
En el extremo sur de la bahía de San Francisco, rodeado por los gigantes tecnológicos Google, Apple y Microsoft, se encuentra el histórico Centro de Investigación Ames de la NASA. Su trayectoria está marcada por una colección fascinante de investigaciones científicas que abarcan desde enormes túneles de viento y aeronaves experimentales hasta supercomputación y astrobiología.
Fundado en 1939 como un laboratorio en la costa oeste para el Comité Nacional Asesor para la Aeronáutica (NACA), el centro fue creado para cerrar la brecha que separaba a EE UU de Alemania en investigación aeronáutica. Bautizado en honor a uno de sus miembros fundadores, Joseph Sweetman Ames, la instalación pasó de ser una caseta en Moffett Field a convertirse en un extenso complejo con miles de empleados. Una colección de 5.000 imágenes de archivo de la NASA ofrece una clara visión del trabajo de vanguardia que se llevaba a cabo en el corazón del polo tecnológico estadounidense.
Túneles de viento
Uno de los principales motivos para crear el laboratorio fue la necesidad de construir túneles de viento de gran tamaño que impulsaran la investigación aeronáutica del país, muy rezagada respecto a Alemania. Primero se construyeron túneles más pequeños, capaces de alcanzar velocidades de hasta 300 millas por hora, seguidos por uno de 40 por 80 pies para probar aeronaves a escala real. Fueron activados en marzo de 1941 y se volvieron esenciales tras el ataque a Pearl Harbor, lo que permitió a los científicos desarrollar rápidamente aviones avanzados.
Hoy en día, NASA Ames opera el túnel de viento presurizado más grande del mundo, con cámaras subsónicas y transónicas para probar cohetes, aeronaves y turbinas eólicas.
Misiones espaciales ‘Pioneer’ y ‘Voyager 2’
Entre 1965 y 1992, NASA Ames gestionó las misiones ‘Pioneer’, que exploraron la Luna, Venus, Júpiter y Saturno. También contribuyó a la misión ‘Voyager 2’, lanzada en 1977, que sobrevoló cuatro planetas antes de entrar en el espacio interestelar en 2018. El archivo de Ames conserva las primeras imágenes de mundos extraños captadas durante estas misiones pioneras.
Aeronaves curiosas
En el campus de NASA Ames aún se conserva la estructura de un enorme hangar para dirigibles, obsoleto incluso antes de ser terminado.
A lo largo de los años, se han desarrollado y probado en el centro numerosas aeronaves experimentales de aspecto inusual, como los modelos de despegue y aterrizaje vertical (VTOL, por sus siglas en inglés), jets y aeronaves de rotor. Aún hoy siguen surgiendo nuevos diseños.
Ilustraciones retro
Las ilustraciones vintage del archivo de Ames muestran superficies de planetas lejanos, naves espaciales descendiendo en paisajes alienígenas surrealistas y visiones fantásticas de hábitats humanos en forma de anillo en el espacio. El optimismo y la emoción de los años 70 y 80 se respiran en cada trazo.
Trajes burbuja y realidad virtual temprana
En los años 80, los investigadores de NASA Ames trabajaron en el desarrollo de trajes espaciales de nueva generación, como el voluminoso modelo AX-5 de carcasa rígida. El grupo de Interacción Humano-Máquina también realizó investigaciones pioneras en realidad virtual, ideando dispositivos de aspecto futurista. Mucho antes del auge actual de la realidad aumentada y la realidad virtual, los investigadores de Ames ya vislumbraban el potencial de esta tecnología, limitado entonces únicamente por la capacidad de cálculo.
Se requieren décadas de investigación financiada con fondos federales en Ames para impulsar avances en aviación, exploración espacial y supercomputación, un legado duradero que hoy está en riesgo ante los profundos recortes en las subvenciones científicas.