños. Para acometer la reparación existen varias alternativas sobre la mesa. Su aplicación no es sencilla e implican un desafío técnico y legal por las sanciones en vigor

  • por Chris Stokel-walker | traducido por Ana Milutinovic
  • 07 Octubre, 2022

Hasta la invasión rusa de Ucrania, los gasoductos Nord Stream 1 y 2 eran una parte clave de la infraestructura energética de Europa. En los últimos tres meses de 2021, Nord Stream suministró el 18% de todas las importaciones de gas de Europa. La mitad de las importaciones de gas de Rusia a Europa pasaban por Nord Stream 1, un nivel récord. Sin embargo, Nord Stream 2, que está terminado, aún no se ha puesto en marcha después de que Alemania suspendiese su autorización tras la invasión.

Desde entonces, Nord Stream se ha convertido en un peón geopolítico, ya que Rusia ha tomado represalias por las sanciones económicas impuestas después de la invasión. En julio, el país  cerró temporalmente el oleoducto por el mantenimiento programado, pero nunca lo volvió a activar a su capacidad total; en agosto, la compañía energética estatal de Rusia anunció un corte no planificado de suministro de gas.

Más tarde, a finales de septiembre, unos daños imprevistos causaron cuatro fugas en el sistema de tuberías submarinas. Todo el mundo, excepto Rusia, cree que se trata de un sabotaje por parte del estado paria en su intento de exprimir los suministros antes del complicado desabastecimiento energético que se producirá este invierno en Europa, donde los países ya están planeando reducir el uso de energía.

No obstante, se ha empezado a trabajar para reparar las tuberías tan vitales antes del invierno, si es que eso fuera posible. La empresa conjunta con sede en Suiza responsable de Nord Stream (que es propiedad en un 51% de la empresa energética estatal rusa Gazprom) no sabe con seguridad si los problemas se podrán solucionar. El jefe del comité de energía del parlamento de Rusia, Pavel Zavalny, cree que este problema se podría resolver en seis meses, justo después del invierno, cuando los suministros son más necesarios.

Lo que sí sabemos es que cualquier misión será un desafío sin precedentes para el sector del petróleo y del gas, que requerirá una robótica compleja e ingeniería creativa.

Por el momento, no sabemos con certeza la gravedad de la situación, aunque se considera que el daño es significativo. Se cree que las explosiones del 26 de septiembre que causaron las fugas del gasoducto registraron un movimiento sísmico de 2,2 grados de magnitud en la escala de Richter, según la Red Nacional Sísmica de Suecia. Los investigadores suecos y daneses, que han tomado la iniciativa de investigar las fugas por la cercanía de los países, han afirmado que fueron causadas por las explosiones equivalentes a "varios cientos de kilos de explosivos".

"Se trata de inmensas explosiones que pueden haber dañado este gasoducto a una distancia mayor de lo que sabemos", indica el analista independiente de energía Jilles Van den Beukel, que ha trabajado para Shell durante 25 años, recientemente como director geocientífico. "Tal vez este gasoducto ya no esté en su posición original", añade.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, calificó el incidente como una "interrupción deliberada de la infraestructura energética activa europea". El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, lo calificó como un "acto deliberado de sabotaje". Sin embargo, aunque el culpable podría parecer obvio, el portavoz del Kremlin resalta que señalar con el dedo acusador a los rusos es "previsiblemente estúpido".

Independientemente de quién lo haya hecho, fue algo deliberado, según Van den Beukel. "Estas tuberías normalmente no se rompen", indica el experto. Las tuberías de acero de Nord Stream tienen un grosor de 1,6 pulgadas (4 centímetros), con hasta otras 4,3 pulgadas (11 centímetros) de hormigón alrededor. Cada uno de los 100.000 o más tramos del gasoducto pesa 24 toneladas.

"Este tipo de fugas se describen como eventos que ocurren una vez cada 100.000 años", insiste el especialista. "La única forma en la que sucede este tipo de cosas es por sabotaje", añade.

Como el gasoducto no estaba en servicio activo dada la situación geopolítica, el impacto ambiental, aunque sigue siendo preocupante, no es un problema tan grande como podría haber sido. Según las estimaciones, el volumen de gas que probablemente se filtró del gasoducto podría haber generado entre 7,5 millones y 14 millones de toneladas métricas equivalente a dióxido de carbono, de acuerdo con las afirmaciones a los periodistas de las autoridades alemanas y danesas. El portavoz de Gazprom especificó en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU del 30 de septiembre que la organización creía que los gasoductos contenían alrededor de 800 millones de metros cúbicos de gas en el momento de la ruptura, poniendo así un posible tope en el volumen de gas que podría haber escapado. Sin embargo, no es seguro investigar e identificar las posibles reparaciones mientras todavía hay fugas de gas.

Cuando los investigadores puedan ponerse manos a la obra de manera segura, empezará el complicado trabajo de detección de los problemas y de búsqueda de las soluciones. "Se analiza cuál es el estado de la tubería y cuáles son los daños", explica uno de los directivos de la empresa de reparación de oleoductos y gasoductos 3X Engineering, Jean-François Ribet, con sede en Mónaco, que anteriormente ha reparado oleoductos en Yemen que habían sido saboteados por algunos grupos como Al-Qaeda. Esa evaluación se puede realizar mediante un robot de inspección, con un vehículo operado a distancia o mediante buzos especializados.

gas submarino que crea una perturbación en la superficie del agua de mar.

Enviar buzos al sitio del incidente es un gran desafío debido a la profundidad en la que está la tubería: aunque las fugas conocidas se concentran en aguas relativamente poco profundas (alrededor de 50 metros de profundidad), la mayor parte de la tubería se encuentra entre 80 metros y 100 metros bajo el agua. Y todo deberá ser inspeccionado por posibles daños.

"Hemos realizado reparaciones a esa profundidad, pero hay que usar el buceo de saturación", afirma el director técnico y de I+D de 3X Engineering, Olivier Marin. En el buceo de saturación, que se utiliza para las condiciones de aguas profundas, los buzos permanecen en la profundidad extrema en un hábitat específico y se someten a una sola descompresión una vez finalizada la operación. "A lo mejor se puede llevar a cabo en unas 10 horas, pero habría que estar durante un mes en una cámara hiperbárica", señala.

Las reparaciones en sí no serán fáciles, pero hay varias opciones, según Ribet. La primera es reemplazar las secciones dañadas de la tubería en su totalidad, aunque eso sería lo más costoso. "Se necesita el mismo diámetro, el mismo tipo de acero, etcétera", explica el experto. Además, se tendrían que llevar grúas a bordo suficientemente fuertes para extraer los pesados segmentos de tubería fuera del agua.

La segunda opción de reparación sería instalar una sujeción que cubra las secciones dañadas de la tubería, es decir, colocar parches en las áreas rotas. Sin embargo, con un diámetro interno de 1.153 metros, las tuberías de Nord Stream requerirían unas sujeciones enormes, así como la instalación temporal de un cajón submarino, una cámara estanca que envolvería la sección de la tubería para que los ingenieros pudieran trabajar en ella.

Marin cree que esta sería "la solución más fácil". No obstante, también añade que llevaría meses conseguir una sujeción suficientemente grande para cubrir la tubería. Este método tampoco funcionará si resulta que hay un daño extenso, porque no es factible construir sujeción tan amplia para cubrir agujeros más grandes. Una tercera opción sería una reparación que combina los dos métodos: sustituir los elementos de la tubería más dañados y sujetar los que están menos afectados.

Ribet sugiere una cuarta opción quizás menos probable: construir e instalar una nueva sección de tubería que podría sustituir las secciones dañadas, que se dejarían en el lugar donde estaban. Los analistas rusos también señalan que uno de los cuatro gasoductos individuales de Nord Stream no parece afectado, lo que significa que podría seguir suministrando gas, aunque a un ritmo más bajo.

Existe otro problema que complica cualquier posible trabajo de reparación: la cuestión de si es legal. La empresa conjunta que opera Nord Stream 1, Nord Stream AG, afirma ser una entidad separada de la empresa que opera Nord Stream 2, Nord Stream 2 AG, que sufre sanciones internacionales impuestas tras la invasión de Rusia. Es probable que las sanciones retrasen la reparación del gasoducto, cree el ministro ruso Zavalny, porque las sanciones dificultan la búsqueda de embarcaciones dispuestas a asumir el trabajo de transporte de equipos.

El portavoz de Nord Stream AG no respondió a tres solicitudes de comentarios sobre cómo planeaba la empresa lidiar con el asunto de las sanciones.

Incluso si las reparaciones se pueden llevar a cabo, no es probable que Nord Stream reanude los suministros en el corto plazo. Un factor importante que también se debería tener en cuenta es que, a medida que el gas se escapa, el agua entra rápidamente. Eso provoca corrosión. "Está claro que el agua salada dentro de la tubería no es nada bueno", indica Van den Beukel. Ahora que el gas ha dejado de salir de la tubería, según la Agencia Danesa de Energía, se está trabajando para tratar de tapar los agujeros usando pigs: medidores de inspección de tuberías, que se utilizan para sacar los materiales no deseados fuera y limpiarlas como parte del mantenimiento regular. Cuanto más rápido se puedan enviar los pigs a las áreas afectadas, se limitará mejor el daño a largo plazo.

Cualquiera que sea la solución final, el arreglo será difícil y costoso.

Cuando se le preguntó si alguna vez antes había ocurrido un problema submarino en esta escala, Van den Beukel nos dio una respuesta simple: "No. Cuando se trata de sabotaje, por lo general sucede en tierra firme y en una escala mucho menor". "No se me ocurre nada similar a esto, jamás", concluyó.

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