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Bharath Kannan

Bharath Kannan

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Atlantic Quantum | Su empresa está trabajando en una nueva forma de escalar los ordenadores cuánticos.

  • por Russ Juskalian | traducido por
  • 12 Septiembre, 2023

Bharath Kannan (27 años) encontró una nueva forma de aumentar la potencia de los ordenadores cuánticos al reducir las tasas de error de sus unidades de cálculo fundamentales, conocidas como cúbits. Ahora, Atlantic Quantum, la empresa que dirige, trabaja en la construcción de ordenadores cuánticos con los que avanzar en los campos de la encriptación, la ciencia de los materiales y el aprendizaje automático.  

La potencia de los ordenadores cuánticos se debe a que los cúbits pueden existir en múltiples estados al mismo tiempo, lo que permite nuevos tipos de cálculos. Pero los cúbits son muy inestables y propensos a errores, por tanto, las empresas que intentan construir ordenadores cuánticos tan potentes como para abordar problemas del mundo real acaban en un callejón sin salida. Cada cúbit adicional destinado a ejecutar un cálculo puede requerir miles de cúbits adicionales dedicados en exclusiva a anular sus errores. Por desgracia, el problema crece exponencialmente en lugar de linealmente, por lo que no se puede resolver con facilidad con fuerza bruta. 

Kannan y Atlantic Quantum han adoptado un enfoque muy diferente: construir un cúbit mejor. Sus cúbits, llamados fluxonium, funcionan a una frecuencia más baja que los utilizados por otras empresas, llamados cúbits transmon. En esta frecuencia más baja, hay menos solapamiento entre las señales. Es decir, menos interferencias y menos errores.  

Los investigadores conocían los cúbits de fluxonio desde hacía una década, aproximadamente. Sin embargo, sus ventajas no se aprovecharon porque eran más complejos de diseñar y construir, y más difíciles de controlar. 

Kannan resolvió esos retos mediante el desarrollo de nuevos circuitos para construir y controlar cúbits de baja frecuencia. Como ventaja añadida, también demostró que los ordenadores cuánticos basados en fluxonio, al funcionar más lento y sin sacrificar la velocidad de procesamiento, pueden controlarse con un hardware más sencillo que el que requieren otros tipos de ordenadores cuánticos.