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Cambio Climático

EEUU no puede competir con la exportación de gas rusa

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Pasarán años antes de que Estados Unidos pueda desafiar la posición dominante de Rusia como proveedor

  • por Mike Orcutt | traducido por Lía Moya
  • 19 Marzo, 2014

La crisis en Crimea (Ucrania) ha dado pie a peticiones para que EEUU aumente sus exportaciones de gas natural a Europa mediante la rápida aprobación de nuevas instalaciones capaces de licuar el combustible y enviarlo al extranjero. Se defiende así la idea de que esto podría socavar el poder estratégico de Rusia al reducir la fuerte dependencia europea del gas ruso.

Las cifras de gas natural exportado a Europa demuestran lo simplista de este argumento. Rusia domina el mercado, e independientemente de la rapidez del proceso de aprobación, harán falta varios años y decenas de miles de millones de dólares en inversión para que Estados Unidos se acerque a las cifras exportadas por Rusia.

En 2012, los gasoductos rusos suministraron el 34% de todo el gas natural vendido en la Unión Europea por países no comunitarios. Varios países, entre ellos Bulgaria, Lituania y la República Checa, dependen de que Rusia les suministre más del 80% de sus necesidades de gas natural. Alrededor del 80% del gas exportado a Europa viaja por gasoducto, el resto llega en forma de gas natural licuado (GNL).

El gas natural exportado desde Estados Unidos a Europa debe licuarse en terminales de exportación, un proceso caro que implica enfriar el gas para reducir su volumen.

Gráfico: Los principales exportadores de gas natural a Europa.

En la actualidad Estados Unidos sólo cuenta con una terminal de exportación de GNL, situada en Alaska, donde se licua el gas antes en enviarlo a Japón. Estados Unidos ya exporta una pequeña cantidad de GNL a Europa. Envió 100 millones de metros cúbicos en 2012, una cifra demasiado pequeña para que aparezca en este gráfico siquiera.

Las empresas que quieran exportar GNL debe solicitar el permiso del Departamento de Energía de Estados Unidos y la Comisión Federal de Regulación de la Energía. Si la solicitud es para vender a países sin un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, el caso de muchos países europeos, se somete a un escrutinio aún mayor, lo que puede alargar el proceso.

Por el momento se han aprobado cinco nuevas plantas licuadoras, capaces de exportar un total de 240 millones de metros cúbicos diarios. Pero sólo una de estas instalaciones, en el Golfo de México, se está construyendo. La empresa que la está montando tiene el objetivo de producir 78 millones de metros cúbicos diarios para 2015. Aún así, las exportaciones estadounidenses estarán muy por detrás de las rusas, que enviaron 505 millones de metros cúbicos a Europa en un único día de este mes.

Aún hay 25 solicitudes más para exportar GNL pendientes. Si se aprueban todas, aumentarían la capacidad exportadora de GNL de EEUU hasta casi 850 millones de metros cúbicos diarios. Pero construir estas terminales llevará varios años y el permiso para construir no garantiza que se vayan a hacer realmente, dados los ingentes gastos que suponen.

Ocho de los proyectos propuestos añadirían una instalación licuadora a una terminal de importación de GNL (EEUU cuenta con 12 de estas terminales), que el Servicio de Investigaciones del Congreso calcula que costará entre 6.000 y 10.000 millones de dólares cada una (entre 4.300 y 7.200 millones de euros). Los demás proyectos implican la construcción de terminales nuevas, cada una de las cuales podría llegar a costar hasta 20.000 millones de dólares (unos 14.400 millones de euros).

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