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Hogar, tuiteado hogar: una casa con voz propia en Twitter

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La casa de un tecnólogo de San Francisco tiene su propia cuenta de Twitter. ¿La tuya será la siguiente?

  • por Rachel Metz | traducido por Lía Moya (Opinno)
  • 27 Mayo, 2013

A primera vista nunca adivinarías que hay algo inusual en la casa de Tom Coates en San Francisco. Encajada al fondo de un estrecho callejón en una calle poco transitada, es una casa tranquila, llena de luz, decorada con muebles modernos y alegres pósteres que afirman cosas como "Las máquinas nos ayudan a trabajar" y "Crea tu propio camino".

Pero si te fijas bien en el ficus que hay en una esquina del salón, por ejemplo, te darás cuenta de algo curioso: hay un sensor que sale de la tierra y está conectado con una cajita. El sensor mide la humedad de la planta y la caja transmite la lectura por vía inalámbrica a Internet; este es uno de muchos de los dispositivos conectados a Internet en la casa de Coates. Sirven para vigilarlo todo, desde el calor que hace, hasta saber si hay alguien en el salón en un momento dado.

Coates ha programado estos sensores de datos para que lleven una cuenta de Twitter de la casa. La casa tuitea cosas como "Acabo de apagar las luces de la planta de abajo, estaba oscureciendo". O podría tuitear "Alguien acaba de activar el sensor del cuarto de estar, estoy seguro de que hay alguien en casa".

Internetificada: Tom Coates en su casa conectada a Twitter en San Francisco.

Por raro que parezca una casa que tuitea, nos ofrece una visión del futuro. Con el interés creciente por el "Internet de las cosas" -la idea de añadir conectividad en red a toda clase de objetos- pronto todo, desde las lámparas de mesa hasta los hornos, podría estar preparado para Internet.

Coates, que también es cofundador de una start-up que aún no es pública del Internet de las cosas llamada Product Club, afirma que, durante mucho tiempo, la Web era como un cerebro dentro de un tanque, que no podía interactuar con el mundo real. Pero la llegada de productos con conexión a Internet como la cerradura Lockitron y el termostato Nest, así como aparatos como Twine y WeMo, que pueden añadir conectividad a Internet a aparatos que de otro modo no son inteligentes, empieza a cambiar el panorama. "Parece que los últimos años tienen que ver con permitir al cerebro que hay dentro del tanque mirar al mundo exterior y responder a él, y activar y mover cosas y cambiar cosas en el mundo real", afirma.

Añadir conectividad en red a los electrodomésticos puede hacer que sean más inteligentes y más cómodos de usar (ver "De cómo los obsesos del control de Nest reinventaron el termostato"). Pero también puede presentar nuevos problemas en términos de fiabilidad y seguridad.


¡Riégame!: Un sensor de humedad toma lecturas del ficus de Coates.

Coates ha usado dispositivos disponibles comercialmente para dejar que su casa interactúe con el mundo real, por lo menos en Twitter. Varios interruptores Belkin WeMo le permiten controlar las luces de su salón, despacho y dormitorio desde su iPhone; un sensor de movimiento WeMo puede detectar la entrada de alguien en la habitación; y un dispositivo Twine  hace un seguimiento de la temperatura y los niveles de humedad del ficus. Coates depende mucho de una herramienta Web sencilla y gratuita llamada IFTTT (siglas de la expresión en inglés "Si Esto Entonces Aquello"), que permite a los usuarios establecer acciones automatizadas en línea en respuesta a estímulos concretos, como enviar un correo electrónico cuando una persona concreta sube una nueva foto en Instagram por ejemplo. IFTTT se usa para encender las luces en el despacho de Coates al ponerse el sol y para tuitear sobre las distintas cosas que pasan.

A veces otros usuarios de Twitter intentarán establecer una conversación con la casa, en cuyo caso Coates puede entrar como "voz" de la casa para divertirse un poco (como por ejemplo decirle al spam que no, la casa no necesita Viagra). "La casa casi se ha convertido en una especie de mascota a la que cuido, y que reacciona ante esos cuidados", afirma. "Es una especie de Tamagochi o algo así".

Aunque sus check-ins en Foursquare aparecen en el Twitter con un mensaje que dice "Parece que Tom ha salido", a Coates no le preocupa retransmitir tanta información. Señala que un detector de movimiento detectaría a un intruso y lo subiría a Twitter, con lo que él le pediría a su vecino que echara un vistazo.

La start-up de Coates, Product Club, explora la interacción entre objetos físicos e Internet haciendo prototipos de toda una serie de proyectos, incluyendo dispositivos para el hogar en red. El cofundador Matt Biddulph está construyendo un teléfono móvil para ayudar a las exploraciones de Product Club. Está usando partes compradas en la Web y jugando con distintas tecnologías de trabajo en red, incluyendo Bluetooth de baja potencia, Wi-Fi y ZigBee.

Coates afirma que con el tiempo la conectividad a Internet llegará a todo tipo de electrodomésticos, sobre todo los "aburridos", como lavavajillas y lavadoras, permitiéndoles notificarte en tu teléfono cuándo han acabado su trabajo.

"Cuando el lavavajillas o la lavadora están en marcha, quiero que me digan cuándo han acabado o cuánto les queda", afirma. "Quiero esa clase de información porque no saberlo es irritante".

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