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Biotecnología

Un EpiPen casero y 'low cost' lucha contra la farmacéutica que disparó su precio

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Un grupo biohacker ha publicado instrucciones para fabricar un dispensador de epinefrina de bajo coste después de que Mylan subiera su precio un 461% desde que adquirió la licencia del producto

  • por Jamie Condliffe | traducido por Teresa Woods
  • 23 Septiembre, 2016

La reciente polémica sobre la decisión de la farmacéutica Mylan de subir los precios de los EpiPens, unos autoinyectores de epinefrina que salvan tantas vidas, ha inspirado a los biohackers. Un grupo de seguidores del movimiento biológico hazlo-tú-mismo (HTM) autodenominado Four Thieves Vinegar (Cuatro ladrones de vinagre) ha publicado las instrucciones para que cualquiera pueda construir su propio EpiPen de bajo coste para autoinyectarse epinefrina. 

Los EpiPens están diseñados como un último recurso para evitar la anafilaxia, una reacción alérgica potencialmente mortal causada por la exposición a cualquier cosa, desde los frutos secos hasta las picaduras de insecto. El fármaco tiene más de 100 años, pero el dispositivo permite que cualquiera se lo pueda inyectar, una atractiva proposición cuando uno coquetea con la muerte.

La farmacéutica Mylan es el único fabricante del dispositivo. Y recientemente se descubrió que desde que adquirió los derechos del aparato en 2007, ha subido el precio del dispositivo los 51 euros los 285 euros, lo que supone un aumento del 461%. Los antecedentes componen una grotesca historia de avaricia corporativa, el Congreso de Estados Unidos y Sarah Jessica Parker. Lamentablemente, el coste impide el acceso a algunas personas a una manera increíblemente fiable de tratar la anafilaxia.

Foto: Podría no tener un aspecto muy pulido, pero Four Thieves Vingear afirma que el casero EpiPencil de menos de 30 euros funciona igual de bien que el EpiPen de casi 300 euros. Crédito: Four Thieves Vinegar (YouTube).

Existen varios motivos por los que nadie había desarrollado una alternativa al EpiPen. Algunos de ellos son las protecciones de patente, el miedo a desarrollar un dispositivo que no funcione de manera fiable y un proceso regulatorio que hace increíblemente difícil llevar productos al mercado.

Mylan sí cedió (un poco) a la presión pública, al anunciar un nuevo EpiPen de marca blanca que cuesta unos 135 euros. Pero conocedores del sector han sugerido que los componentes de un EpiPen sólo cuestan alrededor de unos 27 euros.

Y Four Thieves Vinegar, un colectivo fundado para desarrollar herramientas para la medicina HTM, demuestra que tienen razón.

El grupo ha publicado en internet un vídeo e instrucciones con los que demuestra cómo fabricar una versión casera del dispositivo. Lo llaman el EpiPencil. El equipo afirma que puede "fabricarse totalmente con piezas listas para usar, por poco menos de 30 euros". Combina un autoinyector existente para pacientes diabéticos con jeringuillas hipodérmicas corrientes. Está, por supuesto, el asunto de conseguir el fármaco, pero puede obtenerse bajo receta médica o incluso a través de internet mediante un proveedor químico.

Merece la pena señalar que aunque es posible construir un dispositivo así en casa, carece totalmente de regulación. Emplear uno para tratar a una persona con anafilaxis no es necesariamente una buena idea. Pero no se puede descartar su validez para demostrar que los precios de Mylan están inflados.

(Para saber más: Stat, The Guardian, NBC)

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