.

Innovadores menores de 35

Inventores

Mejorar el desarrollo farmacológico, utilizar la tecnología para solucionar problemas cotidianos o crear productos que combaten la crisis ambiental.

Miguel Adolfo Ángeles (Perú), 31

IRBin

Su robot social con inteligencia artificial promueve el reciclaje de botellas

En Latinoamérica y el Caribe se generaron diariamente 541.000 toneladas de basura en 2018, según un informe de ONU Medio Ambiente. Se espera que esa cantidad suba hasta las 671.000 toneladas de desechos diarias en 2050 en la región. De esa cantidad, un tercio va a vertederos que no protegen el medio ambiente. Según datos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la tasa del reciclaje es sólo del 4,5% pese a que el 19% de los residuos son materiales con un gran potencial de reciclado. Reducir los basureros a cielo abierto está relacionado directamente con seis de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible.

El peruano Miguel Adolfo Ángeles, ingeniero mecatrónico por la Pontificia Universidad Católica de Perú, cree en un mundo más sostenible. Para hacerlo realidad creó Cirsys, una start-up de soluciones tecnológicas con impacto social y ambiental. Con el objetivo de incentivar la recogida de residuos en su país, ya creó en 2019 IRBin, un robot que usa inteligencia artificial para promover el reciclaje de botellas. Por este avance tecnológico que promueve la economía circular, Ángeles ha sido escogido por MIT Technology Review en español como uno de los ganadores de Innovadores menores de 35 Latinoamérica 2020.

Con algoritmos propios, la máquina creada por este ingeniero interactúa con las personas y aprende a reconocer diferentes tipos de residuos. Este proceso le permite educar a la población de forma lúdica para fomentar el hábito de la separación y reciclaje de la basura. IRBin se sitúa en centros comerciales y supermercados para combatir la “poca cultura ecológica y de reciclaje en la región”, según explica el joven.

IRBin está entrenado para reconocer botellas de plástico, de vidrio y residuos orgánicos, pero se puede adaptar a identificar otros residuos reutilizables. Este robot facilita un método eficiente de recuperación de las botellas, según su creador, al segregar los residuos. Los recicladores se benefician del retorno del material y los usuarios que interactúan con IRBin son recompensados con sorteos y descuentos.

Hasta el momento el robot social está presente en varios lugares concurridos de Lima. Ha logrado reciclar más de 10 toneladas de botellas y que más del 60% de los usuarios vuelvan a depositar sus residuos en la máquina. Ahora Ángeles intenta expandir la tipología de lugares en los que situar IRBin, mientras trabaja en llevar a otras ciudades de Perú este sistema innovador que incentiva el reciclaje de botellas y de otros residuos reaprovechables.

Por: Fermín Grodira