.

Computación

¿Cuál es el Próximo paso de los Interfaces de los Ordenadores?

1

El próximo paso podrían ser trucos táctiles para visualizadores grandes y pequeños.

  • por Kate Greene | traducido por Rubén Oscar Diéguez
  • 12 Diciembre, 2008

A principios de esta semana, el humilde ratón del ordenador cumplió 40 años. Si bien poco ha cambiado, desde que Doug Engelbart, un ingeniero del Instituto de Investigación de Stanford, en Palo Alto, CA, mostró por primera vez al ratón ante una muchedumbre escéptica en San Francisco, tal vez ya hayamos tenido algunos atisbos del futuro de las interfaces del ordenador. De ser así, en pocos años, el futuro de la interfaz de los ordenadores probablemente gire en torno al tacto. 

Gracias a la popularidad del iPhone, la pantalla táctil ha obtenido reconocimiento como una interfaz práctica para los ordenadores. En los próximos años, tal vez conozcamos variaciones increíblemente útiles sobre el mismo tema. Un par de proyectos indican el camino hacia modos de interacción más fácil con pantallas táctiles en miniatura, así como visualizadores del tamaño de paredes.

Un problema con los dispositivos como el iPhone, es que los dedos de los usuarios generalmente cubren información importante de la pantalla. Sin embargo, crear pantallas táctiles más grandes se traduciría en dispositivos demasiado voluminosos como para guardarlos en un bolsillo.

Un proyecto llamado nano Touch, desarrollado por Microsoft Research, plantea el desafío de agregar sensibilidad táctil a los visualizadores cada vez más pequeños. Patrick Baudisch y sus colegas le han añadido interacción táctil al dorso de dispositivos que van desde el tamaño de un iPod nano hasta el de un reloj o un colgante. El concepto de los investigadores es que el aparato tenga una parte frontal que sea el visualizador, un dorso completamente táctil y los controles a los costados.

Para hacer que el dorso de un aparato sea sensible al tacto, los investigadores añadieron una superficie capacitiva, semejante a las que se usan en las almohadillas táctiles de los portátiles. En una demostración, el equipo muestra que la interfaz puede usarse para jugar un video juego en primera persona sobre una pantalla del tamaño de una tarjeta de crédito. En otra demo, el dispositivo produce una imagen semitransparente de un dedo, como si el dispositivo fuera completamente transparente.

Cuando un dedo transparente o un cursor aparecen en la pantalla, las personas aún podrán accionar el dispositivo con confianza, comenta Baudisch, que es investigador a tiempo parcial en Microsoft Research y profesor de ciencias de la computación e interacción entre ordenadores-humanos en el Instituto Hasso Plattner en la Universidad Postdam, en Alemania.

Los detalles del dispositivo se presentarán en la conferencia sobre Interacción Ordenadores– Humanos, en Boston, el próximo abril. Los investigadores han probado cuatro tipos de visualizadores cuadrados que medían 2,4 pulgadas, 1,2 pulgadas, 0,6 pulgadas y 0,3 pulgadas de ancho. Descubrieron que las personas podían completar las tareas a casi la misma velocidad usando incluso la más pequeña, y que habían cometido casi la misma cantidad de errores utilizando todos los tamaños del dispositivo. Es más, los prototipos táctiles del dorso rindieron mejor que el dispositivo táctil frontal más pequeño.

Baudisch está alentado por los resultados y está en el proceso de establecer pautas para integrar interfaces traseras sensibles al tacto en dispositivos diminutos. “Imaginemos un futuro en que compras un videojuego del tamaño de una moneda de 25 centavos...y utilizas colgantes electrónicas” agrega Baudisch.

Jeff Hann, fundador de una startup llamada Perceptive Píxel, en Nueva York, dice que los conceptos de Baudisch son impresionantes, pero que a él le interesa aplicar la tecnología táctil a visualizadores grandes. Ya ha tenido algo de éxito: proporcionó las pantallas táctiles del tamaño de paredes a algunos departamentos del gobierno de los Estados Unidos y a varios puntos de noticias. De hecho, los presentadores de noticias utilizaron las pantallas táctiles de su empresa durante la elección presidencial de noviembre para mostrarle a los televidentes el progreso electoral del país entero.

Tradicionalmente, las pantallas táctiles grandes se han construido del mismo modo que las pequeñas y eso las hace muy costosas. Los visualizadores de Han aprovechan un fenómeno físico llamado reflexión interna total: se proyecta luz sobre un panel de acrílico, que actúa como visualizador y la luz queda completamente contenida dentro del material. Cuando un dedo u otro objeto entra en contacto con la superficie, la luz se dispersa y se detecta mediante cámaras situadas justo detrás del visualizador. Debido a que una capa delgada de material cubre al acrílico, la dispersión lumínica también depende de la cantidad de presión que se ejerce sobre el visualizador.

En una ponencia realizada en octubre en el Simposio sobre Software de Interfaz de Usuario y Tecnología, en Monterrey, CA, el colega de Han, Philip Davidson describe el software que lleva lo táctil más allá de la superficie, al utilizar presión para agregar otra dimensión al visualizador.

Davidson creó un software que reconoce cuánta presión ejerce una persona sobre una superficie. Si una persona presiona suficientemente una imagen de, digamos, un naipe y lo arrastra por el visualizador hasta otra carta, se deslizará debajo de ésta. Además, si una persona presiona firmemente un rincón de un objeto en la pantalla, el rincón opuesto se elevará para que la persona pueda deslizar cosas debajo de él. Es una manera de evitar que los visualizadores queden demasiado caóticos, comenta Davidson.

Sin embargo, Davidson también apunta que la sensibilidad a la presión no debe transformar el dispositivo en algo incómodo de usar. Estudió la fatiga natural que siente una persona cuando presiona un visualizador y arrastra un objeto de un lado al otro. Se espera que las nuevas características sensibles a la presión estén disponibles para mediados del año próximo, agrega Davidson.

Computación

Las máquinas cada vez más potentes están acelerando los avances científicos, los negocios y la vida.

  1. La 'start-up' de EE UU que se enfrenta al gigante japonés de materiales para chips

    La financiación federal está impulsando a empresas estadounidenses como Thintronics a incursionar en la fabricación de semiconductores. El éxito está lejos de estar garantizado.

    Placas de circuitos electrónicos apiladas en una cadena de montaje.
  2. ASML, la empresa que revolucionó la fabricación de chips y quiere seguir haciéndolo

    ‘MIT Technology Review’ se reunió con el CTO saliente, Martin van den Brink, para hablar del ascenso de la empresa a la hegemonía y de la vida y muerte de la Ley de Moore  

    Dos trabajadores de ASML pasan por delante de la máquina UVE de alta apertura numérica en Veldhoven
  3. ‘Chiplets’: el arma de China en su batalla tecnológica contra EE UU

    Al conectar varios chips menos avanzados en uno, las empresas chinas podrían eludir las sanciones impuestas por el gobierno estadounidense.