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La tecnología arruina el sueño de Apple de iPhones de zafiro

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El mejor método de cultivo disponible es delicado y tarda casi un mes, lo que ha impedido al proveedor alcanzar el nivel de producción

  • por Kevin Bullis | traducido por Lía Moya
  • 26 Noviembre, 2014

En el año anterior al lanzamiento del iPhone 6, Apple invirtió más de mil millones de dólares (unos 800 millones de euros) para hacer que la pantalla de zafiro fuera una de las características más vendibles del dispositivo. Basarlas en este material prácticamente irrayable hubiera servido para marcar la distancia ente el nuevo teléfono y la competencia.

Sin embargo, cuando Apple anunció el iPhone 6 el mes de septiembre pasado, no tenía una pantalla de zafiro sino una de cristal normal. Y un mes después, la pequeña empresa de New Hampshire (EEUU) elegida para proveer a Apple de ingentes cantidades de zafiro barato, GT Advanced Technologies, se declaró en quiebra.

Documentos recientes del proceso de quiebra de GT y conversaciones con personas que conocen las operaciones tanto de Apple como de GT nos dan varias pistas sobre qué fue mal.

El zafiro debía de parecer el material perfecto para una pantalla de smartphone. Hace mucho que se usa como cristal para los relojes de lujo y Apple lo ha usado para tapar las cámaras y sensores de huellas en algunos iPhones desde octubre de 2013. Pero fabricar trozos grandes de zafiro, lo suficientemente grandes para una pantalla de smartphone, normalmente costaría diez veces más que usar cristal.

En 2013, GT, una empresa que había fabricado y vendido hornos para cultivar zafiros desde hacía muchos años, afirmó que podía reducir el coste en dos tercios al aumentar el tamaño de sus equipos y adaptar el cristal con procedimientos de cultivo para producir cristales cilíndricos -llamados boules- que son más del doble de grandes que los cristales de zafiro normales.

En un principio Apple se ofreció a comprar hornos para cultivar zafiro a GT. Pero según fuentes conocedoras de las negociaciones, después de cinco meses Apple exigió un cambio importante de los términos, obligando a GT a suministrar el propio zafiro. De hecho, Apple quería que GT construyese la mayor fábrica del mundo para producirlo y multiplicase la producción mundial de zafiro por más de dos.

Apple afirman en documentos presentados recientemente al tribunal que GT "no logró producir cantidades significativas de zafiro utilizable". La presentación de quiebra de GT da pistas sobre por qué la empresa no pudo cumplir.

Para producir zafiro hace falta un entorno muy limpio, pero las obras en la fábrica implicaban que el zafiro se estaba cultivando "en un entorno muy contaminado que afectó de manera adversa a la calidad del zafiro", según GT. También necesita de un suministro ininterrumpido de agua y electricidad para regular la temperatura del óxido de aluminio fundido que se usa para formar los boules. GT explica que para ahorrar costes, Apple decidió no instalar suministros  energéticos de refuerzo y múltiples apagones arruinaron tandas enteras de zafiro.

A los problemas técnicos se habría añadido el hecho de que se tarda casi un mes en cultivar un boule de zafiro. No hay forma de comprobar el cristal de zafiro se está formando correctamente dentro de un horno, según el experto de la industria de la empresa francesa Yole Développement, Eric Virey. Incluso si hay un problema al principio del proceso, "sólo ves los resultados al final del mes, cuando lo abres", explica Virey. Así, una vez que has descubierto e intentado corregir un problema, podría pasar otro mes o más antes de saber si el arreglo funciona.

Los problemas evidentemente no se acaban con la producción de un boule perfecto. GT afirma en los documentos que hubo problemas con gran parte del equipo de corte y pulido usado para cortar el boule, equipo que afirma eligió Apple. Por ejemplo, una sierra de dientes de diamante que supuestamente iba a cortar el zafiro en 3,6 horas, tardó 20 horas y hubo que sustituirla. Según GT, problemas de este tipo aumentaron los costes de procesado del boule de zafiro en un 30%.

Los términos negociados por Apple obligaban a GT a suministrar una cantidad ingente de zafiro, pero Apple no tenía ninguna obligación de comprarlo. En los documentos presentados con la quiebra, GT acusa a Apple de usar tácticas de cebo y cambio y que los términos del acuerdo eran "onerosos y en general unilaterales".

No queda claro si este fracaso marca el fin de los intentos de Apple por usar zafiro en las pantallas de sus smartphones. Apple va a usar zafiro para la pantalla de una de las versiones de su nuevo Apple Watch, aunque no dependerá de GT para producir el material. Pero habrá que desarrollar más las técnicas para cultivar zafiro antes de que se produzca un uso generalizado del material en las pantallas de smartphones.

GT está trabajando en una posibilidad que podría eliminar la necesidad de usar cristales grandes, cortando unos más pequeños en láminas ultrafinas que se podrían añadir al cristal convencional. Eso reduciría la cantidad de zafiro necesaria al tiempo que produciría pantallas prácticamente irrayables (ver "Se acabaron las rajas en la pantalla de tu teléfono").

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