El gigante de la industria de los semiconductores, Applied Materials, está intentando sacar adelante las pantallas flexibles de alto rendimiento.
Las pantallas fabricadas con plástico en vez de cristal serían el sueño de los amantes de los gadgets: serían resistentes y ligeras y tendrían que ser de bajo coste para fabricarlas en sistemas rollo a rollo similares a los utilizados para el papel de prensa. Sin embargo, para desarrollar prototipos de ordenadores tipo tablet y otros dispositivos flexibles con pantallas de plástico, los fabricantes de dispositivos han tenido que desarrollar un equipamiento especial. Eso podría retrasar la llegada de las pantallas flexibles al mercado y mantener sus altos precios.
Applied Materials está tratando de resolver este problema--y conseguir un punto de apoyo en un mercado potencialmente enorme--mediante la estandarización de los equipos de fabricación de pantallas flexibles. La empresa, fabricante dominante en el mundo de equipamiento para la fabricación de chips de ordenador y pantallas de cristal líquido, está desarrollando un proceso que podría imprimir paneles de transistores flexibles que funcionen tan bien como los de sustratos rígidos. Eso sería necesario para que las pantallas flexibles sean viables.
Los dispositivos electrónicos flexibles y resistentes con pantallas de plástico son propensos a atraer a los consumidores. Nick Colaneri, director del Centro de Pantallas Flexibles de la Universidad del Estado de Arizona, señala que los dispositivos como el iPad podrían ser más grandes, y asumir nuevas funciones, si pudieran desprenderse de sus frágiles pantallas de cristal. Sin embargo, también hay un interés para los fabricantes. Las pantallas flexibles podrían costar mucho menos de fabricar. Pueden ser fabricadas en máquinas de rollo a rollo que funcionan de manera continua a altos volúmenes, lo que es más eficiente que los métodos por lotes utilizados en la electrónica convencional.
Actualmente, las empresas que trabajan en prototipos de pantallas flexibles ya disponen de su propio equipamiento de producción. Hewlett-Packard, por ejemplo, ha hecho esto en su trabajo con Phicot, una spin-out de la empresa solar Powerfilm, con sede en Ames, Iowa, para desarrollar pantallas electrónicas flexibles de alto rendimiento fabricadas en plástico. "De alguna manera en esta industria, la gente va a tener que tener un conjunto común de herramientas", indica Carl Taussig, director del Laboratorio de Superficies de Información de los laboratorios HP en Palo Alto, California.
Uno de los retos para fabricar pantallas flexibles es que requieren circuitos flexibles. Aunque ya hay algunos circuitos flexibles en el mercado, por ejemplo, dentro de las etiquetas RFID, éstos no son tan sofisticados ni tan rápidos como las matrices de transistores que orquestan los píxeles de una pantalla. La fabricación de una matriz de transistores de este tipo requiere de un proceso llamado deposición de vapor químico que es difícil de llevar a cabo en rollos de plástico o metal. Se pueden producir discordancias entre las propiedades mecánicas y térmicas del plástico y las de los materiales activos, tales como el silicio amorfo. Varias empresas como PowerFilm han abordado este reto de crear células flexibles utilizadas para captar la energía solar, pero la fabricación de circuitos flexibles de una pantalla es más difícil, en parte porque los circuitos tienen detalles de a escala nano de múltiples capas.
Las empresas han estado tratando de sortear estas dificultades mediante el uso de diferentes substratos, materiales activos, y métodos de grabado. Eso significa que esta tecnología está lejos de la coalescencia en torno a un método estándar de producción de microprocesadores de la forma en que--ya sean fabricados por Intel o por AMD, todos los procesadores son fabricados en obleas de silicio de un tamaño estándar. Para las pantallas flexibles, Applied Materials está desarrollando una máquina que realiza la deposición de vapor químico sobre una gama de sustratos, desde películas de acero inoxidable hasta los plásticos utilizados por Hewlett-Packard y Phicot. El líder de investigación en este proyecto, Neil Morrison, afirma que esta herramienta puede producir conjuntos de transistores que son "lo suficientemente buenos para un lector de libros electrónicos". La empresa está poniendo a prueba su máquina de rollo a rollo con varios clientes que no quiere revelar, y ha comentado que espera empezar a vender el equipamiento a los fabricantes en un período de tres a cinco años.