.

Computación

Primero llegaron los robots industriales, ahora vienen los de las tareas del hogar

1

Una firma China acaba de adquirir la empresa alemana Kuka, famosa por sus autómatas para la industria. Gracias a esta experiencia, la empresa planea masificar los robots domésticos que hagan cosas como sacar el lavavajillas y ayudar a los ancianos

  • por Jamie Condliffe | traducido por Teresa Woods
  • 22 Junio, 2017

Uno de los fabricantes de robots industriales más exitosos del mundo planea introducirse en el desarrollo de autómatas que ayuden a los seres humanos.

El pasado verano, la firma alemana de robótica Kuka, cuyos robots de color naranja butano ya operan en muchas fábricas, fue adquirida por la compañía china de electrodomésticos Midea Group por casi 4.500 millones de euros. La compra refleja el histórico deseo chino de adoptar la automatización. En ese momento, nuestro propio Will Knight explicó que la adquisición era la apuesta de Midea para automatizar el proceso de fabricación de su hardware de origen nacional. Pero Knight también creía que Kuka podría ayudar a la firma china a construir robots domésticos.

Ahora, su última predicción está siendo corroborada. En una entrevista con The Financial Times (de pago), el CEO de Kuka explicó que "Midea no está haciendo ninguna labor de robótica ni de automatización, así que Kuka representa la fase automatizada de Midea. Además, la empresa alemana tiene muy buen contacto con la industria de consumo. Juntos queremos hacer robótica de consumo".

Aún no está claro cómo serán estos robots. Pero dada la herencia de Kuka, es poco probable que sean el tipo de pequeños compañeros robóticos que hacen poco más que hablar y rodar por la casa. Más bien parece que la empresa alemana podría querer desarrollar autómatas capaces de cargar y descargar lavavajillas, preparar una bebida o un plato de comida, y ayudar a las personas mayores a levantarse de la cama. Estas tareas son complejas para las máquinas, pero poco a poco la capacidad de los robots está aumentando, por lo que no sería descabellado dentro de un tiempo.

Es más probable que este tipo de robots sean los que impulsen la adopción generalizada de los autómatas domésticos, frente a sus homólogos divertidos aunque relativamente inútiles. A principios de este año, la firma de investigación de mercado Research and Markets calculó que la industria de la robótica personal podría llegar a superar los 30.000 millones de euros para 2022, lo que representaría un aumento de casi el 40% anual hasta entonces. Sostiene que los robots utilizados para tareas de limpieza y cuidado de ancianos serían los principales impulsores de ese crecimiento.

No debemos esperar que las nuevas máquinas de Kuka tengan aspecto humanoide. De hecho, The Financial Times también explica que la firma "está reimaginando si esos asistentes necesitan tener brazos y cara, o si podrían moverse y funcionar de alguna otra manera".

(Para saber más: Financial Times,China paga 5.000 millones de dólares para continuar con su revolución robóticaLa nueva revolución china: de la mano de obra barata a la mano de obra robótica," Audi impulsa la innovación en el piso de la tienda")

Computación

Las máquinas cada vez más potentes están acelerando los avances científicos, los negocios y la vida.

  1. ASML, la empresa que revolucionó la fabricación de chips y quiere seguir haciéndolo

    ‘MIT Technology Review’ se reunió con el CTO saliente, Martin van den Brink, para hablar del ascenso de la empresa a la hegemonía y de la vida y muerte de la Ley de Moore  

    Dos trabajadores de ASML pasan por delante de la máquina UVE de alta apertura numérica en Veldhoven
  2. ‘Chiplets’: el arma de China en su batalla tecnológica contra EE UU

    Al conectar varios chips menos avanzados en uno, las empresas chinas podrían eludir las sanciones impuestas por el gobierno estadounidense.

  3. Esta ciudad china quiere ser el Silicon Valley de los ‘chiplets’

    Wuxi, el centro chino del envasado de chips, está invirtiendo en la investigación de ‘chiplets’ para potenciar su papel en la industria de semiconductores