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Computación

Intel confirma el freno a la ley de Moore

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El fabricante de chips Intel ha confirmado que reducirá el ritmo al que disminuye el tamaño de sus chips. La empresa sigue buscando un sucesor para los transistores de silicio

  • por Tom Simonite | traducido por Teresa Woods
  • 30 Marzo, 2016

El fabricante de chips Intel ha señalado un ralentización de la ley de Moore, un fenómeno tecnológico que ha jugado su papel en prácticamente todos los avances importantes de la ingeniería y la tecnología durante décadas.

Desde la década de 1970, Intel ha lanzado chips que alojan el doble de transistores dentro del mismo espacio físico aproximadamente cada dos años, con la intención de seguir una curva exponencial que lleva el nombre de Gordon Moore, uno de los cofundadores de la empresa. Ese encogimiento continuo ha ayudado a hacer que los ordenadores sean más potentes, compactos y energéticamente eficientes. Ha ayudado a traernos los smartphones, unos potentes servicios de internet e importantes logros en campos como la inteligencia artificial y la genética. Y la Ley de Moore se ha convertido en sinónimo de la idea de que cualquier cosa relacionada con la computación se volverá más capacitada con el paso del tiempo.

Pero Intel ha revelado en un informe para el regulador el mes pasado que está reduciendo el ritmo al que lanza nuevas tecnologías de fabricación de chips. La diferencia entre sucesivas generaciones de chips con nuevos transistores más pequeños se ampliará. Con los transistores de los últimos chips de Intel, tan pequeños como 14 nanómetros, se está complicando reducirlos más de forma que resulte rentable producirlos.


Crédito: John MacDougall (Getty Images).

El cambio de estrategia de Intel no es una completa sorpresa. Ya aplazó el debut de sus primeros chips con transistores de 10 nanómetros de finales de este año hasta algún momento de 2017. Pero resulta llamativo que ahora la empresa haya reconocido que no representa una situación puntual, que no puede mantener el mismo ritmo al que está acostumbrada. Eso significa que se ralentizará también la ley de Moore.

Pero, eso no significa que nuestros dispositivos vayan a dejar de mejorar, ni que ideas como los coches autónomos vayan a paralizarse por falta de potencia computacional. Intel dice que lanzará mejoras de rendimiento adicionales entre las generaciones de tecnología de transistor al proporcionar mejoras en el diseño de los chips. Y los chips de la empresa en esencia son irrelevantes para los dispositivos móviles, un mercado dominado por competidores que generalmente se encuentran rezagados en términos de encoger los transistores y adoptar nuevas tecnologías de fabricación. También se puede argumentar que para muchos usos de la computación, como los dispositivos portables o los implantes médicos, los chips ya disponen de suficiente potencia y que resulta más importante el consumo energético.

Pero la potencia computacional bruta aún importa. Colocar una potencia mayor detrás de los algoritmos de aprendizaje de máquinas ha sido crucial para los últimos avances de la inteligencia artificial, por ejemplo. Y es probable que Intel tenga que darnos más malas noticias sobre el futuro de los chips y la ley de Moore dentro de poco.

El director de fabricación de la empresa dijo en febrero que Intel necesitará reemplazar los transistores de silicio dentro de unos cuatro años. "La nueva tecnología será fundamentalmente distinta", afirmó, antes de reconocer que Intel aún no ha desarrollado un sucesor. Hay dos candidatos líderes - la espintrónica y los transistores de efecto túnel -, pero puede que no ofrezcan grandes ventajas en cuanto a la potencia computacional. Y ambas se encuentran aún lejos de estar listas para utilizarse en la fabricación masiva de procesadores.

(Para saber más: AnandTech, Los chips del futuro perderán velocidad para consumir menos energía)

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