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Computación

Un gran impulso para los registros electrónicos de salud

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Uno de los obstáculos más grandes es incorporar a los médicos de pequeños servicios privados a la red.

  • por Emily Singer | traducido por Claudia Taurel
  • 20 Febrero, 2009

Los médicos y los especialistas de la información de Estados unidos están intentando decidir desesperadamente cómo invertir mejor los 19.000 millones de dólares destinados a gastos de cuidados sanitarios, de acuerdo al nuevo proyecto de ley de estímulo. Desplegar los registros electrónicos de salud (EHRs) de manera amplia, necesitará de apoyo especial para todas las pequeñas prácticas privadas que se desarrollan en el país. Estos médicos proveen hasta el 80% de los cuidados sanitarios de la nación, pero menos del 20% actualmente utiliza los EHRs.

La mayor cantidad de los fondos de estímulo –17.000 millones de dólares – se destinarán en forma de reembolsos de Medicare y Medicaid para los médicos y hospitales que utilizan sistemas electrónicos. Los médicos que, a partir de 2011, utilicen tecnologías de información electrónica como los EHRs y sistemas de prescripción electrónica, tendrán derecho a recibir de 40.000 a 65.000 dólares. A los hospitales le corresponderán varios millones de dólares. Los incentivos serían eliminados lentamente a través del tiempo, con penalidades para aquellos que no adoptan el sistema electrónico de registros dentro en un plazo de cinco años. “Creo que mucha gente se desilusionó al saber que los incentivos se verán dentro de dos años”, asegura David Bates, jefe de la División de Medicina General en el Brigham y el Women´s Hospital en Boston (Estados Unidos). “Sin embargo, esos incentivos van a ser importantes, y creo que a partir de las prácticas empezarán a adoptar el sistema de registros electrónicos de salud”, añade Bates.

Solo entre le 4 y el 25% de los proveedores de Estados Unidos utilizan sistemas de almacenamiento de registros electrónicos, dependiendo del tamaño de su práctica. El proyecto de ley no requiere que todos los médicos utilicen los EHRs, o que paguen directamente por el software. Sin embargo, el programa de incentivos ayudará a superar el mayor obstáculo para que los médicos utilicen estos sistemas. Mientras que los médicos deben pagar de 40.000 a 50.000 dólares para comprar un sistema EHR y perder productividad importante en los primeros meses de uso; con el sistema actual, los aseguradores y los pagadores – y no los médicos – serían los mayores beneficiados con los ahorros producidos por los EHRs”, cexplica John Halamka, director y decano de tecnología en la Harvard Medical School. El sistema es similar al usado en Dinamarca, que posee uno de los mayores usos de EHR en el mundo.

Además, el proyecto de ley hará que se cree la Oficina del Coordinador Nacional de la Tecnología de Información de los Cuidados de la Salud, una dirección dentro del departamento de Salud y Servicios Humanos, que deberá encargarse de supervisar la adopción de los EHRs y de establecer los estándares y mejores prácticas.Ese departamento será el encargado de otorgar los fondos, junto al Instituto Nacional de Estándares y Tecnología y otras agencias federales.

Para conseguir los fondos, los médicos y los hospitales deberán cumplir con ciertos requisitos – el más importante, usar sistemas electrónicos que puedan compartir información entre los distintos proveedores e instituciones. Los restantes 2 mil millones de dólares de estímulo se han destinado al desarrollo de los estándares y normas de las mejores prácticas durante los próximos dos años, como también para programas de capacitación para los numerosos trabajadores para cuidados de la salud necesarios para implementar estos sistemas. “Existe una brecha muy grande entre el número de personas capacitadas en este área y el número de personas que necesitamos”, afirma Bates. “Casi cada práctica de 10 a 15 médicos necesitará un técnico para asesorarlos”.

La mayoría de los médicos no dispone del tiempo o la inclinación de salir y comparar los precios para los sistemas EHR y se encuentran aún peor equipados para lidiar con los problemas de tecnología que probablemente aparezcan cuando se implementen. “Podemos suponer que no todas los pequeños servicios de prácticas serán capaces de instalar los EHRs por sí solos”, explica Farzad Mostashari, comisionado asistente del Departamento de Salud de la Ciudad de Nueva York que ayudó a monitorear el programa EHR de la ciudad. “Las implementaciones más efectivas han sido a nivel de comunidad”, comenta Bates. “Por sí sola, la gente elige demasiados programas diferentes, hecho que hace el intercambio de información más difícil”, añade.

En una carta enviada a la Casa Blanca y al Congreso la semana pasada, médicos y administradores de cuidados sanitarios de todo el país, incluido Halamka y Mostashari, urgieron a que se incorporara el asesoramiento a nivel de comunidad dentro del proyecto de ley. Los legisladores parecen haber escuchado ya que designaron fondos para los centros IT regionales que proveerán asistencia técnica y otros tipos de ayuda a los proveedores del área. Este proyecto incluye financiamiento – vía subsidios competitivos – para los centros regionales que ayudaría a aliviar esta carga al proveer las normas de las mejores prácticas y la asistencia técnica.

La carta citó dos ejemplos exitosos de despliegues basados en la comunidad: el proyecto de información de los cuidados primarios de Nueva York y el Massachussets eHealth Collaborative. El proyecto de Nueva York, lanzado en 2007, es un esfuerzo por llevar los EHRs a los proveedores de los cuidados primarios aún en las zonas más pobres de la ciudad. El programa provee capacitación y apoyo técnico, y también asesorará tanto sobre los beneficios económicos como de salud al acogerse a lo digital.“La experiencia en Massachussets y Nueva York ha dado como resultado casi el 100% de adopción exitosa de la implementación de los EHR de los participantes”, señala Halamka del Harvard Medical School.

Los esfuerzos basados en la comunidad son también importantes para tratar de solucionar los temas privados, una de las preocupaciones más grandes que surgieron en respuesta a los EHRs. “Las pequeños servicios de prácticas no tienen experiencia con las características de seguridad”, señala Mostashari. “Tenemos un abogado dedicado a la privacidad que ayuda a desarrollar prácticas de privacidad para que los proveedores puedan dar pasos para reducir sus riesgos”.

Mostashari enfatiza en que mientras los registros electrónicos de salud conlleven algo de riesgo – los datos de miles de personas podrían liberarse ya sea como accidente o a propósito – también existen beneficios como poder realizar auditorias a quien accedió a un cuadro en particular.

Las empresas que venden los EHRs ya se están preparando para un mercado en expansión. “Nuestra intención es mejorar nuestro negocio potencialmente”, afirma Girish Kumar Navani, presidente y co-fundador de eClinicalWorks, una empresa de tecnología con sede en Massachussets que proveyó software y soporte tanto al proyecto de Massachussets como al de Nueva York. “Planeamos abrir una oficina en California y contrataremos a muchas personas”

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