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Computación

Los fabricantes tradicionales de coches, a la cola en innovación

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Dos expertos con historiales y enfoques distintos comentan la forma en la que la tecnología está cambiando el transporte

  • por Nanette Byrnes | traducido por Teresa Woods
  • 05 Junio, 2015

Foto: Venkatesh Prasad.

Dos expertos de la tecnología del transporte se subieron el lunes al escenario de EmTech Digital, celebrado en San Francisco (EEUU), y dieron dos visiones muy diferentes entre sí del papel de la tecnología en este campo.

Representando a los fabricantes tradicionales de coches, el máximo responsable de Investigación e Innovación de Ford, Venkatesh Prasad, argumentó que los sensores incorporados a los elementos "analógicos" de los coches, como los limpiaparabrisas o la palanca de marchas representan fuentes potenciales de datos que podrían impulsar importantes aplicaciones y conocimientos nuevos.

Con una programación inteligente, un limpiaparabrisas, por ejemplo, se podría convertir en una herramienta precisa para el seguimiento de patrones meteorológicos, dijo Prasad.

Haciendo constar que los conductores pueden reducir el consumo en hasta un 25% anticipándose a las demoras con las que se encontrarán en su camino, Prasad sostiene que hoy podríamos conseguir mejoras importantes mediante plataformas de datos abiertos como el Open XC de Ford. "No necesitas nuevo hardware. No requiere nueva capital. No tienes que ser una institución gigante con fuertes apoyos económicos para hacerlo", afirma Prasad.

Una visión más amplia sobre cómo se puede transformar la conducción dio el jefe de Investigación del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts, en EEUU) y CEO y cofundador de nuTonomy, Karl Iagnemma. La solución de Iagnemma para evitar atascos consta de coches autónomos que actúen como "copilotos" de los conductores humanos. Esta tecnología podría ser un apoyo para mejorar la conducción, preferiblemente sin privarla de toda la diversión.

Foto: Karl Iagnemma

Iagnemma imagina un futuro en el cual aún nos desplazaremos del punto A al punto B dentro de algo que se asemeje a un coche, pero de una manera que no nos resultará familiar a los que conducimos.

Llegar a tal mundo requiere casar dos estilos muy diferentes de conducción. Un vehículo automático es programado para encontrar un único camino óptimo al destino. Las personas, en cambio, evalúan de forma continua, tomando decisiones acerca de la navegación constantemente en base a muchos factores.

"A los humanos se nos da bien tomar decisiones; a la automatización se le da bien la ejecución de tareas repetitivas", dijo. Para los ingenieros, "los humanos parecemos una enorme distracción para el sistema".

En un gesto reconocedor del impacto de las visiones sobre el transporte impulsadas por la tecnología sobre su industria, Prasad reconoció que a pesar de la trayectoria de 111 años de Ford, los mayores cambios están produciéndose fuera de las empresas como la suya. "La convergencia de movilidad, autonomía y conectividad está ocurriendo de forma muy rápida, y no coloca a los fabricantes tradicionales de coches en el centro del movimiento", comentó.

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