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Innovadores menores de 35

Emprendedores

Roger Romero (Ecuador), 23

SilicoChem

Quiere democratizar el consumo de omega-3 con su levadura transgénica capaz de producirlo rápidamente y a bajo coste

Los ácidos grasos omega-3 son un grupo de ácidos grasos poliinsaturados, famosos por sus propiedades nutricionales y beneficios para la salud. Juegan un papel importante en el crecimiento y el desarrollo del cerebro, en la regulación de la presión sanguínea y de la función renal, en la coagulación sanguínea y en las reacciones inflamatoria e inmunológica. Dado que son esenciales en la nutrición humana, la comunidad científica establece que su consumo diario debe ser de un mínimo de 250 miligramos. Estos ácidos grasos se encuentran de forma natural y varias especies vegetales y de pescado. Esto provoca que su producción se asocie a problemas ambientales relacionados con el uso de pesticidas y con los de la propia actividad pesquera y acuicultora.

Frente a este problema, el trabajo fin de grado de Biología del joven innovador ecuatoriano Roger Romero se centró en encontrar mejores métodos para producir omega-3. Para ello, creó un modelo computacional de una levadura al que le incorporó genes para que este hongo unicelular fuera capaz de producir estos ácidos grasos por sí mismo. Por este proyecto, Romero ha sido elegido por MIT Technology Review en español como uno de los ganadores de Innovadores menores de 35 Latinoamérica 2019.

Pero el objetivo de Romero no se limitaba a la teoría. El joven quería llevar su hallazgo a la práctica, para lo que cofundó SilicoChem. Esta empresa se ha especializado en utilizar la biotecnología con el fin de producir biomasa de alto valor agregado en Ecuador. En concreto, la empresa ya está produciendo dos compuestos: el ácido linoleico (CLA) y el ácido docosahexaenoico (DHA), dos ácidos grasos omega-6 y omega-3, respectivamente. Romero detalla: "Queremos democratizar el acceso a nutracéuticos de una manera eficaz, a bajo costo y de forma ecológica". El término nutracéutico hace referencia a productos procedentes de alimentos cuyas características aportan beneficios para la salud.

Romero continúa: "Que un niño desayune DHA ayuda a su desarrollo visual y neurológico. Especialmente en etapas tempranas, el consumo de estos omegas resulta muy bueno, pero debido su coste, no todo el mundo puede hacerlo. Así que buscamos los genes que producen estos omega-3 y los añadimos en una levadura avalada por la FDA [Administración de Alimentos y Medicamentos, por sus siglas en inglés] para el consumo humano. Los microorganismos crecen más rápido, lo que reduce los costes de producción".

Para que la levadura crezca, el equipo la alimenta con melaza, un compuesto que hasta ahora se consideraba como un desecho de la industria del azúcar, lo que contribuye a la economía circular del país. Además, la producción se lleva a cabo "en un biorreactor", cuenta el innovador, lo que evita el uso de terreno para generar estos ácidos grasos.

En este momento, el joven detalla: "Estamos trabajando con una industria láctea y otra de bebidas saludables que añaden estos aceites. Así hacen leches y bebidas saludables a muy bajo costo. Nuestro objetivo es llegar a industrias de consumo masivo para poder democratizar el consumo de estos nutracéuticos".

El director de estudios de posgrado en la Escuela de Biotecnología y Alimentos del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (México), Jorge Welti, miembro del jurado de Innovadores menores de 35 Latinoamérica 2019, cree que "la idea base del proyecto es correcta y que el ejercicio académico de simulación computacional resulta interesante y adecuado".

- Por Fermín Grodira