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Inteligencia Artificial

El secretismo del coche autónomo de Google lleva a su creador a la competencia

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El pionero de la robótica Sebastian Thrun está desarrollando su propio vehículo autónomo de fuente abierta y pide que las empresas compartan sus datos para frenar los accidentes lo antes posible

  • por Tom Simonite | traducido por Teresa Woods
  • 03 Noviembre, 2016

Si el tercer proyecto de conducción autónoma de Sebastian Thrun resulta igual de exitoso que los dos primeros, podremos olvidarnos de los carnés de conducir antes de lo que creíamos.

Como profesor de robótica de la Universidad de Stanford (EEUU), Thrun ganó la competición del Pentágono de 2005 de vehículos autónomos que dio el pistoletazo de salida a la comercialización de la tecnología. Entonces estableció y lideró el proyecto de coches autónomos de Google, que ha recorrido más kilómetros en modo autónomo que cualquier rival.

En proyecto en el que trabaja ahora proviene de un lugar improbable: su start-up de educación en línea Udacity. Y tiene similitudes con sus esfuerzos pasados: se puede observar un coche Lincoln que porta logos de Udacity, cámaras y láseres giratorios por la zona de la bahía de San Francisco (EEUU). Pero el software que pilota este coche será gratuito y de fuente abierta. Los datos recopilados por el vehículo durante su operación también están siendo puestos a disposición pública para que cualquiera los pueda utilizar.

Foto: Udacity modificó este sedán Lincoln para que se conduzca sólo. Crédito: Udacity.

A modo de analogía con el mercado de smartphones, Thrun sostiene que esta inusual táctica acelerará el desarrollo de los coches autónomos. Google y otras empresas que están trabajando en la tecnología normalmente guardan sus códigos y datos con gran recelo.

Thrun utiliza una analogía: "Se podría decir que Google desarrolló el iPhone [de los coches autónomos] y nosotros estamos desarrollando la versión Android". En su opinión, "poner ese software a disposición de todos ayuda a que cualquier recién llegado desarrolle su propio vehículo, de manera muy similar a como Android aceleró el desarrollo de smartphones".

Udacity lanzó su proyecto para acompañar una nueva asignatura de ingeniería de coches autónomos que empezará en enero. Los ingenieros de Udacity escribieron el código requerido para empezar a probar el coche. Ahora la empresa está pidiendo ayuda a terceros mediante premios para las mejores soluciones a una serie de retos, como mejorar la capacidad del coche de interpretar los datos procedentes de sus cámaras. (Algunos datos de terceros ya se han incorporado al vehículo de Udacity). Los alumnos de la asignatura también contribuirán durante el programa de nueve meses, que cuesta 2.200 euros.

Foto: El robotista Sebastian Thrun lanzó, y lideró, el proyecto de coche autónomo de Google y ahora está desarrollando un coche autónomo en su 'start-up' de educación en línea, Udacity. Crédito: Udacity.

Irónicamente, el proyecto de Udacity cuenta con el apoyo de algunas de las mismas empresas que Thrun espera que conviertan en competencia. Su compañia crea asignaturas a las que denomina como "nanolicenciaturas" en áreas en las que la industria tecnológica necesita contratar empleados con las habilidades correctas. Las corporaciones pueden asociarse con Udacity para ayudar a generar los contenidos de las asignaturas, y a cambio serán los primeros en ofrecer trabajo a los graduados.

Udacity enumera 14 "socios de contratación" para su programa de coche autónomo, incluidas BMW, Mercedes y la división de camiones autónomos de Uber, Otto.

El director de investigaciones de transporte de la Universidad de Princeton, Alain Kornhauser, cree que si la industria logra compartir los datos recopilados durante las pruebas, la tecnología alcanzará antes el punto desde el cual se podrán reducir significativamente las muertes en carretera. A las empresas que trabajan en la conducción autónoma les encanta mencionar este argumento como un posible beneficio de la tecnología.

Puesto que los accidentes de coche son relativamente poco frecuentes y las condiciones de carretera y del tráfico son diversas y complejas, hace falta que un sistema recorra muchos kilómetros para enfrentarse con todos los difíciles "casos excepcionales" con los que tendrá que lidiar. Por ello, Kornhauser alega: "Tenemos que encontrar maneras de compartir información crítica para que todos no cometamos los mismos errores".

Las directrices para los coches autónomos publicadas por el Departamento de Transporte de Estados Unidos el pasado mes pedían a las empresas que desarrollen planes para compartir parte de sus datos. Pero hasta ahora, ninguna empresa se ha mostrado dispuesta a cederlos. Thurn concluye: "Ahora mismo lo que yo observo en el mercado son muchas empresas que construyen núcleos de software y datos para sí mismas y muy poca compartición de datos".

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