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El Obama Extensible

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El equipo de la transición está probando herramientas en la Red que podrían propulsar la próxima presidencia.

  • por David Talbot | traducido por Rubén Oscar Diéguez
  • 06 Diciembre, 2008

Después de que el presidente electo Obama nominó a Tom Daschle como secretario de salud, el equipo de Obama, por primera vez en una transición presidencial, invitó a las personas a dejar comentarios respecto a la política sanitaria en la página web, change.gov, y obtuvieron más de 3.700 respuestas. Luego hicieron que Daschle y un asesor de políticas grabaran un video a principios de esta semana para responder directamente a los comentarios recibidos en línea de los ciudadanos. Es un pequeño ejemplo de la estrategia de comunicaciones en Red centralizada que nos espera. Faltando unas seis semanas para la toma de posesión de Obama, se están elaborando más procesos de respuesta en la Red y el equipo de Obama está planeando lanzar una especie de anuario digital de la campaña. También están esbozando la nueva estrategia de medios de la administración. Mientras que se desconocen los detalles de esa estrategia, el presidente dispondrá de bases de datos de un tamaño y sofisticación sin precedentes, de sus simpatizantes – y votantes en general – incluso sus opiniones y sus esfuerzos en el pasado como voluntarios pro Obama.

A corto plazo, el público podrá esperar más prestaciones de change.gov, expresa Jascha Franklin-Hodge, cofundadora de Blue State Digital, la empresa que construyó el sitio y las herramientas de redes sociales en línea de la campaña. Y comenta: “Una de las cosas que le gustó hacer al equipo de transición fue abrir el sitio a las mejores ideas existentes, en términos de tecnología. IntenseDebate, por ejemplo, proporcionó la herramienta de comentarios utilizados para foros de feedback, tales como la de Daschle. “Existen, en camino, algunas otras (herramientas terciarias) que probablemente se integren a la página”.

La administración también planea lanzar una oda a los simpatizantes. Poco después del triunfo de Obama, change.gov invitó a las personas a que compartiesen historias sobre las líneas de evolución de la campaña. “Serán reunidas y usadas como parte de la toma de posesión – historias que demuestren el valor del autónomo”, comenta Thomas Gensemer, socio gerente de Blue State Digital. “Puedes imaginar casi un anuario. Están (la gente de Obama) reuniendo una tonelada de contenido realmente personal, así que tiene sentido tener un archivo de ello en línea.”. Este será un modo a través del cual el presidente electo tratará de mantener lazos en línea con sus simpatizantes, accesibles a través de una lista de correos electrónicos de 13 millones (la más grande en la historia política de los Estados Unidos).

Si a largo plazo, Obama quisiera transformar a estos célebres y autónomos organizadores de campaña en un garrote colectivo para influir en la política, lo que esta claro es que un arsenal de herramientas está a la espera. Las listas de votantes – que en algún momento consistían en plantillas de cálculo de precisión dudosa – ahora son activos digitales actualizados y refinados, disponibles a través de las nuevas interfaces en línea. Esta puesta a punto se ha logrado en el último par de años por la Voter Activation Network (Red de Activación de Votantes) de Somerville, MA.

La central de Obama ya explotó los sistemas de inicios de procesos de VAN. Cualquiera que haya visitado my.barackobama.com para llamar a los votantes antes del día de la elección estaba utilizando las interfaces de VAN; la lista de votantes venía de los servidores de VAN. Y cuando quienes llamaron obtuvieron información de los votantes, tales cómo a quien pensaban votar o que opinión tenían respecto a diversos temas, esta información refinada volvía a la base de datos de VAN, que es donde sigue estando. La gran pregunta es ¿cómo pasar este tipo de capacidad organizacional a otras cosas, como gobernar, como lograr que se aprueben leyes?”, acota Mark Sullivan, fundador de VAN. Aunque él no sabe lo que está planificando la administración Obama, predice que: “mirando al futuro, las personas gobernarán a través de un nivel de comunicación muy diferente con las personas a quienes gobiernen”.

Por ejemplo, compadezcámonos del congresista que intentara entorpecer legislación de Obama sobre, digamos, sanidad. Teóricamente, los simpatizantes de Obama podrían utilizar la base de datos de VAN para generar listas de votantes registrados que no sólo viven en el distrito correspondiente al congresista, sino que también expresaron un gran interés en la reforma sanitaria o que estuvieron presentes en un evento de Obama respecto a la sanidad durante la campaña. La base de datos también podría indicar quien estaría dispuesto a luchar, basándose en su historia previa de donaciones o como voluntario en centros de llamadas electorales, y proporcionar pistas de cómo podría darse más rienda suelta a estos electores contra el congresista.

La administración Obama o sus simpatizantes también podrían aprovecharse de la inteligencia colectiva almacenada en las bases de datos de Catalist, una empresa de base de datos de votantes fundada por Harold Ickes, ex jefe de personal adscrito de la administración Clinton. Catalist sintetiza bases de datos de una infinidad de organizaciones progresistas para obtener una comprensión cada vez más sofisticada de los sistemas de creencias de los votantes y cómo se transforman en votos y apoyo a distintos temas. “Al llegar Enero, cuando (Obama y su equipo) empiecen a focalizarse en la legislación de lo que será su programa, un gran paquete lleno de estímulos, sanidad, ley de “employee free-choice (*)”, tendrán grandes iniciativas. Obama piensa a lo grande, pero cuando se piensa a lo grande, debes movilizar personas. Podrás llevar un mensaje muy focalizado (a grupos específicos), y que ellos a su vez, llamen, escriban y redacten mensajes de texto. Es enormemente poderoso”, agrega Ickes.

(*) Ley que establece la relación entre empleados y sindicatos.

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