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El día que la Luna cambió a los astronautas por los CEO de Silicon Valley

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Para diversificar sus negocios, Jeff Bezos, Elon Musk y Richard Branson quieren ser los primeros en cubrir servicios espaciales, que aunque aún no son comunes, probablemente se volverán indispensables

  • por Jamie Condliffe | traducido por Teresa Woods
  • 13 Marzo, 2017

Foto: Un cohete Falcon 9 de SpaceX realiza un exitoso aterrizaje en la Tierra. Crédito: NASA (Getty Images).

Parece que los CEO del mundo se han aburrido de innovar industrias aquí en la Tierra y han decidido fijar sus objetivos en el espacio exterior.

No es ninguna primicia que el juguete por excelencia de los multimillonarios es una empresa aeroespacial privada. Jeff Bezos, Elon Musk y Richard Branson tienen las suyas, en forma de Blue Origin, SpaceXVirgin Galactic, respectivamente. Pero ahora estos tres hombres han anunciado de forma independiente nuevas iniciativas de sus planes de exploración espacial.

Cuando Jeff Bezos habló con The Washington Post (que, por cierto, es de su propiedad) confirmó que planea empezar a realizar envíos a la Luna. La idea no intenta ser el mayor truco publicitario de Amazon sino un plan real para que Blue Origin empiece a transportar equipos y suministros al vecino más próximo de la Tierra para empezar a ayudar a montar un "futuro asentamiento humano".

Según sus planes, la empresa desarrollará un módulo de descenso lunar capaz de entregar suministros en una zona cercana al polo sur de la Luna. Esa ubicación ha sido escogida aparentamente porque está cerca de una fuente de agua y recibe mucho sol, que serviría para la energía solar, lo que la convierte en un sitio ideal para la terraformación, o una 'zona VIP' de la Luna (ver Un agujero legal podría provocar una guerra por las 'zonas vip' de la Luna).

Mientras tanto, Richard Branson ha anunciado que su empresa Virgin Galactic generará una spin-off llamada Virgin Orbit que lanzará pequeños satélites al espacio exterior. La iniciativa estará basada en el programa existente LauncherOne de Virgin Galactic, que lleva un pequeño cohete a grandes altitudes debajo de un avión Boeing 747-400 para después lanzarlo desde el aire.

Virgin Orbit afirma que debería poder lanzar un satélite de hasta 200 kilos a una órbita sincronizada con el Sol, o de más de 400 kilogramos a una órbita terrestre baja. Espera realizar su vuelo inaugural antes de finales de 2017.

Todo esto se produjo después del anuncio de Elon Musk de que su empresa de cohetes, SpaceX, planea llevar a los primeros turistas espaciales a un viaje alrededor de la Luna para finales de 2018

Es comprensible que este trío busque nuevos enfoques para sus empresas. La barrera de acceso para los vuelos espaciales comerciales está reduciéndose, lo que significa que hay cada vez más empresas interesadas. Mientras que las entregas a la Luna, los lanzamientos de satélites y los vuelos espaciales tripulados podrían parecer muy distintos, todos ellos son el tipo de misión que, con el tiempo, podría convertirse en un servicio común y frecuente que otros negocios pagarían por utilizar. Cuanto antes se establezcan como proveedor por excelencia de tales servicios, más probabilidades tendrán de esquivar a sus futuros rivales.

Al fin y al cabo estos empresarios ya están bien entrenados en los negocios terrestres, así que trabajar en el espacio no debería ser muy diferente.

(Para saber más: Washington Post, Verge, SpaceX Plans to Fly Tourists to the Moon—but 2018 Is Ambitious, Emprender en la Tierra ya no es suficiente, llega la era de los negocios espaciales)

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