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Debuta en Las Vegas un reloj inteligente creado de forma colectiva

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El Pebble es un ejemplo de éxito notable en el campo de la financiación colectiva, ya que ha sido creado gracias a 10 millones de dólares recaudados en Kickstarter.

  • por Tom Simonite | traducido por Francisco Reyes (Opinno)
  • 11 Enero, 2013

Controla la acción desde tu muñeca: El reloj inteligente Pebble cuenta con una pantalla de tinta electrónica y se conecta a un teléfono inteligente a través de bluetooth.

Cuando Eric Migicovsky subió al escenario en el Consumer Electronics Show esta semana, parecía nervioso en comparación con los otros elegantes ejecutivos de gigantes como Samsung e Intel que le habían precedido. "Es la primera vez que asisto a una conferencia de prensa", confesó durante el lanzamiento del reloj inteligente Pebble, un dispositivo que puede mostrar notificaciones procedentes de un teléfono inteligente y también controlarlo. El reloj posee una pantalla de 'papel electrónico' y muestra notificaciones tales como mensajes de texto y llamadas entrantes, y también puede controlar algunas funciones del teléfono, como la reproducción de música.

La compañía de Migicovsky destaca entre las pequeñas empresas presentes en el festival de los aparatos electrónicos. Podría considerarse todo un referente de financiación colectiva, mediante la cual los empresarios financian sus empresas a través de una gran cantidad de pequeñas donaciones de individuos, en lugar de recurrir a inversores profesionales. Aunque muchos proyectos de Kickstarter han logrado atraer una importante financiación, pocos han dado como resultado productos comerciales reales.

El Pebble es el proyecto más exitoso en la historia de Kickstarter y de la financiación colectiva. El pasado mes de mayo alcanzó un total final de más de 10 millones de dólares (7,5 millones de euros) procedentes de 68.929 patrocinadores, superando cien veces el objetivo original del equipo de alcanzar 100.000 dólares (75.000 euros). Estos patrocinadores, atraídos por la promesa de ver el elegante reloj inteligente convertido en una realidad, pagan sumas que van desde uno hasta 10.000 dólares (de 0,75 a 7.500 euros).

Migicovsky mostró los resultados esta semana en Las Vegas, haciendo una demostración a los periodistas de cómo elegir entre una variedad de diferentes esferas de reloj, controlar la reproducción de música en el teléfono y leer los mensajes de texto entrantes en un reloj Pebble. El reloj está siendo producido en masa en Asia, a un ritmo de 15.000 por semana, señaló Migicovsky, y el producto comenzará a enviarse el 23 de enero a los patrocinadores que contribuyeron con 99 dólares (75 euros) o más durante la campaña de Kickstarter. Además, miles de personas han hecho pedidos anticipados del dispositivo por 150 dólares (113 euros), y éstos se enviarán después de que los patrocinadores hayan recibido los suyos.

El reloj Pebble tiene una pantalla de 'papel electrónico' de 1,6 pulgadas diagonales (4 centímetros) y es capaz de mostrar animaciones con suavidad. Se conecta a los teléfonos de Apple y Android a través de bluetooth y de una aplicación. Cualquier aplicación Android puede enviar notificaciones a un reloj Pebble, mientras que una limitación del software iOS de Apple hace que solo algunas notificaciones básicas -entre ellas, mensajes de texto y correos electrónicos- puedan ser enviadas. Migicovsky señaló que su uso favorito era cambiar las pistas de audio que reproducía su teléfono mientras andaba por casa e incluso desde el interior de la ducha.

Migicovsky reflexionó sobre cómo el éxito de su campaña de Kickstarter ha cambiado las cosas para su empresa, que ahora emplea a ocho personas a tiempo completo. El proyecto original incluía el compromiso de entregar el reloj en otoño de 2012, pero cambiaron sus planes después de recaudar mucho más dinero del esperado en Kickstarter. "El proyecto se retrasó porque pasamos de un dispositivo rudimentario y hecho en casa a un proyecto de electrónica de consumo en toda regla", afirmó Migicovsky. "Creemos que el retraso de tres meses y medio habrá merecido la pena. Ha sido un recorrido interesante".

Migicovsky creó su primer reloj inteligente en su dormitorio de la Universidad de Waterloo, en Canadá, hará unos cinco años, y logró entrar en la influyente incubadora de start-ups Ycombinator en 2011. Sin embargo, después de luchar contra los desafíos del desarrollo de producto, la compañía se vio obligada a recurrir a Kickstarter después de recaudar solo alrededor de 375.000 dólares (283.000 euros) de inversores, una cantidad insuficiente para el desarrollo y fabricación a gran escala.

Migicovsky quería que su campaña de Kickstarter de 100.000 dólares lograra financiar una pequeña tirada de relojes Pebble fabricados en San José (California), que pudieran generar interés y atraer la inversión necesaria para construir una compañía de dispositivos para el mercado de masas. El inesperado éxito de la campaña le hizo cambiar sus planes, dedicar más tiempo al desarrollo del producto y pasar directamente a la fabricación de un producto comercial a gran escala en el extranjero.

El hecho de que el Pebble llegue al CES debería servir como impulso positivo para la reputación de la financiación colectiva y de Kickstarter, que se ha visto afectada en los últimos meses por informes de algunos patrocinadores que se sienten timados por proyectos mal planificados que no han estado a la altura de sus optimistas promesas iniciales. Kickstarter ha modificado sus términos y diseños para tratar de mitigar estos problemas.

Aunque los patrocinadores del Pebble al menos obtendrán el reloj por el que han pagado, el éxito a largo plazo de la empresa en el altamente competitivo negocio de la electrónica de consumo está lejos de ser algo seguro.

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