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Cambio Climático

Una guerra en EEUU para decidir si la energía solar doméstica merece la tarifa de balance cero

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El Estado de Nevada acaba de suprimirla, una decisión "poco ética" para la industria solar el país

  • por Richard Martin | traducido por Teresa Woods
  • 07 Enero, 2016


Foto: Las instalaciones solares en tejado pueden beneficiar a sus propietarios, pero no siempre benefician a los demás consumidores.

El instalador de soluciones solares SolarCity, el principal proveedor de paneles solares de Estados Unidos, se ha retirado del mercado de Nevada tras la decisión del Estado de reducir la tarifa de balance cero que pagan a los propietarios residenciales de capacidad solar. Esta decisión señala una escalación de la guerra sobre el balance cero que se está librando dentro de la industria.

Nevada, uno de los mercados de más rápido crecimiento para la energía solar residencial, ha sido el primero en realizar modificaciones drásticas en su política de balance cero, según la cual los propietarios de instalaciones solares residenciales son compensados por la energía que envían a la red eléctrica, normalmente a tarifas de minorista. Todos menos un puñado de estados han establecido programas de balance cero. Alegando que estas tarifas representan una transferencia injusta de costes a las empresas energéticas y a los clientes sin capacidad solar, las energéticas han montado una campaña bien financiada para reducir o eliminar estos pagos. La Comisión de Servicios Públicos de Nevada se mostró de acuerdo, pidiendo a las energéticas que reduzcan la compensación para los proveedores solares de tarifas minoristas a tarifas al por mayor.

De forma no sorprendente, la industria solar no está de acuerdo. Calificando la decisión del balance cero "poco ética, sin precedentes y posiblemente ilegal", el CEO de SolarCity, Lyndon Rive, predijo que "destruirá la industria solar en unos de los estados con más sol". 

La inversión de Nevada se produjo días después de que el Congreso de Estados Unidos votara para prolongar el crédito fiscal por inversión en proyectos solares (ver La extensión de los créditos fiscales proporciona a la industria solar un nuevo impulso). GTM Research calculó que la renovada desgravación fiscal añadirá 25 gigavatios de nueva capacidad solar durante los próximos cinco años, impulsado por 40.000 millones de dólares (unos 37.131 millones de euros) en nuevas inversiones entre 2016 y 2020.

Los sucesos en Nevada, no obstante, podrían señalar una importante transformación de la economía de la energía solar para propietarios residenciales. La tarifa minorista de la electricidad en Nevada es de 12,39 céntimos de dólar (unos 11,5 céntimos de euros) por kilovatio-hora; la tarifa al por mayor para la región que incluye Nevada era, de media, de unos dos céntimos de dólar (unos 1,86 céntimos de euros) por kilovatio-hora en diciembre.

Según un informe del Lawrence Berkeley National Lab, el coste de un sistema solar residencial ha caído hasta entre unos 25 y 30 céntimos de dólar (entre unos 23,21 y 27,86 céntimos de euro) por kilovatio-hora. Sumando los subsidios federales y estatales y los créditos fiscales, esa cifra baja hasta 15 céntimos de dólar (unos 13,93 céntimos de euro) o menos. Si la tarifa minorista de la electricidad de la red (en ausencia del balance cero) es menor que esa cifra, la instalación solar representa una mala inversión; si es mayor, es una buena inversión. Las tarifas de balance cero a la más alta tarifa minorista hacen que la instalación de capacidad solar distribuida sea para los propietarios una inversión mucho mejor  - y por tanto ayudan a acelerar la propagación de energías limpias, según los proveedores solares y sus defensores.

Muchos estudios han examinado los costes y beneficios del balance cero tanto para las empresas energéticas y los consumidores propietarios de capacidad solar, y sus conlusiones varían ampliamente. Un estudio encargado por la Comisión de Servicios Públicos de Nevada concluyó que el balance cero para sistemas instalados entre 2004 y 2016 proporcionarían un beneficio a los consumidores no propietarios de capacidad solar de unos 36 millones de dólares (unos 34,4 millones de euros) durante el ciclo de vida de los sistemas. Otros, sin embargo, han calculado el aumento de costes que provocan las instalaciones solares de tejado supera el valor de la energía generada. Respondiendo a la decisión de Nevada, Severin Borenstein, un profesor de la Escuela Haas de Negocios de la Universidad de California en Berkeley (EEUU), escribió que "el balance cero es una manera ineficiente y opaca de apoyar el crecimiento de tecnologías bajas en emisiones de gases de efecto invernadero, y debería ser sustituido por unos subidios más directos y transparentes".

Se están viendo disputados los programas existentes de balance cero en la mayoría de los principales mercados domésticos de energía solar, incluidos California, Arizona y Nueva York (todos ellos en EEUU). Misisipi anunció recientemente una política de balance cero que pagará tarifas al por mayor, no minoristas, por la energía solar generada por domilicios y pequeños negocios. Hawái cerró su programa para nuevos propietarios de capacidad solar en octubre. Muchos estados han alcanzado, o están a punto de alcanzar, los límites establecidos para el total de capacidad solar permitido bajo sus programas de balance cero, lo que significa que las nuevas instalaciones residenciales no tendrán cobertura bajo el sistema de compensaciones. Nevada llegó al nivel máximo de su programa de balance cero de 235 megavatios en 2015, provocando la retirada del proveedor solar Vivint Solar del Estado.

Pero no todos los estados revertirán sus tarifas de balance cero. Nueva York, que se ha sometido a una profunda reestructuración de su sector eléctrico, llegó a suspender el límite sobre sistemas solares fotovoltaicos cubiertos por su programa estatal de balance cero en octubre. También en octubre, los reguladores de Nuevo Méjico (EEUU) desestimaron una propuesta hecha por El Paso Electric para imponer nuevas tasas para los propietarios solares. Los reguladores de Arizona, donde el debate sobre el balance cero ha sido más arduo, han rehusado modificar su programa de momento mientras los reguladores buscan un compromiso entre las empresas energéticas y los defensores de la industria solar. Y a finales de año, los reguladores de California hiceron pública una propuesta que dejaría intactas las políticas actuales de compensación.

Al final, la resolución de las guerras del balance cero podría presentarse en forma de un mercado abierto para la generación de energía distribuida, en el que los productores puedan vender directamente a los consumidores y los precios sean fijados en función de la oferta y la demanda, junto con algún tipo de cargo mínimo en concepto del servicio energético. Tales sistemas han empezado a emerger en Alemania entre otros lugares (ver Alemania lanza un servicio de compra-venta de energía renovable para particulares). Mientras tanto, sin duda seguirán las guerras del balance cero.

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