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Computación

"El producto que ofrecemos ahora mismo es una mierda enorme"

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La 'app' de comunicación interna Slack gana usuarios cada día pero su creador, Stewart Butterfield, cree que aún debe mejorar mucho

  • por Rachel Metz | traducido por Lía Moya
  • 25 Noviembre, 2014

Foto: Stewart Butterfield.

Aunque las aplicaciones que sirven para el trabajo no suelen inspirar demasiado entusiasmo, hay algo casi palpable en la expectación que rodea a Slack, una aplicación de comunicación para la oficina que se está difundiendo rápidamente.

Slack reúne toda clase de mensajes, archivos y avisos  relacionados con el trabajo -cosas que suelen ocupar espacio en las bandejas de entrada, las ventanas de mensajería instantánea y demás- y los archiva en salas de chat que se pueden conectar con servicios externos como Dropbox y Google Drive, y que son accesibles tanto desde dispositivos móviles como desde ordenadores de sobremesa.

Slack surgió del hundimiento de Glitch, un juego en línea creado por el cofundador de Flickr, Stewart Butterfield, con su empresa Tiny Speck, pero que echó el cierre el año pasado. Mientras trabajaban en Glitch, los cuatro miembros del equipo de Tiny Speck estaban repartidos entre San Francisco, Nueva York (ambas en EEUU) y Vancouver (Canadá), así que montaron una nueva herramienta de comunicación al añadir a una aplicación sencilla de mensajes similar a IRC funciones poco a poco, como la posibilidad de archivar y buscar en los mensajes. Butterfield explica que usaron la herramienta tanto que dejaron de usar el correo electrónico para comunicarse.

Después de cerrar Glitch, la empresa centró su atención en popularizar esta nueva herramienta de comunicación. La bautizaron como Slack y la lanzaron en agosto de 2013. Desde entonces Slack ha crecido rápidamente: la usan más de 300.000 personas cada día y la empresa tiene más de 73.00 usuarios de pago. Por otra parte, desde que se centrara en desarrollar Slack, Tiny Speck ha recaudado una cantidad importante de financiación en capital riesgo, unos 163 millones de dólares (unos 130 millones de euros)..

Butterfield se sentó con la redactora sénior móvil de MIT Technology Review, Rachel Metz, en las oficinas de San Francisco de la start-up, para hablar de la repentina popularidad de Slack y para explicar por qué le dice a sus empleados que la aplicación es un asco.

Empecemos por la pregunta evidente: ¿por qué es tan popular Slack?

Con ella consigues dos beneficios inmensos. Uno es muchísima más transparencia. Puedes ver lo que hacen los demás. No tienes que tener una reunión con todos presentes por la mañana; no necesitas un informe de estado ni nada parecido. También funciona trasversalmente con todos los equipos, así que los ingenieros pueden ver en qué están trabajando los diseñadores y el equipo de operaciones técnicas pueden ver en qué está metido servicio al cliente y cosas así. Puedes meter la mano en el flujo de información desde algunos de estos otros canales.

El segundo es que toda la comunicación que ocurre dentro de una empresa es la manifestación digital de su conocimiento institucional. En la mayoría de los sistemas ese conocimiento se basa en correos electrónicos y está muy fracturado y fragmentado. Como si cada uno tuviera su propia porción. Si pones esas cosas a disposición de todos, no sólo están disponibles ahora, están disponibles para la gente en el futuro. Así que alguien que se une al equipo la semana que viene, el mes que viene o el año que viene no tiene una bandeja de entrada vacía. Es decir, cada decisión que se ha tomado, cada debate que ha habido, cada vez que alguien ha mencionado una fuente o una empresa o una institución, o cualquier momento en que alguien compartiera un enlace o se intercambiara un documento, todo eso se puede buscar, puedes volver atrás y encontrarlo todo. Es tremendamente valioso.

¿En qué otras cosas estáis trabajando?

Cuando usas Slack hay un flujo inmenso de información, algo que puede ser abrumador, es en tiempo real, te distrae, y hay demasiado para estar al día. Ese es el inconveniente de tenerlo todo disponible. Creo que las organizaciones y los equipos necesitan tiempo para acostumbrarse a usarlo.

Una de las cosas en las que hemos trabajado internamente es en el análisis de los sentimientos. Imagina que eres el director y tienes una reunión con todo el equipo. Y puedes ver en vivo el flujo de lenguaje positivo frente a lenguaje negativo de todo el equipo, normalizado cualquiera que sea el punto de referencia.

¿Vais a introducir otros cambios en Slack?

Dios, sí. Intento inculcárselo al resto del equipo, pero sin duda ahora mismo siento que lo que tenemos es una mierda enorme. Es horrible y deberíamos sentir humillación por ofrecer esto al público. Aunque eso no le parece motivador a todo el mundo.

Pero siempre hay margen para mejorar. Estamos trabajando en muchísimas cosas, desde cosas como respuestas en forma de mensajes y la posibilidad de reaccionar a los mensajes deforma no verbal. Una de las cosas que le gusta mucho a la gente de Twitter, por ejemplo es poder crear "favoritos". Probablemente llevemos hechas la mitad de la lista de cosas que queríamos hacer cuando empezamos hace dos años. Aún nos queda mucho camino por recorrer.

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