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AP Photo/Phelan M. Ebenhack

Espacio

Los seis retos de Blue Origin para la nueva vida de Bezos

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Su salida como CEO de Amazon le va a permitir centrarse en sus demás empresas, incluida la espacial, que en los últimos años se ha ido quedando rezagada frente a competidores grandes y pequeños. Las conexiones de Bezos, su carisma de vendedor y su visión de negocio podrían ser claves para impulsarla

  • por Neel V. Patel | traducido por Ana Milutinovic
  • 10 Febrero, 2021

El martes 2 de febrero, Jeff Bezos anunció que a finales de este año dejará el cargo de CEO de Amazon (aunque seguirá en la empresa como presidente ejecutivo de la junta directiva de Amazon). En su declaración, Bezos señaló: "[Estoy deseando tener] el tiempo y la energía que necesito para concentrarme en el Day 1 Fund, Bezos Earth Fund, Blue Origin, The Washington Post y mis otras pasiones. Nunca he tenido más energía y no se trata de jubilarme. Me apasiona el impacto que creo que pueden tener estas organizaciones".

Blue Origin. Bezos fundó esta empresa espacial en el año 2000, y desde entonces ha atesorado con algunos logros bastante importantes: con su cohete New Shepard, consiguió el primer aterrizaje vertical exitoso de un cohete que había ido al espacio (bueno, al espacio suborbital), y reutilizó el propulsor cuatro veces más. 

Pero, en general, Blue Origin se está quedando atrás de sus rivales. El cohete Falcon 9 de SpaceX (reutilizable y capaz de llegar hasta la órbita) ha realizado más de 100 misiones, registrando éxitos extraordinarios desde 2016. Su Falcon Heavy es el cohete más potente de la actualidad.

Incluso algunas empresas más pequeñas pueden presumir de más logros que Blue Origin. Rocket Lab, por ejemplo, casi ha perfeccionado el diseño de su ligero cohete Electron, que cuenta con motores impresos en 3D que se fabrican más rápido y por menos dinero. En sus 18 misiones, Electron ha enviado más satélites al espacio que Blue Origin y ya tiene planes de enviar una sonda a Venus dentro de unos años.

No obstante, Blue Origin podría ponerse al día. Varios nuevos proyectos en curso podrían lograr que la empresa se ponga por fin a la altura de SpaceX y otros, y generar ingresos constantes con una línea regular de clientes (sin tener que vender más acciones de Amazon para financiarla). Si Bezos estuviera más involucrado en el día a día, eso podría ser un gran activo para asegurar a esos clientes y firmar contratos que realmente pongan a la empresa en el mapa. 

Aquí están los seis proyectos en curso de Blue Origin que Bezos podría impulsar ahora que tiene más tiempo libre. 

Vuelo espacial con pasajeros humanos

New Shepard se desarrolló con un objetivo principal en mente: enviar a personas de forma segura y asequible al espacio en misiones suborbitales, donde pudieran pasar unos minutos en microgravedad y disfrutar de la vista del planeta desde lo alto. En su versión actual, en estas misiones debería poder llevar a seis pasajeros a la vez. 

La empresa esperaba realizar un vuelo tripulado de New Shepard en 2019, pero no sucedió. En 2020 la pandemia detuvo la mayoría de las actividades de lanzamientos de la compañía. Todos esperan con mucha paciencia para ver si 2021 podría ser el año dorado, pero eso parece bastante improbable en este momento

El propio Bezos no puede hacer nada para acelerar las pruebas y el desarrollo de New Shepard ni prepararlo para el vuelo espacial con humanos. Pero, de la misma manera que Musk es un evangelista para generar interés en SpaceX, Bezos podría tener el mismo papel siendo el gran vendedor que es, para que la gente se interese en reservar sus billetes para viajar al espacio, y promoviendo de manera más agresiva el trabajo de la compañía. Si Blue Origin quiere dominar el mercado del turismo espacial, ahora es el momento apropiado para intentarlo.

Conseguir que New Glenn despegue 

New Glenn es donde empieza la verdadera diversión. Al igual que Falcon Heavy, New Glenn es un cohete de carga pesada con un propulsor reutilizable de primera etapa, destinado a enviar satélites a la órbita. La empresa tiene como objetivo el lanzamiento inaugural de New Glenn este año. 

De nuevo, Bezos no puede hacer nada para acelerar ese calendario. Pero sí que podría dedicar más tiempo a buscar a más clientes. En este momento, Blue Origin tiene un puñado de contratos para lanzar satélites comerciales. Pero va a necesitar un flujo constante de misiones para justificar la existencia de New Glenn y comenzar a ganar dinero. Ahora sería un buen momento para que Bezos pusiera en práctica esas conexiones multimillonarias.

Satélites, satélites, satélites

Debería haber muchos clientes interesados. Construir un satélite ahora es más barato que nunca. Pueden ser más livianos y compactos que antes, por lo que es mucho más fácil enviarlos al espacio. 

Si New Glenn empieza a volar, debería seguir el ejemplo de SpaceX y considerar ofrecer misiones de viajes espaciales compartidos que lanzan docenas o incluso centenares de cargas a la órbita a la vez. Los directivos deberían comenzar a preparar una estrategia de este tipo si quieren lograr una participación importante en el mercado de los proveedores de lanzamientos. 

Proyecto Kuiper

Hablando de satélites, deberíamos esperar que Blue Origin ponga en órbita muchas más de sus propias cargas en cuanto New Glenn pueda volar. Presentamos el Proyecto Kuiper: una spin-off de Amazon que quiere establecer una constelación de satélites para proporcionar internet de alta velocidad a personas de todo el mundo. Suena familiar ¿verdad?

Aunque la constelación de 3.236 satélites propuesta por Kuiper será mucho menor que los 12.000 satélites de Starlink que SpaceX planea lanzar, sigue siendo una cifra considerable. Y quizás Bezos pueda aprovechar la tardanza de Kuiper para evitar los errores de SpaceX con Starlink, es decir, no afectar la astronomía en todo el mundo y encontrar formas de gestionar toda esa congestión orbital para calmar los miedos sobre las colisiones que podrían convertir la órbita de la Tierra en un peligroso campo de minas.

A pesar de que podemos esperar que Blue Origin tenga un papel importante en los lanzamientos de los satélites Kuiper, Bezos ha asegurado que está dispuesto a usar otros cohetes si fuera necesario, por lo que ahora también podría ser un buen momento para ver qué es lo que hay disponible.

Blue Moon y Artemis

Blue Origin no quiere quedarse en la órbita de la Tierra. También quiere ir a la Luna y ayudar a la NASA a que haga lo mismo. Uno de los proyectos más importantes de la empresa es Blue Moon, el módulo de aterrizaje lunar que debería transportar carga y personas. Blue Origin está colaborando con Lockheed Martin, Northrop Grumman y Draper en un concepto más amplio que creen que la NASA podría usar para llevar a los astronautas a la superficie lunar de manera segura bajo su programa Artemis. Algunas partes del sistema serían reutilizables y deberían integrarse bien en órbita lunar con la estación espacial Gateway de la NASA. 

La propuesta liderada por Blue Origin parece estar mejor posicionada para ser seleccionada por la NASA que la de SpaceX (aunque Dynetics también ha impresionado a la agencia). Pero, bajo la administración de Joe Biden, la NASA ha retrasado la selección del módulo de aterrizaje lunar mientras reevalúa el calendario del programa Artemis y el objetivo de 2024 para la misión lunar. 

¡Esto es algo bueno! Da más tiempo a Blue Origin para probar adecuadamente su Blue Moon, para trabajar más de cerca con sus socios en el proyecto y quizás encontrar distintas formas de desarrollar estas tecnologías para otras aplicaciones. 

Motores

Por último, una de las mayores fortalezas de Blue Origin han sido sus motores de cohete, particularmente el BE-4. Cada cohete New Glenn utilizará el motor BE-4, y también lo tendrá el próximo cohete Vulcan de United Launch Alliance (no siempre se ve a una empresa de cohetes recurrir a su rival en busca de piezas). El motor irá al espacio por primera vez a finales de este año, ya sea a bordo del Vulcan o del New Glenn. 

De nuevo, Bezos podría tener un papel más importante para lograr que otras empresas aeroespaciales comiencen a incorporar BE-4 de manera más amplia en sus propios sistemas.

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