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Associated Press

Cambio Climático

Árboles, muros y techos blancos: así lucha Nueva York contra el cambio climático

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La ciudad destinará más de 18.000 millones de euros para prepararse para las futuras amenazas climáticas a las que se enfrenta. Entre las distintas estrategias, está plantando árboles y pintando tejados de blanco para combatir el calor y construyendo muros marinos para resistir la subida del nivel del mar

  • por Mike Orcutt | traducido por Ana Milutinovic
  • 26 Septiembre, 2019

En 2012, la gran tormenta Sandy devastó la ciudad de Nueva York (EE. UU.): acabó con la vida de 44 personas y causó daños por un valor estimado más de 17.000 millones de euros. Ahora la oficina del alcalde va a invertir miles de millones para prepararse para la próxima gran tormenta. Pero la creciente intensidad de los huracanes en la cuenca del océano Atlántico es solo uno de los efectos peligrosos del cambio climático contra el que la ciudad debe defenderse en los próximos años, según la directora de la oficina de recuperación y resistencia del alcalde de Nueva York, Jainey Bavishi.

La urbe se enfrenta a la subida del nivel del mar, al aumento de las precipitaciones y a olas de calor más largas y peligrosas, explicó en la reciente conferencia EmTech de MIT Technology Review, y añadió que espera que "el número de días con la temperatura por encima de 90 °C  se triplique para la década de 2050". Parece que estos fenómenos han sido suficientes para que la oficina del alcalde hay adecidido destinar 18.200 millones de euros para implementar los cambios necesarios en el entorno de la ciudad.

Para abordar el aumento del calor, al que Bavishi denominó como "el asesino silencioso" porque la destrucción que causa no recibe tanta atención como los huracanes, la ciudad está plantando más árboles e incrementando las superficies reflectantes. Un programa se centra en pintar los techos de blanco, que no absorbe el calor del sol tanto como los colores oscuros y puede reducir las facturas de energía hasta en un 30 % durante el verano.

Bavishi afirmó que la ciudad ya ha cubierto tres millones de metros cuadrados de techos de esta manera, especialmente en los barrios más vulnerables al calor. Y dado que las olas de calor suelen afectar a las personas en sus hogares, la oficina del alcalde también ha lanzado un programa diseñado para identificar a las personas más vulnerables y encontrar voluntarios para supervisarlas. También están formando a los asistentes de salud doméstica para "detectar signos tempranos de enfermedades causadas por el calor", aseguró.

El problema de la subida del nivel del mar, que aumentará el riesgo de daños por inundaciones durante las grandes tormentas, es particularmente desalentador. Nueva York tiene 837 kilómetros de costa y, según Bavishi, se espera una subida del nivel del mar de hasta 76 centímetros  para 2050. Para abordar esta situación no basta con construir muros de contención: el objetivo consiste en mantener "habitables" las zonas cercanas a la costa. La responsable detalló: "Hay maneras de construir muros capaces de mejorar los espacios recreativos y de alguna manera oculten el muro". Por ejemplo, la ciudad está construyendo un parque en el Lower East Side y un muro frente al mar.

Todavía hay mucho espacio innovar en el área de adaptación climática y resiliencia, añadió Bavishi. Construir muros de contención y elevar edificios es muy caro, así que, en su opinión, deberíamos ampliar nuestra forma de pensar. Es necesario identificar nuevos materiales de construcción y desarrollar sistemas de sensores para reforzar el control ambiental en tiempo real.

También hace falta innovación en la financiación, argumentó Bavishi, añadiendo que de los 18.200 millones de euros que la ciudad está invirtiendo, 13.650 millones de euros provienen del Gobierno federal de EE.UU. para reponerse de Sandy. La directora concluyó: "Se trata de desafíos que requieren una acción proactiva y, por lo tanto, una financiación proactiva. Pero este dinero del Gobierno federal solo ha llegado a consecuencia de un desastre".

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