Un grupo de investigadores está trabajando en una forma más cómoda de hacer un seguimiento de la respiración durante el sueño: poner unos auriculares con micrófono y un teléfono inteligente en la mesita de noche. La tecnología podría hacer que el seguimiento de los trastornos del sueño fuera más fácil que visitar un laboratorio del sueño.

Un equipo en el Instituto Stevens de Tecnología y la Universidad Estatal de Florida (EEUU) llevó a cabo un estudio de seis meses en el que se conectaron auriculares con micrófono a un iPhone para registrar los sonidos durante el sueño. Los investigadores aseguran que incluso con los auriculares colocados en una mesa junto a la cama, fueron capaces de utilizar el micrófono para vigilar la respiración de los participantes con una diferencia de sólo media respiración por minuto en comparación con lo que podría ser registrado con un monitor de respiración torácica colocado en el pecho y un micrófono puesto en el cuello.

Una de las profesoras asociadas en Stevens, Yingying Chen, señala que los investigadores planean lanzar una aplicación de teléfono inteligente basada en su trabajo el próximo año.

Esta app podría facilitar y hacer que fuera más barato hacer un seguimiento preciso de la calidad del sueño que con pulseras repletas de sensores y dispositivos que se colocan sobre o debajo del colchón. A pesar del inmenso crecimiento en cuanto a capacidades y la gran cantidad que existe de seguidores de actividad portátil para consumidores, estos dispositivos pueden resultar incómodos de llevar y usar, y su precisión varía.

Chen también espera que el trabajo pueda ayudar a diagnosticar problemas de salud como la apnea del sueño. Normalmente estos problemas se estudian en hospitales, donde se colocan sensores en el cuerpo del paciente y son los profesionales médicos quienes estudian el sueño. Chen afirma que a los médicos les puede resultar difícil capturar patrones irregulares en este tipo de entorno.

En su estudio, los investigadores probaron la sensibilidad del micrófono de los auriculares para registrar la frecuencia respiratoria y también modificaron los auriculares para que actuasen como micrófonos adicionales y grabasen en mono y estéreo. Los investigadores filtraron el ruido de ambiente para concentrarse en la respiración y otras acciones que ocurrieron durante el sueño, como los ronquidos y la tos.

Aunque la tasa de respiración pudo medirse con mayor precisión cuando el auricular se llevaba puesto o se colocó al lado de la almohada del participante y se utilizaron varios micrófonos, el estudio también muestra que funcionó bien sólo con los auriculares sin modificar colocados en la mesita de noche.

El profesor de ciencias informáticas de la Universidad de Dartmouth (EEUU), Andrew Campbell, que codirige el Laboratorio de Redes y Sistemas Ubicuos de Dartmouth, asegura que el trabajo es "muy interesante", pero añade que podría ser difícil medir las señales respiratorias si más de una persona duerme en la misma cama.

Este problema podría superarse puesto que hoy día muchos teléfonos se fabrican con varios micrófonos para ayudar a cancelar el ruido.  "En última instancia, si el micrófono del teléfono pudiera evolucionar para llevar a cabo la detección sin el auricular, sería genial", asegura.

Se presentará un documento sobre la tecnología en la conferencia IEEE Infocom que se celebrará en Hong Kong (China) en abril.