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Computación

Trayendo la 3-D al Hogar

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La industria de la electrónica espera atraer a los consumidores con una tecnología que los deje boquiabiertos.

  • por Kate Greene | traducido por Rubén Oscar Diéguez
  • 09 Enero, 2009

Según los cálculos de la industria electrónica, ya hay unos dos millones de televisores preparados para exhibir videos 3-D en los hogares. El problema es que no hay suficientes emisiones en 3-D para emitir. Sin embargo, en la Exposición de Electrónica de Consumo (CES), en Las Vegas este año, las empresas de electrónica y de producción de 3-D están exhibiendo el potencial del contenido de 3-D con la esperanza de que la televisión 3-D doméstica se transforme en un elemento de consumo en un par de años.

La experiencia de ver una película en 3-D cambió mucho en las últimas décadas. Ya desaparecieron las gafas de cartón rojas y azules que fusionaban dos imágenes diferentes y que a menudo distorsionaban los colores de la pantalla. Los directores y los cineastas también han aprendido a evitar los trucos como el pastel a la cara del público, y están tratando de utilizar la dimensión extra para contar mejor la historia. Muchos televisores nuevos ya vienen con software y hardware que soporta 3-D, y quienes ya han optado por ellos pueden sacar provecho de la tecnología con los videojuegos.

Mitsubishi, Samsung, Panasonic, Sony y JVC exhibirán productos 3-D en el CES. Empresas como RealD y Dolby han desarrollado tecnología que proporciona la información visual apropiada al ojo izquierdo y al derecho utilizando lentes polarizadas que filtran dos versiones con polaridad diferente de las secuencias de video filmadas para cada ojo. A diferencia de ello, las películas viejas en 3-D utilizaban un método llamado anaglifo en el cual a la película para un ojo se le aplicaba un tinte rojo y a la otra azul, mientras que las gafas rojas y azules filtraban la versión apropiada para cada ojo.

Por ejemplo, Mitsubishi y Samsung han desarrollado televisores que se sincronizan con otras variedades de gafas que utilizan obturadores sincronizados con la velocidad de los fotogramas de la película y una señal infrarroja proveniente de la fuente visualizadora. Para que esto funcione, el televisor debe funcionar a una frecuencia de al menos 120 hertzios para que la información que recibe el ojo izquierdo y el derecho sea de 60 hertzios.

Philips propuso un visualizador que prescinde completamente de las gafas. Su televisor 3-D reproduce videos creados especialmente, que contienen dos fotogramas por escena, uno con la información del color y otro con la información del campo de profundidad en una escala de grises. Las lentes de la misma pantalla proyectan estas imágenes ligeramente diferentes al ojo derecho e izquierdo, creando la ilusión de profundidad.

“La 3-D comenzó a tomar velocidad, en gran medida impulsada por la cantidad de contenido para cines disponible”, comenta Mark Hartney, gerente de 3D@home consortium, una organización creada en 2008 para agilizar la adopción de la tecnología. Hannah Montana y Viaje al Centro de la Tierra se estrenaron en 3-D en el 2008, y Hollywood está respondiendo con más: se prevé que se lanzarán tres veces más películas en 3-D en 2009 que en 2008.

La industria cinematográfica ya ha ganado algunos de los mayores desafíos de producción y posproducción creando infraestructuras de cámaras 3-D y software efectivos para deshacerse de los artefactos que eran necesarios cuando se filmaba una película con dos cámaras diferentes. (Véase “Realizando una Película Moderna en 3-D”.) Las personas se están acostumbrando más a ver películas en 3-D, dice Hartney. “Ahora, las cuestión es ¿cómo trasladamos eso a los hogares?”

Un método puede ser, simplemente ampliar la variedad de contenido en 3-D disponible. Ayer en el CES, Sony y una empresa productora, 3ality, presentaron una versión 3-D del partido del Campeonato FedEx BCS entre la University de Florida y la University de Oklahoma en un cine de Las Vegas. El partido también se exhibió en más de 80 cines del país.

Pero la 3-D casera también plantea un desafío técnico importante: se necesita el doble de información (una imagen de video para cada ojo), por lo tanto, las secuencias de video filmadas deben comprimirse antes de la emisión. Esto significa desarrollar estándares para asegurar una experiencia visual uniforme en los distintos tipos de visualizadores. “Hay un puñado de empresas trabajando con los formatos de compresión”, incluso Sensio y TDV, comenta Hartney. “Están tratando de compatibilizarse con los televisores existentes…para convertir 2-D a 3-D para las emisiones.”

Chris Chinook, el presidente de Insight Media, una consultoría de visualizadores, predice que la tecnología 3-D para el hogar se impondrá en el 2009, pero que no saldrá al mercado de consumo hasta dentro de un par de años. “Mucho de lo que vimos es evolucionista y es lo que estábamos esperando”, dice Chinook respecto del CES. “Pero ver cosas sustentadas y demostradas por las empresas principales es un hito”. Agrega que en 2009 ya habrá una inercia para la 3-D. “Pero la mayoría de lo que vimos estará en demostraciones de productos que llegarán al mercado a fines de 2009 o en 2010”.

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