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¿Quién está hablando de mi?

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Los expertos web están diseñando tecnologías capaces de reunir bits de conversaciones online esparcidos por internet.

  • por Erica Naone | traducido por Francisco Reyes (Opinno)
  • 18 Noviembre, 2009

Los artículos y videos populares se vuelven a publicar o se vuelve a hablar de ellos en docenas de cientos de sitios. Sin embargo los expertos en internet están intentando averiguar la forma de hacer un seguimiento de las conversaciones online en tiempo real, incluso cuando estén esparcidas por toda la web. Una nueva serie de protocolos tiene esa tarea como objetivo.

Los protocolos proporcionan notificaciones cuando los nuevos contenidos están disponibles, en vez de esperar de forma pasiva a que los rastreadores web o los lectores de feeds descubran el contenido. Por ejemplo, pubsubhubbub, una extensión de los protocolos utilizados hoy día para distribuir el contenido, pueden enviar el contenido a los lectores de feed al mismo tiempo que dicho contenido se actualiza. A partir de esa base, Salmon, un protocolo propuesto por primera vez el mes pasado, podría permitir a los comentarios que “nadasen corriente arriba” para conectarse con la publicación original, sin importan dónde hayan sido hechos.

Las tecnologías de este tipo son necesarias para la web actual, donde los contenidos tienden a fluir de un sitio a otro, afirmó Kevin Marks durante una presentación dada la semana pasada en Defrag 2009, una conferencia sobre tecnología en Denver enfocada en herramientas y tecnologías para administrar los datos online. Marks confundó Microformats, una serie de estándares para la información social en la web.

Hacer que los bits de datos esparcidos por ahí puedan ser reunidos rápidamente podría ser de importancia crítica para aquellas personas que deseen participar en la conversación que gire alrededor del contenido que publiquen online. Alrededor del 64 por ciento de las relaciones con una pieza de contenido ocurren durante la primera hora, según afirma Ilya Grigorik, director tecnológico de PostRank, una compañía con sede en Waterloo, Notario, que ayuda a los clientes a hacer un seguimiento de la actividad social relacionada con los contenidos online. 

Es más, la gente cada vez tiende más a discutir e interactuar con los contenidos fuera del sitio donde fue publicado por primera vez. Grigorik estudió 1.000 de los feeds que su compañía ha estado supervisando durante los últimos tres años y descubrió que alrededor del 60 por ciento de las interacciones que registró PostRank se dieron en sitio distintos a aquel donde el contenido se publicó por primera vez. “Como publicador o como blogger, quiero ver esas conversaciones,” afirma.

Para que el protocolo Salmon funcionase correctamente necesitaría ser adoptado tanto por los publicadores de contenidos y los servicios que pudieran suscribirse, o que discutiesen acerca de ese contenido. Cuando una publicación aparece, el publicador utiliza pubsubhubbub para notificar a los suscriptores que está presente. Después, si el usuario realiza un comentario acerca de la publicación en otro sitio, el protocolo Salmon envía esta información de vuelta al publicador. A cambio, el publicador puede pasar este comentario al resto de suscriptores, manteniendo la conversación unificada donde quiera que ocurra.

John Panzer, el ingeniero de Google que propuso el protocolo Salmon por primera vez, señala que también se incluye una forma para verificar la identidad de las personas que hacen los comentarios. Aunque es posible utilizar un seudónimo para publicar, afirma, no es posible falsificar la firma de nadie. Esta característica ayudaría a evitar que los spammers utilicen el protocolo como una forma más de distribución.

Los estándares abiertos anteriores ayudaban a facilitar que los usuarios participasen en sitios a lo largo de la web mediante la simplificación de la transferencia de elementos tales como la información del perfil y la lista de amigos, afirma Joseph Smarr, director tecnológico de Plaxo, una compañía con sede en Mountain View, California, encargada de sincronizar la información de contacto entre el Outlook de Microsoft y otros programas de correo para ordenadores de sobremesa, así como con una serie de servicios web. La nueva generación de protocolos vienen a solucionar los nuevos problemas creados por ese éxito, afirma, y añade, “Ahora la cuestión es, ¿cómo hacer para que la conversación no acabe totalmente fragmentada?”

Salmon nos hace preguntarnos acerca de ciertas cuestiones de seguridad, afirma Smarr. Por ejemplo, no está claro si los usuarios se sentirán cómodos viendo cómo sus comentarios son distribuidos ampliamente en una variedad de sitios.

Marks afirma que ha observado una gran cantidad de preocupación recientemente al tiempo que más y más sitios han pasado a compartir la información mediante acuerdos de negocios en vez de a través de estándares abiertos. Afirma que ve la nueva serie de protocolos con optimismo, pero añade lo siguiente: “Crear estándares es fácil. Hacer que la gente los adopte, eso es lo difícil.”

Los ingenieros han construido una demostración de Samon, aunque el protocolo es demasiado nuevo para que ningún sitio lo haya adoptado formalmente hasta ahora.

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