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Computación

Mi gran boda con impresión 3D: personalización y ahorro de dinero

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Como apasionada de la fabricación aditiva, cuando llegó el momento de planear el gran día decidí que cada detalle posible estaría impreso en 3D: el ramo, mi diadema, los muñecos de la tarta... No solo fue una boda a medida única sino que me ahorré bastante y a todo el mundo le encantó

  • por Erin Winick | traducido por Ana Milutinovic
  • 13 Diciembre, 2018

Hay tres cosas por las que la gente me conoce: mi amor por la impresión en 3D, mi conexión entre la moda y la ciencia, y mi tendencia a ser bastante nerd (aunque esto último es bastante común aquí en el MIT).

Así que cuando tuve que planear mi boda, me di cuenta de que no podía hacerlo de una manera tradicional. Tengo experiencia en ingeniería mecánica y he tenido una impresora 3D en mi escritorio durante los últimos tres años, por lo que la oportunidad de combinar mi pasión por la creación con un gran acontecimiento en mi vida fue demasiado tentadora como para dejarla pasar. Había tomado una decisión, iba a intentar meter impresión 3D en todos los detalles de mi boda en los que pudiera.

Para aquellos que no están familiarizados con el funcionamiento de la mayoría de las impresoras 3D domésticas, básicamente se trata de fundir rollos de filamento de plástico a altas temperaturas. La máquina se mueve siguiendo un patrón de acuerdo con un modelo anteriormente diseñado en un ordenador, extruyendo el plástico en un proceso similar al de una pistola de pegamento. Va poniendo capas finas, una a cada vez, para construir la forma. La tecnología ayuda tanto a fabricantes como a pequeños productores a construir creaciones complejas (ver Las cinco cosas más increíbles que la impresión 3D creó el año pasado).

Así que cuanto llegó la hora de abordar los detalles de mi boda, siempre que había una opción entre fabricar algo o comprarlo, yo opté por la impresión 3D. Imprimí mi diadema, los ramos para mí y para mis damas de honor, todos los números de cada mesa, el adorno para la tarta, las decoraciones florales para la tarta y el collar de la niña que llevaba las flores. Y para todo esto solo necesité mis dos impresoras de escritorio, Mini y Flash (sí, les he puesto nombre).

 

Como muchos otros proyectos de bricolaje para aficionados, esta experiencia me ha proporcionado una profunda conexión con las cosas que creé. Los objetos impresos en 3D tienen un toque personal que no se logra al comprar algo en la tienda.

Aunque esta tecnología no se ha masificado tanto como se anunciaba hace cinco o diez años (cuando se decía que habría una impresora 3D en cada casa), los fabricantes y algunas comunidades de usuarios continúan apoyando su crecimiento. Según el Informe Wohlers de 2018, la industria de fabricación aditiva creció un 21 % en 2017.

Además, esta comunidad de usuarios es cada vez mayor y tiene una fuerte tendencia a compartirlo todo: consejos, productos finales, y especialmente modelos 3D. Muchas páginas web como GrabCAD, Thingiverse, MyMiniFactory y Pinshape permiten a los fabricantes publicar los modelos de sus creaciones para que otros los descarguen, impriman y personalicen también.

En Thingiverse encontré los modelos de los tulipanes para los ramos y la decoración para la tarta, y los muñecos para la tarta eran de Lego Minifig. He adaptado este modelo de hoja creado y subido por la empresa de impresoras 3D Makerbot para hacer mi diadema. Y yo misma diseñé desde cero el collar de la niña que llevaba las flores y todos los números de las mesas, con el software de modelado e ingeniería, SolidWorks.

Así que, aunque yo imprimí todo en 3D por mí misma, mi boda había recibido un gran apoyo de la comunidad de fabricantes. Y a su vez, yo también estoy contribuyendo subiendo a Thingiverse con los números de mis mesas y el modelo de hojas remezclado. Si usted planea casarse, me sentiría honrada si desea utilizar mis números como parte de su centro de mesa (puede descargarlos aquí).

Lo que más tardé en hacer fueron los ramos (no se preocupe, no tiré el mío; no quería correr el riesgo de noquear a una de mis amigas con una gran bola de plástico con punta). Imprimí todas las flores individualmente (aproximadamente 200) en mis máquinas con filamento de plástico azul y que brilla en la oscuridad. En total, tardé más de 100 horas, en el transcurso de muchos meses, sacando flores cada vez que pude después del trabajo y los fines de semana. Luego las coloqué en bolas de espuma de poliestireno con los tradicionales alfileres y pegamento.

Aunque algunas impresoras más nuevas y más caras probablemente hubieran terminado todos mis proyectos más rápido, las mías (cuyo precio oscila entre los 800 euros y los 1.200 euros aproximadamente) las compré hace unos dos o tres años. Pero creo que hablo en nombre de muchos miembros de la comunidad de fabricantes cuando digo que la creación no tiene nada que ver con la velocidad y la eficiencia. Se trata de lo que podemos lograr con nuestras propias herramientas y talento.

Y el producto final valió la pena y mucho. Recibí elogios durante toda la noche sobre mi ramo por parte de los miembros de la familia, muchos de los cuales me habían seguido en Instagram a medida que lo creaba. Los amigos que estaban prometidos incluso decían que robarían algunas ideas para su propia boda. Otros invitados se sorprendieron al descubrir que mi diadema estaba impresa en 3D, diciendo que asumían que la había comprado.

No puedo dejar de lado que otra de mis motivaciones fue la de ahorrar dinero. Como pareja joven, para nosotros era una prioridad mantener los costes bajos siempre que pudiéramos. Como ya tengo dos impresoras 3D, solo necesitaba una pequeña inversión. En total gasté alrededor de 65 euros en todos los ramos. Cuando se calcula que el precio medio del ramo de novia es de aproximadamente 130 euros, y cada ramo adicional de dama de honor cuesta otros 65 euros más, lo mío fue una ganga. Es posible que la impresión en 3D aún no sea lo suficientemente barata como para abanderar una gran lucha contra la tradicional producción en masa, pero cuando se trata de los gastos de la boda, en realidad comienza a parecer un buen negocio.

Para mí y mi prometido, la impresión en 3D también nos ofreció la oportunidad de personalizar nuestra celebración teniendo en cuenta cómo somos. A ambos nos encanta crear. Al centrarme en la impresión 3D, pude diseñar nuestra boda a nuestra medida y crear una representación física de lo que planeamos hacer a continuación: una vida juntos.

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