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Cambio Climático

El gran potencial eólico de China

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Los analistas no ven la necesidad de construir nuevas plantas de carbón o nucleares.

  • por Peter Fairley | traducido por Francisco Reyes (Opinno)
  • 14 Septiembre, 2009

Desde hace cinco años, China ha estado duplicando anualmente la capacidad de sus instalaciones eólicas, y hoy día se encuentra a un paso de suplantar a los Estados Unidos como el mayor mercado para nuevas instalaciones. Sin embargo, un grupo de investigadores de la Universidad de Harvard y la Universidad Tsinghua de Beijing sugieren que la industria eólica china apenas ha empezado a mostrar su potencial. Según su modelo metereológico y financiero, mostrado en la revista Science la semana pasada, en China se da la suficiente cantidad de vientos fuertes como para satisfacer la demanda de electricidad del país hasta al menos 2030.

En primer lugar, el líder del proyecto entre Harvard y Tsinghua, Michael McElroy, cuantificó junto a sus colegas el potencial eólico de China mediante el modelado de la disponibilidad de viento. Para llevar a cabo esta tarea, dividieron el mapa chino en parcelas de 3.335 kilómetros cuadrados cada una y utilizaron cinco años de estudios metereológicos recientes para generar el perfil eólico de cada parcela. Después, añadieron unas turbinas de viento estándar de 1,5 megavatios a lo largo de cada parcela (sin incluir los terrenos más difíciles como los montes, bosques y zonas urbanas) dentro del modelo e hicieron una estimación de la generación de energía de cada parcela. Finalmente, calcularon el coste de la energía que se podría producir teniendo en cuenta el coste de la instalación de las turbinas.

El modelo revela unas regiones extensas, concentradas en la parte norte y oeste de China, donde se puede generar una gran cantidad de energía a costes similares a las cuotas que fija el gobierno para las granjas eólicas ya establecidas, que van entre los 0,38 y los 0,55 yuan chinos (de 3,8 a 5,5 céntimos de euro) por kilovatio-hora (kwh). Por ejemplo, el modelo predice que los operadores de las granjas eólicas podrían generar 6,96 billones de kwh de energía eólica y obtener beneficios—más del doble del consumo eléctrico anual de China, estimado en 3,4 billones de kwh y comparable a la demanda total prevista en 2030—con un precio por contrato de 0,516 yuanes (5,16 céntimos) por kwh.

En otras palabras, el viento se perfila como una fuente de energía con emisiones neutrales de carbono y capaz de satisfacer las necesidades energéticas de China durante las dos próximas décadas. Si la creciente demanda se cubriese con energía generada por la combustión de carbón, se generarían 3.500 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono (más gas de efecto invernadero del que la Unión Europea espera emitir de aquí a 2030).

McElroy, profesor de estudios medioambientales en Harvard, insiste en que esta visión tan ambiciosa es realista y se debe considerar con seriedad. Por un lado, los 0,516 yuanes chinos se encuentran en la parte más baja de las tarifas para las futuras granjas solares que el Congreso Popular Nacional de China aprobó el pasado mes. Por otro lado, la industria eólica de China está superando sus propios objetivos “año tras año.” China alcanzará su objetivo en cuanto a energía eólica para 2020 el año que viene, una década antes, puesto que la capacidad de potencia crece por encima de los 30.000 MW, según el Consejo Global de Energía Eólica con sede en Bruselas. En 2020, China probablemente haya instalado 135.000 MW de capacidad eólica, según un análisis de la consultora Emerging Energy Research, con sede en Cambridge, Massachussets.

No obstante, McElroy señala que las redes eléctricas chinas necesitarían ser más inteligentes y fuertes para acomodar la variabilidad de la energía eólica. De hecho, el Consejo Global de Energía Eólica afirma que el infradesarrollado sistema de transmisión chino ya es en la actualidad un impedimento, y que retrasa el comienzo de la producción energética de las nuevas granjas eólicas. Además, el grupo afirma que el problema se está acrecentando a medida que el desarrollo eólico de China se traslada a las remotas regiones, aunque con vientos abundantes, en el norte y el oeste, donde la red es más débil que la media y la energía debe recorrer un mayor trayecto antes de llegar a los consumidores. En Mongolia Interior, la región autónoma del norte de China, las limitaciones en la red están frenando la construcción de los proyectos eólicos propuestos, según Sebastian Meyer, director de investigación de la consultora Azure International, con sede en Beijing.

Meyer afirma que el reto será tanto administrativo como financiero y técnico. Señala que un tipo de política imperativa para el desarrollo rural garantiza que la potencia eólica sigan siendo popular entre los dirigentes regionales y locales, aunque “aún hay que resolver cómo equilibrar la red y hace que sea más inteligente.” El sobrecargo de 0,001-0,002 yuanes por kwh que los consumidores chinos pagan para apoyar la integración de la energía renovable apenas sirve para cubrir los costes de enganche de las granjas eólicas a las redes. “Incluso para este tipo de finalidad limitada, los fondos han vuelto a las redes locales con un retraso considerable,” afirma Mercer.

No obstante, McElroy señala una vez más que China está actualizando sus redes eléctricas con paso firme para poder vincular los proyectos de hidroenergía en áreas remotas con los centros de población—un proceso que se podría expandir hacia la distribución de generación masiva producida en las granjas eólicas, famosas por lo poco predecibles que son. “Ciertamente, China sabe cómo construir sistemas de transmisión de alto voltaje y larga distancia,” señala McElroy.

Las mayores actualizaciones de la red que en la actualidad se llevan a cabo en China están haciendo un gran uso de las líneas de corriente directa y alto voltaje a escala continental (HVDC, en sus siglas en inglés), que siguen siendo parte de los programas para las superredes en Europa y Estados Unidos. “Están a la cabeza del mundo en cuanto a la implementación de los esquemas de transimisión de larga distancia,” afirma Bjarne Andersen, director de la consultora Andersen Power Electronic Solutions, con sede el Reino Unido, y experto en la ultra-eficiente tecnología HVDC. Andersen señala que China ya opera con líneas de HVDC de 19.860 MW de potencia, está construyendo líneas para otros 18.900 MW y tiene previstos 17.900 más.

Además, Andersen afirma que los planes de China resultan innovadores. Un vínculo HVDC de 800 kilovoltios entre la provincia central de Yunnan y Guangdong, en la costa, y que será el primero de su tipo cuando comience a operar más tarde en 2009, se espera que pierda un 30 por ciento menos de energía durante el tránsito que las redes de 500 kV actuales. Por tanto, se están construyendo más líneas de 800 kV.

Las mejoras en la red actuales son iguales a las que se necesitarían para transmitir la energía eólica desde los puntos remotos. La mayoría de las nuevas líneas de transmisión están diseñadas para conducir la potencia desde las presas hidroeléctricas de la parte oeste hasta las mega ciudades del este como Beijing, Shanghai y Guangzhou, afirma Andersen. No obstante hay signos de que los planificadores de la red están empezando a tomarse en serio el desarrollo eólico. El año pasado comenzó la construcción de una línea AC de 750 kV para llevar electricidad desde una granja eólica en la provincia occidental de Gansu, y que supone uno de los seis megaproyectos eólicos nacionales aprobados por el gobierno. La granja eólica de Gansu, conocida como ‘La presa de los tres desfiladeros en tierra firme’, está pensada para que genere 20.000 MW en 2020, con un coste estimado de 120 mil millones de yuanes chinos (17.500 millones de dólares).

McElroy afirma que la situación política de China puede que también ayude a la construcción de las líneas de transmisión necesarias. Las regiones abundantes en vientos como Uyghur, una zona étnica en el noroeste, están entre las regiones más pobres de China, y el gobierno tiene interés en promocionar el desarrollo económico. McElroy añade que la oposición local, que durante años ha bloqueado los proyectos de transmisión en Norteamérica y Europa, probablemente no sea capaz de detener el avance de la energía eólica en China. “Probablemente el gobierno tiene más poder para instituir un plan una vez que está aprobado.”

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