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Computación

Mudando los datos entre nube y nube

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Una startup espera poder facilitar que saltemos de unos servicios de computación en la nube a otros.

  • por Kate Greene | traducido por Francisco Reyes (Opinno)
  • 05 Mayo, 2009

Durante los últimos años, una serie de compañías lideradas por Amazon, Microsoft y Google han acabado creando lo que se conoce como la era de la computación en la nube, mediante la cual las compañías y los individuos disfrutan de un acceso informático ‘a la carta’, pagando únicamente por la cantidad de procesos de cálculo que necesiten. Como suele ocurrir cada vez que un nuevo tipo de industria sale a la luz, a lo largo del último año se ha producido un chaparrón de startups dentro de la industria de la computación en la nube.

Una de estas startups, llamada Cloudkick, espera ser capaz de proveer un acceso más simple a los datos que mantenemos guardados a lo largo de los distintos servicios de computación en la nube. Cloudkick nos ofrece una interfaz web unificada para poder hacer un seguimiento de los datos sin importar el proveedor en la nube donde estén alojados.

Otra característica que Cloudkick acaba de lanzar se denomina Cloudshift, y permite a los clientes transferir datos entre distintos proveedores de computación en la nube con sólo hacer unos cuantos clics de ratón. Hace que sea posible cambiar una aplicación desde los servidores de Amazon hasta aquellos de competidores como Rackspace, y lo hace con una facilidad sorprendente. Esto significa que aquellos negocios que utilicen Cloudkick pueden evitar acabar quedarse estancados con un solo proveedor—una característica que podría ayudar a ahorrar dinero si de pronto un proveedor distinto nos ofrece un servicio más barato.

“Hay muchas compañías que tienen miedo de subirse a la nube porque no quieren que una sóla compañía posea todos sus datos,” afirma Dan Di Spaltro, cofundador de la startup. Estas compañías temen que transferir los datos entre servidores distintos acabará costándoles una gran cantidad de tiempo y recursos puesto que, a día de hoy, no hay un estándar fijo de computación en la nube. Ir de un servidor a otro requiere una serie de trucos técnicos, entre los que se incluye el tener que convertir los datos entre los distintos tipos de archivos que utilizan los servidores. “Nosotros atacamos de frente a este problema de interoperabilidad,” señala Di Spaltro.

Cloudkick presentó su producto el mes pasado en la conferencia Under the Radar, en Mountain View, California, donde logró ganar el primer premio del evento así como ser el mejor de su categoría, gracias a los votos del público. Esta startup, fundada por la firma empresarial Y Combinator, salió a la luz en marzo, tiene 1.600 clientes, y administra un total de 12.500 servidores. El servicio de administración de la compañía y su nuevo servicio de migración—que en la actualidad sólo se encuentra disponible para un pequeño número de clientes—son gratuitos, aunque está previsto el lanzamiento de planes de pago en el futuro.

Después de registrarse en la web de Cloudkick, los usuarios pueden añadir distintas cuentas de computación en la nube mediante la introducción de los distintos nombres de usuario y claves de acceso. Después se nos muestra un panel de mandos en el que podemos ver el estado de todos estos servicios. Se nos da la posibilidad de crear alertas por mail para avisarnos si el tráfico cae por debajo de un mínimo en concreto o si de pronto empieza a despuntar. La compañía también ofrece gráficos para visualizar la carga media que recae sobre una pieza de maquinaria en concreto—un indicador de la salud general del sistema.

Transferir datos de un proveedor a otro es tan sencillo como arrastrar y soltar un icono en la pantalla. Sin embargo, detrás de esta simpleza se esconde mucho más. Por ejemplo, cuando los datos se almacenan en los servidores de Amazon utilizando su sistema S3 (Simple Storage System), estos datos se graban con un formato propio que impide que puedan trasladarse a otro tipo de servicio. Para solucionar este problema, Cloudkick ha desarrollado un tipo de software que automáticamente desprende estos datos del sistema de archivos S3. Esto implica que la capa de encriptación que rodea a los datos tenga que ser eliminada, explica Alex Polvi, cofundador de Cloudkick. Después los datos se pueden subir a otro proveedor—todo el proceso se lleva a cabo en aproximadamente cinco minutos. “Es como grabar un CD,” señala Polvi.

Cloudkick no es la única compañía que ofrece una forma nueva de administrar los servicios de computación en la nube. Otras compañías como CloudStatus y RightScale también nos ofrecen una forma de hacer un seguimiento de los servidores a través de la web. La ventaja de Cloudkick, según Polvi, es que hace que todo resulte lo más simple posible y que permite a los usuarios cambiar de servidores con facilidad.

Di Spaltro añade que en el futuro Cloudkick quiere que sus clientes puedan hacer transferencias entre proveedores en la nube basándose en una serie de tarifas predeterminadas, o basándose en la localización geográfica en la que se produzca la mayor cantidad de carga de datos. Por ejemplo, si un proveedor nos ofrece un tipo de servicio por debajo de una cierta cantidad, Cloudkick automáticamente podría transferir los datos a dicho servicio. O si el servidor de un cliente experimenta una carga demasiado pesada en una parte del mundo durante una cierta franja horaria, el usuario podría transferir la carga a los servidores de esa localización durante esas horas, con lo que se reducirían las esperar y mejoraría el rendimiento.

“La posibilidad de poder trasladar las cargas de trabajo es genial,” afirma Frank Gillett, analista en Forrester Research. Añade que la portabilidad que ofrece Cloudkick será de especial interés para las startups, “que estén a la búsqueda del precio más económico o que deseen poder moverse rápidamente.”

No obstante, Gillett añade que todavía hay mucha incertidumbre rodeando a la computación en la nube y los tipos de servicio que podrían ser más útiles. “Los conceptos se están desarrollando de forma más rápida que la demanda del mercado,” afirma. “Es estupendo ver el nacimiento de todas estas startups, pero no olvidemos que aún nos encontramos en una fase muy inicial.”

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