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Forrest Meyen

Forrest Meyen

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Lunar Outpost | Está construyendo sistemas para ayudar a los humanos a sobrevivir en el espacio profundo.  

  • por Rhiannon Williams | traducido por
  • 12 Septiembre, 2023

Cuando se trata de los metales de tierras raras que necesitaremos para construir más vehículos eléctricos y electrificar nuestra infraestructura de transporte, los recursos de la Tierra son extremadamente limitados. Y extraerlos requiere mucha energía y tiene un alto coste medioambiental.

Algunos han empezado a mirar más allá de nuestro planeta con la esperanza de encontrar más de estos elementos. Incluso se habla de instalar una industria pesada en el espacio. Pero para ello será necesario enviar más astronautas a planetas y asteroides lejanos. Y el coste de los cohetes propulsores para los viajes al espacio profundo es extremadamente caro.

A Forrest Meyen (34 años) le ha apasionado toda su vida hacer realidad el sueño de que haya misiones espaciales tripuladas más frecuentes. Cofundador de la empresa de tecnología espacial Lunar Outpost, se doctoró en Aeronáutica y Astronáutica en el MIT (Instituto de Tecnología de Massachusetts). Ahora, su trabajo podría ayudar a que la exploración espacial sea más asequible y a impulsar la industria minera espacial.

Durante los últimos ocho años, ha formado parte del equipo que trabaja en MOXIE, un dispositivo del tamaño de una tostadora. MOXIE viajó a Marte a bordo del róver Perseverance de la NASA en 2021 y convirtió con éxito muestras de la atmósfera del Planeta Rojo en oxígeno, dominada por el CO2.

Era la primera vez que un sistema robótico aprovechaba los recursos naturales de otro planeta para un posible uso humano, un paso importante hacia las misiones a Marte dirigidas por el hombre.

El mismo sistema podría utilizarse algún día para crear propulsores de cohetes para misiones que regresen de Marte, algo que podría ahorrar a la NASA miles de millones de dólares. "Es factible viajar a Marte y volver", afirma Meyen, aunque aún quedan muchos retos por resolver, como la protección de los astronautas frente a la potente radiación solar o la posibilidad de cultivar en el suelo del planeta.

Meyen se concentra ahora en dirigir con la NASA la primera misión de un róver lunar al polo sur de la Luna, nunca explorado. La misión está prevista para finales de este año. Él y su equipo esperan que el róver detecte agua, que también podría utilizarse para crear propulsor para cohetes y recoger muestras del suelo lunar.