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Cambio Climático

La batería para el hogar de Tesla no sirve para comerciar con energía

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Vender el exceso de energía producida a la red sigue siendo más rentable que almacenarla

  • por Phil Mckenna | traducido por Lía Moya
  • 04 Mayo, 2015


Foto: El director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, presentó la batería Powerwall en el estudio de diseño de la empresa en Hawthorne, California, el jueves pasado.

Con la intención de ampliar su negocio más allá de los vehículos eléctricos. Tesla Motors empezará a vender baterías fijas para usos residenciales, comerciales e industriales bajo una nueva marca, Tesla Energy.

Tesla se ha decidido a lanzar este negocio de baterías domésticas en parte porque ya está fabricando baterías para vehículos y así puede beneficiarse de las economías de escala que derivan de hacer ambas. Otro de los motivos es que se espera que el mercado para el almacenamiento de electricidad crezca al mismo ritmo que el uso de la energía solar. Tesla necesita que tanto los vehículos eléctricos como la energía solar despeguen si espera conseguir la producción proyectada de la inmensa "gigafábrica" de baterías que ha costado 5.000 millones de dólares (unos 4.450 millones de euros) que está construyendo en Nevada (EEUU).

"El problema evidente de la energía solar es que el Sol no brilla por la noche", expuso el director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, en la presentación de las nuevas baterías en el estudio de diseño de la empresa en Hawthorne, California (EEUU), el jueves pasado. "Necesitamos almacenar la energía que se genera durante el día para poder usarla por la noche", dijo.

Ya hay varias empresas solares que venden baterías para acompañar a sus paneles (ver La energía solar podría abaratarse al combinar la producción y el almacenamiento). Aunque apenas un 0,1% de los hogares de Estados Unidos consiguen su energía de paneles solares sobre el tejado combinados con almacenamiento de energía, estos sistemas podrían llegar a ser el 3% de los hogares para 2018, según Greentech Media Research.

La batería residencial de Tesla, llamada Powerwall, estará disponible dentro de unos meses y se presentará en dos tamaños, un sistema de batería de siete kilovatios que cuesta 3.000 dólares (unos 2.670 euros) y un sistema un poco mayor de 10 kilovatios hora que cuesta 3.500 dólares (unos 3.115 euros). La batería más grande podría suministrar la electricidad que consume un hogar medio en un día. No se sabe cuál será el coste de instalación.

Tesla espera que muchas ventas sean a clientes comerciales que pagan una tarifa variable de electricidad a lo largo del día en función de la demanda. Este tipo de clientes ya han conseguido reducir sus facturas eléctricas de forma significativa mediante electricidad almacenada durante los picos de demanda.

En el corto plazo, el mercado de almacenamiento de electricidad doméstica dependerá de cómo regule cada estado la posibilidad de que los propietarios compren y vendan electricidad. El sistema de balance neto, disponible ahora mismo en 43 estados de EEUU permite a los clientes domésticos vender su exceso de generación a su compañía eléctrica al precio del mercado. Las eléctricas se oponen a estas prácticas porque afirman que socavan su capacidad para recuperar los costes de inversión en infraestructuras. Pero mientras la práctica siga siendo legal, los consumidores tendrán poca necesidad de comprar un sistema de almacenamiento de energía porque pueden vender el exceso de energía solar que producen en vez de almacenarlo, afirma el analista de la consultora de energía E Source, Jay Stein. "No veo ninguna ventaja financiera para estos clientes en el hecho de comprar una batería", afirma.

Sin embargo, muchas de las eléctricas que ofrecen el balance neto también permiten a los clientes domésticos comprar y vender electricidad a tarifas que varían a lo largo del día basándose en la demanda. Contar con baterías para almacenar su exceso de energía permitiría a estas personas maximizar el valor de la electricidad que venden a la compañía eléctrica.

"Están apareciendo algunos valores de arbitraje", explica el director ejecutivo del Centro Pace para la Energía y el Clima en White Plaines, Nueva York, Karl Rábago. "Si puedo exportar selectivamente, usando un dispositivo de almacenamiento, podría conseguir un mayor valor para mi capacidad de generación".

El almacenamiento de energía doméstico tendrá más sentido en los próximos años. Según un informe reciente del Instituto Rocky Mountain, un grupo de investigación y consultoría en energía, los sistemas residenciales y comerciales de energía solar más almacenamiento ofrecerán una clara ventaja de coste respecto a la electricidad de la red en todo Estados Unidos para 2030.

La gigafábrica de Tesla en Nevada, que está construyendo junto a Panasonic, tendrá una capacidad de producción anual de 35 gigavatios hora para 2020, lo que supone más que todas las baterías de ión-litio producidas en todo el mundo en 2013.

Una inversión tan grande en lo que aún es un mercado nicho es arriesgada, pero Tesla afirma que la nueva fábrica servirá para reducir el coste de producción de las baterías en un 30% cuando empiece a operar, que podría ser ya en 2016. El mayor desafío para Tesla probablemente sea conseguir pedidos suficientes para la producción. Para 2020 la planta podrá producir baterías suficientes para medio millón de vehículos eléctricos al año. El año pasado Tesla vendió unos 20.000 coches.

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