.

Tecnología y Sociedad

Business Impact: Un chip para las redes sociales

1

El crecimiento de las redes sociales, las búsquedas y las compras podría ayudar a las start-ups de chips a entrar en el sector de los centros de datos.

  • por Kate Greene | traducido por Francisco Reyes (Opinno)
  • 17 Octubre, 2011

Mirar fotos de amigos en Facebook o buscar currículos en LinkedIn son tareas de computación relativamente simples en las que la información se solicita, se encuentra y más tarde se envía a la pantalla del usuario desde un centro de datos remoto. Sin embargo, estas tareas se gestionan principalmente por potentes microprocesadores diseñados para trabajos más complejos, como el procesamiento de cálculos numéricos y la ejecución de sistemas operativos.

Como resultado, se produce una pérdida de energía eléctrica, según afirma Ihab Bishara, director de productos de computación en nube en Tilera, una start-up de chips con sede en San José, California (Estados Unidos). Los microprocesadores al servicio de la nube son demasiado potentes, afirma, y además opina que en el futuro muchas de las tareas llevadas a cabo en los centros de datos serán tratadas por otros chips más baratos y de baja potencia, como los que fabrica su compañía.

Actualmente, casi todos los chips usados en los servidores de los centros de datos son fabricados por Intel, que domina aproximadamente el 90 por ciento del mercado de servidores con su familia de microprocesadores Xeon. Los chips Xeon tienen hasta 10 centros de procesamiento, conocidos como 'núcleos', que funcionan en paralelo para lograr ejecutar grandes tareas de computación. Por otro lado, los chips de Tilera contienen hasta 100 núcleos más pequeños y de menor consumo de energía. Cuando funcionan en red, estos núcleos son capaces de gestionar las aplicaciones en nube más comunes, como por ejemplo, la búsqueda de datos de un usuario, y consumir la mitad de la energía eléctrica, asegura Bishara.

El uso de energía eléctrica es una creciente preocupación económica para empresas como Facebook, Salesforce.com y Google. Los centros de datos consumen actualmente alrededor de un 1,5 por ciento de la energía eléctrica mundial. Las facturas de electricidad representan actualmente una tercera parte de los gastos de funcionamiento de un centro de datos, de acuerdo con estimaciones recientes de Amazon, y se espera que ese porcentaje aumente constantemente a medida que el precio de los equipos informáticos caiga.

Algunos operadores en nube ya están empezando a asignar tareas computacionalmente intensivas a servidores que puedan gestionarlas, mientras que las tareas más simples se envían a servidores de bajo consumo, afirma Reuben Miller, analista de investigación sénior en IDC. "Las grandes empresas necesitan procesadores que sean más eficientes energéticamente", indica. "Se están creando oportunidades".

Entre los competidores de bajo consumo están Tilera, así como SeaMicro, que fabrica servidores con procesadores Atom de Intel (y los vende a compradores como France Telecom y Mozilla), y Calxeda, una compañía que construye servidores de bajo consumo usando chips de teléfonos móviles de ARM Holdings.

Es probable que Intel siga manteniendo su posición de dominio, sobre todo por la gran cantidad de software que ya está diseñando para funcionar con los chips de la compañía. Los ejecutivos de Intel también afirman que el rendimiento todavía es más importante que el consumo de energía para muchas aplicaciones en nube, como por ejemplo la extracción de datos y los servicios financieros. "Se trata de llevar a cabo el trabajo más útil por vatio y dólar", afirma Raejeanne Skillern, director de marketing de computación en nube para Intel.

Sin embargo, Miller, desde IDC, afirma que a medida que las tareas de computación simple en nube proliferen, el mercado se abrirá a otros diseños de chips. En los próximos años, asegura, "Creo que es posible que Intel vea una disminución en su cuota de mercado".

Bishara opina que los cambios en el mercado de servidores podrían acelerar la adopción de nuevos diseños de chips. Hace diez años -explica- ninguna empresa compraba más de 10.000 servidores al año, pero hoy día compañías como Amazon, Google, Apple y Baidu compran colectivamente cientos de miles cada año. "Estamos experimentando un poco el ‘efecto WalMart’ en la cadena de suministro", afirma. Actualmente los grandes compradores pueden exigir nuevos tipos de chips más baratos diseñados para la nube. "Antes, la cadena de suministro estaba controlada por Intel", asegura Bishara. "Ahora las empresas pueden elegir", concluye el experto.

Tecnología y Sociedad

Los avances tecnológicos están cambiando la economía y proporcionando nuevas oportunidades en muchas industrias.

  1. Lo que dice el último paquete militar de EE UU para Ucrania e Israel sobre el futuro de la guerra

    Esto es lo que nos dicen las prioridades del paquete de gastos de más de 88.000 millones de euros sobre cuatro tecnologías militares y el modo en que están remodelando la forma de hacer la guerra.

    Un Sistema de Misiles Tácticos del Ejército es disparado durante una prueba cerca de Fort Bragg, N.C.
  2. La competencia de Neuralink: las otras empresas de interfaces cerebro-ordenador

    Empresas como Synchron, Paradromics y Precision Neuroscience también se apresuran a desarrollar implantes cerebrales.

    Sección transversal de una cabeza humana genérica con un cable que se extiende hasta el cerebro y desciende hasta el dispositivo Synchron.
  3. Los híbridos enchufables emiten más CO₂ del que se creía

    Los híbridos enchufables se venden a menudo como una transición a los vehículos eléctricos, pero nuevos datos procedentes de Europa muestran que seguimos subestimando las emisiones que producen

    Se supone que los híbridos enchufables son lo mejor de dos mundos: la comodidad de un coche de gasolina y las ventajas climáticas de un vehículo eléctrico de batería. Pero nuevos datos sugieren que algunas cifras oficiales subestiman gravemente las emisiones que producen.  Según los nuevos datos de conducción real de la Comisión Europea, los híbridos enchufables producen aproximadamente 3,5 veces las emisiones que sugieren las estimaciones oficiales. La diferencia está relacionada en gran medida con los háb