.

Computación

El 'smartphone' de Google podría recrear el mundo en 3D

1

Los primeros usos del teléfono van desde aviones no tripulados a videojuegos inmersivos gracias a su mapeado en 3D

  • por Rachel Metz | traducido por Francisco Reyes (Opinno)
  • 02 Junio, 2014

Foto: Un 'smartphone' del Proyecto Tango sirve como cerebro de navegación de un avión no tripulado en la Universidad de Pennsylvania (EEUU).

Cuatro meses después de que Google diera a conocer el Proyecto Tango, un prototipo de teléfono inteligente Android con cámaras y sensores que captan el entorno del teléfono en 3D, los desarrolladores están utilizando el dispositivo para fabricar drones económicos con los que topografíar terrenos, videojuegos más inmersivos e incluso un sistema para buscar un traje que se ajuste mejor.

Además de una cámara frontal y sensores normales para medir la orientación y el movimiento, el dispositivo cuenta con una cámara de ojo de pez en la parte posterior capaz de capturar 180 grados y una cámara de detección de profundidad que utiliza infrarrojos para capturar una representación en 3D del entorno. Hasta el momento se han entregado 200 teléfonos a investigadores y empresas, que están haciendo cosas como atarlos con correas a aviones no tripulados y utilizarlos para escanear y modelar partes del cuerpo.

Los investigadores y desarrolladores del Proyecto Tango aseguran que podría usarse para explorar y mapear todo tipo de lugares y objetos en tres dimensiones de forma más fácil, más rápida y más barata. El profesor de la Universidad de Pensilvania (EEUU) dedicado al estudio de robots autónomos, Vijay Kumar, asegura que Tango reduce el coste de fabricación de un robot volador, y es muy adecuado para llevar a cabo tareas tanto de detección como de control porque es muy ligero y compacto. Está experimentando con uno atado a un cuadróptero autónomo. El dispositivo permite al helicóptero regresar continuamente a un lugar en pleno vuelo previamente programado, incluso después de ser empujado para moverlo de sitio.

Kumar asegura que conseguir que el dispositivo Tango funcionara con su robot fue relativamente fácil, y le llevó varias horas de programación, en lugar de semanas. Señala que esto se debe en parte a que los procesadores de los teléfonos inteligentes son lo suficientemente buenos para manejar los datos que los robots necesitan para funcionar, lo que evita la necesidad de tener que procesar los datos en otro ordenador.

El objetivo de Kumar en cuanto a Tango es que algún día tanto los teléfonos como los robots puedan fabricarse de forma suficientemente barata como para poder comprar 100 unidades y enviarlas allá donde haya ocurrido una catástrofe, para construir un mapa interior en 3D en sólo unos pocos segundos. "Eso estaría muy bien", asegura.

Más cerca del suelo, el director general y cofundador de la start-up de mapeado de interiores en 3D Paracosm, Amir Rubin, está considerando usar Tango para el entretenimiento: está trabajando en un demostración de un videojuego.

La demostración de Paracosm implica el uso del teléfono para escanear una habitación en la que después puedes "jugar" como si fuera un nivel en el juego. Luego, te mueves por esa misma habitación (en la vida real) para controlar el juego en primera persona en la pantalla del dispositivo (con el tiempo, asegura que podrás controlar un personaje dentro del juego).

El líder de tecnología del Proyecto Tango, Johnny Lee, no ha querido decir en qué momento saldrán al mercado los dispositivos que usen esta tecnología. Y puesto que los teléfonos Tango existentes son sólo prototipos, hay que pulir muchos defectos antes de que resulte atractivo comprar uno. Por ejemplo, aunque los desarrolladores elogian su capacidad para combinar ciertas características, como la capacidad de escaneo en 3D, o los sensores de posición y orientación, en un paquete del tamaño de un smartphone, también señalan que la vida de la batería es relativamente corta (aunque se niegan a decir cuánto tiempo dura exactamente). Tampoco puede procesar muchos gráficos, y puede recalentarse y apagarse.

Kumar señala que no puede hacer funcionar el dron equipado con Tango durante más de cinco minutos seguidos sin arriesgarse a que se apague en pleno vuelo. "Eso sería como un pájaro volando al que de pronto le cortas el cerebro y se estrella", señala.

Los desarrolladores esperan que se produzcan mejoras con el tiempo.

"Aún así, es muy bueno", señala el director general y cofundador de Styku, Raj Sareen, cuya start-up se dedica al escaneado del cuerpo en 3D. Su compañía está trabajando en una demostración que utiliza su software de escaneado y el Proyecto Tango para crear modelos en 3D de cabezas de personas, para mostrar la eficacia con la que puede explorar las partes del cuerpo humano.

Para utilizar la demostración hay que sostener un teléfono Tango delante de la cara de alguien y hacer un movimiento semicircular alrededor de la persona. Una vez hecho esto, los datos se se suben a un servidor de Styku que construye un modelo en 3D a partir de los datos de profundidad. A continuación se descargan en el teléfono (la versión actual del teléfono no es lo suficientemente potente como para generar el modelo en sí, pero Sareen espera que esto cambie en la próxima iteración).

Styku utiliza actualmente otros sistemas de escaneo, entre ellos el Kinect de Microsoft. La tecnología, que es utilizada por tiendas como Nordstrom para ayudar a los clientes a encontrar la ropa que mejor se ajusta a su talla en base a medidas corporales precisas, cuesta entre 5.000 y 6.000 dólares (3.673 y 4.407 euros). Si los sensores de profundidad en 3D se integran en los teléfonos, afirma, la gente simplemente tendría que autoescanearse utilizando una aplicación de Styku, lo que haría que comprar ropa a medida en línea fuera mucho más fácil. O la gente podría realizar un seguimiento de su salud y forma física comparando mediciones de diferentes partes del cuerpo a través del tiempo.

"Creo que aún tenemos que dar ciertos pasos", señala. "Pero estamos convencidos de que es el futuro".

Computación

Las máquinas cada vez más potentes están acelerando los avances científicos, los negocios y la vida.

  1. ‘Chiplets’: el arma de China en su batalla tecnológica contra EE UU

    Al conectar varios chips menos avanzados en uno, las empresas chinas podrían eludir las sanciones impuestas por el gobierno estadounidense.

  2. Esta ciudad china quiere ser el Silicon Valley de los ‘chiplets’

    Wuxi, el centro chino del envasado de chips, está invirtiendo en la investigación de ‘chiplets’ para potenciar su papel en la industria de semiconductores

  3. La computación cuántica se abre camino a través del ruido

    Durante un tiempo, los investigadores pensaron que tendrían que conformarse con sistemas ruidosos y propensos a errores, al menos a corto plazo. Esto está empezando a cambiar.

    Jay Gambetta dirige el desarrollo de los ordenadores cuánticos de IBM y lideró la iniciativa de llevar estos sistemas a la nube.