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Biotecnología

La restricción calórica retrasa el envejecimiento en los monos

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La dieta retrasa o previene la diabetes, el cáncer, las enfermedades del corazón y la atrofia cerebral.

  • por Katherine Bourzac | traducido por Francisco Reyes (Opinno)
  • 09 Julio, 2009

Un estudio de 20 años de duración con monos rhesus acaba de suministrar la primera evidencia consistente de que las restricción de calorías retrasa el proceso de envejecimiento en los primates.

Una dieta nutricionalmente adecuada pero que incluya un 30 por ciento menos de calorías que las normales ha probado ser eficaz a la hora de alargar la esperanza de vida y retrasar la aparición de enfermedades relacionadas con la edad en otros animales, tales como las moscas, los gusanos y los roedores. Sin embargo, y debido a que los estudios en los primates tardan mucho más en llevarse a cabo, aún no se había podido probar que estos beneficios también se diesen en ellos. Un grupo de investigadores del Centro Nacional de Estudio de Primates de la Universidad de Wisconsin-Madison acaba de informar que en los monos rhesus, el riesgo de padecer la mayoría de las enfermedades relacionadas con la edad—diabetes, cáncer, enfermedades del corazón, y atrofia cerebral—se ve reducio a un tercio si se sigue una dieta restringida en calorías  en la edad adulta.

“Con estos resultados, nos hemos convencido de que el retraso del envejecimiento puede darse,” afirma Richard Weindruch, profesor de medicina de la Universidad de Wisconsin-Madison, que comenzó el estudio en 1989. La investigación involucró a 76 monos, y la mitad de ellos siguió una dieta extrema. Por ahora, 33 de los monos que han sobrevivido han llegado a ser ancianos. El 37 por ciento de los monos que siguieron una dieta normal murieron de enfermedades relacionadas con la edad, en comparación con sólo el 13 por ciento de los monos que siguieron la dieta restringida. Aún no se sabe si la restricción de calorías alarga la esperanza de vida del animal, aunque los resultado que se publican hoy en Science hablan en detalle acerca de las ventajas de esta dieta a la hora de prevenir la mayoría de las enfermedades más comunes.

La evidencia más clara que se puede extraer del estudio tiene que ver con las enfermedades metabólicas. Mientras que cinco de los monos que siguieron la dieta normal se volvieron diabéticos y 11 fueron pre-diabéticos (con niveles de glucosa en la sangre más altos de lo normal), los monos que siguieron la dieta restringida no sufrieron esta enfermedad en absoluto. La incidencia de enfermedades cardiovasculares y tumores se redujo a un 50 por ciento en el grupo de monos que siguió la dieta. Unas imágenes obtenidas con resonancia magnética mostraron que la restricción calórica preservó el volumen de materia gris en el cerebro al paso que los monos envejecían. En general, el grupo de la dieta parecía biológicamente más joven: las enfermedades relacionadas con la edad, de darse, ocurrían a una edad más avanzada.

Este estudio es significativo porque los monos rhesus son más parecidos a los humanos que cualquier otro animal que se haya utilizado hasta ahora en estudios de restricción de calorías. “Los monos son tan cercanos a nosotros; este estudio viene a señalar que es posible que la dieta también funcione en humanos,” afirma Ricki Colman, una de las investigadoras principales del estudio. Los investigadores de Wisconsin también se aseguraron todo lo posible de que el estudio fuese lo más aplicable a los humanos posible. “Tratamos a cada animal como si fuera un paciente individual,” afirma Colman. Los animales reciben exámenes físicos cada seis meses, así como cuidados dentales completos y todas las intervenciones médicas necesarias. “Tratamos la diabetes con insullina, y cuando identificamos tumores los extirpamos,” nos explica.

Obviamente, tal y como señala Colman, “la práctica de la restricción calórica no es un objetivo realista para los humanos.” El objetivo final del estudio, afirma, es comprender mejor los mecanismos que se dan en el envejecimiento, para así llegar a dar con la fórmula que hiciese que la gente pudiera vivir vidas más sanas y longevas: “Nos valemos de este estudio para comprender mejor el proceso de envejecimiento.”

Existen algunas evidencias acerca de los efectos de la restricción calórica y sus beneficios metabólicos y cardiovasculares en los humanos, aunque los datos extraídos de los monos son de gran importancia puesto que estos estudios son difíciles de llevar a cabo con humanos, especialmente a largo plazo. “Los datos humanos aún son muy superficiales—es difícil poder llevar a cabo experimentos controlados en humanos,” afirma Leonard Guarente, profesor de biología del MIT. Incluso en monos, afirma, “estos estudios son muy difíciles y muy, muy a largo plazo.”

Para los investigadores, existen dos grandes preguntas que aún hay que contestar. En primer lugar, ¿la restricción calórica alarga la esperanza de vida en los primates? “Hasta dentro de 15 años no poseeremos datos significativos relacionados con la maximización de la esperanza de vida,” afirma Weindruch. Los monos del estudio de Wisconsin pertenecen a dos grupos de edad; la edad media del grupo es 29 años, lo cual es una edad muy avanzada si tenemos en cuenta que estos animales, de media, suelen vivir unos 25 años en cautividad. Sin embargo, la edad máxima conocida de un mono rhesus es de 40 años. “Si el último mono bajo dieta calórica restringida muriese al mismo tiempo que el último de los monos de control, significaría que únicamente se retrasa la aparición de las enfermedades, pero que no se extiende la esperanza vital,” afirma Luigi Fontana, profesor de investigación en la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis, y que dirige un estudio con personas que siguen la dieta.

La otra pregunta tiene que ver con la forma en que la restricción calórica afecta realmente a los monos. Ahora que existen evidencias claras de sus beneficios, señala Weindruch, el grupo establecerá otro grupo de animales para estudiar los mecanismos subyacentes.

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