.

Cambio Climático

Cada vez hay más capital privado para energía nuclear en América del Norte

1

Una 'start-up' canadiense de reactores de sal fundida acaba de recibir 6,5 millones de euros. Los actores del sector lo consideran "una buena noticia para todos"

  • por Richard Martin | traducido por Teresa Woods
  • 14 Enero, 2016

Foto: Una imagen del diseño de un reactor de Terrestrial Energy.

Uno de los desarrolladores más prometedores de plantas energéticas avanzadas, la start-up canadiense Terrestrial Energy, ha conseguido siete millones de dólares (unos 6,5 millones de euros) en financiación. Aunque la inversión es pequeña, representa una señal importante de que el sector privado podría apoyar reactores nucleares innovadores mientras se acelera la búsqueda de formas de generación energética de carbono cero o bajas en carbono.

Se han invertido más de 1.300 millones de dólares (unos 1.200 millones de euros) de capital privado en empresas de Norteamérica que trabajan en tecnologías de reactores nucleares avanzados, según Third Way, una think-tank de Washington, D.C. (EEUU). Pero gran parte de ese dinero ha ido a manos de empresas que persiguen la fusión nuclear, que se encuentra en una fase mucho más temprana que las tecnologías que emplean la fisión, la forma convencional de energía nuclear (ver Este nuevo diseño de reactor podría cumplir la promesa de la fusión nuclear eficiente).

Además del dinero que ha recaudado Terrestrial Energy de inversores sin identificar, Transatomic Power, una start-up nuclear fundada por dos doctores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, EEUU), ha recaudado 6,3 millones de dólares (unos 5,8 millones de euros) de inversores que incluyen Founders Fund de Peter Thiel. No obstante, muchas nuevas start-ups nucleares todavía luchan por financiar sus programas de investigación y desarrollo. La financiación de Terrestrial Energy es "una buena noticia para todos", afirma la fundadora de Transatomic Power, Leslie Dewan, "porque representa una validación de mercado para el sector al completo".

Terrestrial Energy fue fundada por David LeBlanc, un antiguo profesor de la Universidad Carleton de Ottawa (Canadá), experto en la tecnología de reactores de sal fundida. Ese diseño, originalmente desarrollado en la década de 1960 en el Laboratorio Nacional de Oak Ridge (EEUU), emplea un fluido fundido tanto como combustible como refrigerante, lo que en esencia imposibilita los derretimientos y, en teoría, hace que su construcción sea mucho más barata que los reactores actuales.

La financiación llega dos meses después de que la Casa Blanca celebrara una cumbre de energía nuclear en la que el Departamento de Energía anunció un programa para ayudar a facilitar y financiar la innovación dentro del sector nuclear, llamado Gateway for Accelerated Innovation in Nuclear (Plataforma para la Aceleración de la Innovación Nuclear, GAIN, por sus siglas en inglés). El programa se creó para superar las barreras regulatorias e institucionales para la aprobación de los diseños de reactores no convencionales por parte de la Comisión Regulatoria Nuclear y construidos en Estados Unidos (ver EEUU estimula el acceso de pequeñas empresas a la investigación nuclear).

Terrestrial Energy, no obstante, espera primero ganar la aprobación regulatoria en Canadá, según su CEO, Simon Irish. El responsable planea encargar su "primera planta energética comercial en la década de 2020". Asegura que "eso es importante porque si formas parte de la década de 2030, en términos del cambio climático, no vas a cambiar gran cosa. No podemos esperar otra década para poner nuevas plantas nucleares en operación; tenemos que empezar ahora".

Cambio Climático

  1. La paradoja de la reducción del dióxido de azufre sobre el cambio climático

    A medida que el aire se vuelve más limpio, el mundo también pierde un importante efecto refrigerante.

    Un gran carguero de contenedores surca el océano
  2. Prolongar la vida útil de los reactores nucleares para limpiar la red eléctrica

    Un parque nuclear envejecido aún puede contribuir a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero

    Un turbogenerador en el Centro Energético de Indian Point de 2021
  3. El incierto futuro de la geoingeniería solar tras el fracaso del experimento de Harvard

    Algunos observadores sostienen que el fin de SCoPEx debería marcar el final de tales propuestas. Otros afirman que cualquier experimento futuro debería desarrollarse de forma muy distinta

    Un diagrama del globo SCoPEx tachado con una "X" roja flota sobre un fondo azul con partículas negras