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Computación

Nace un nuevo Bitcoin basado en la 'amistad'

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El sistema depende de la confianza que unos criptógrafos depositen sobre otros y parece que su único punto débil es el factor humano

  • por Tom Simonite | traducido por Francisco Reyes
  • 16 Abril, 2015

El valor total de la moneda digital Bitcoin actualmente es de unos 3.400 millones de dólares (3.200 millones de euros), y muchas empresas e inversores están trabajando para demostrar que la tecnología puede hacer que los servicios financieros sean más baratos y útiles.

Sin embargo, el profesor de Stanford (EEUU) David Mazières cree que tiene una alternativa más rápida, flexible y segura. Si Mazières tiene razón, su tecnología podría hacer que los pagos digitales y otras transacciones fueran más baratas, seguras y fáciles, en especial a través de las fronteras. Publicó el diseño de su sistema en un informe blanco este pasado miércoles.

Las transacciones de Bitcoin se basan en un software que se ejecuta en miles de ordenadores vinculados a través de internet. Esta red distribuida usa un conjunto de reglas y principios criptográficos para verificar de forma fiable las transacciones, aunque ninguna persona u organización tiene el control.

El sistema fue presentado al mundo en 2008 en un documento técnico publicado bajo el seudónimo de Satoshi Nakamoto. El diseño resultó significativo por mostrar una forma mediante la que un grupo de contribuyentes que no necesariamente confíen entre sí pueden crear colectivamente un sistema para verificar las transacciones. La forma en que Bitcoin logra este cometido hace que sea más lento y menos seguro de lo que sería ideal para un sistema destinado a convertirse en parte de la infraestructura financiera del mundo, asegura Mazières.

El nuevo protocolo de criptodivisa de Mazières, llamado SCP, está siendo adoptado por una organización sin ánimo de lucro llamada Stellar para reemplazar a un sistema inspirado en Bitcoin cuyo objetivo es hacer que los servicios financieros sean más baratos y accesibles en el mundo en desarrollo (ver Una versión de Bitcoin quiere fomentar el ahorro entre los adolescentes de África). El sistema original de Stellar ha sido modelado según otro desarrollado en la start-up Ripple Labs, que está usándolo para ayudar a los bancos y otras entidades financieras a transferir dinero más rápidamente (ver Ripple Labs fabrica dinero).

El año pasado el sistema de Stellar se "bifurcó" de forma inesperada en dos redes que no estaban de acuerdo en qué transacciones eran válidas, y se perdieron varias horas de transacciones. Mazières asegura que su nuevo sistema evita la parte del diseño que provocó ese problema. (Ripple sostiene que su diseño es seguro si se usa correctamente).

Mazières ha pedido una licencia en Stanford (EEUU) para trabajar cuatro días a la semana en el proyecto como director científico de Stellar. Entre aquellos que apoyan a Stellar están la compañía de pagos Stripe (ver "Bitcoin es una especie de test de Rorschach financiero").

El diseño de Bitcoin se basa en un proceso llamado "minería", mediante el que la gente ejecuta un software que se apresura en resolver problemas matemáticos. Resolver un rompecabezas verifica las transacciones recientes hechas en Bitcoin y da a quien lo resuelva varias bitcoins de nueva creación o algunas comisiones de transacción (ver ¿Qué es Bitcoin, y por qué es importante?). La distribución de cálculos también protege contra el fraude: necesitarías hacerte con el control de más de la mitad de la potencia total de cálculo usada para la minería para poder, por ejemplo, gastar una bitcoin dos veces.

Sin embargo, actualmente los mineros tardan unos 10 minutos en confirmar una nueva transacción, y la minería utiliza mucha energía (los mineros de Bitcoin en conjunto consumen tanta electricidad como Irlanda, según estimaciones de varios investigadores en 2014). Mazières señala que el uso de la minería para verificar la confianza y la seguridad también tiene sus limitaciones. "Bitcoin está bien, pero queríamos empezar desde cero e intentar solucionar algunas de estas propiedades adicionales", señala.

El nuevo sistema SCP también depende de personas que ejecuten un software que se comunique a través de internet, pero no se usa la minería para establecer la confianza. En su lugar, cada persona que ejecuta el software debe identificar a varios otros participantes fiables para aplicar correctamente las normas criptográficas usadas para validar transacciones. Cada instancia del software reconocerá las transacciones sólo cuando una fracción mayoritaria de algunos de sus colaboradores de confianza también la hayan corroborado. Y las relaciones de confianza son públicas.

Mazières señala que el proceso matemático demuestra que estas normas permitirán al sistema comprobar de manera fiable las transacciones mucho más rápidamente y usando menos energía.

Un profesor de Stanford que no trabajaba en el sistema del Mazières pero que lo ha puesto a prueba, Dan Boneh, afirma que SCP evita algunas de las limitaciones de seguridad de Bitcoin. "La propuesta de seguridad de Bitcoin es que se puede confiar en la gente que haya invertido en infraestructura de minera, pero puede que esto no sea cierto", asegura. "Aquí puedo elegir por mí mismo en quién confiar".

SCP también permite el uso de criptografía más fuerte, afirma Boneh. La criptografía de Bitcoin es fuerte hasta cierto punto, ya que tiene que seguir siendo posible que los mineros resuelvan los puzzles. "Por diseño, no puedes reforzar la dureza de Bitcoin hasta el punto en que sea imposible para un atacante que tenga los recursos necesarios", señala Boneh. "Con esto sí puedes".

El profesor asociado de la Universidad de Cornell (EEUU), Emin Gün Sirer, está de acuerdo en que SCP parece tener varias ventajas sobre Bitcoin. También dice que parece resolver lo que él considera una brecha en el protocolo de Ripple, que ocasionó el problema de "bifurcación" de Stellar el año pasado. "El protocolo parece ser sólido", asegura Sirer.

Sin embargo, en teoría es posible derribar a SCP si los participantes escogen socios fiables de tal modo que no haya suficientes superposiciones como para que la red permanezca unida en su conjunto, o si un atacante orquesta ese tipo de situación, dice Sirer. El grado de probabilidad dependerá de las acciones de las personas que adopten SCP. "Es una cuestión social, no técnica", señala Sirer.

Mazières reconoce esta posibilidad, pero asegura que es poco probable. Cree que surgirán ciertas grandes organizaciones, quizá bancos, para dar apoyo a la red SCP.  Aún así, reconoce que "la gente es siempre un punto débil".

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