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Tecnología y Sociedad

Un ataque a los grandes fondos de Ripple dejaría sin crédito a 50.000 usuarios

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El primer análisis a gran escala del sistema financiero de la criptomoneda ha revelado una gran debilidad. La mayor parte de las transacciones nacen de un pequeño número de carteras que, si desaparecen, paralizan al resto. Pero hay una forma muy sencilla de arreglar el problema

  • por Emerging Technology From The Arxiv | traducido por Teresa Woods
  • 28 Junio, 2017

"Seis grados de separación" es una expresión que resume el fenómeno de las redes sociales. Representa la idea de que cualquier habitante de la Tierra está conectado con cualquier otra persona a través de, como mucho, seis saltos. Los científicos de redes han estudiado durante mucho tiempo este contraintuitivo fenómeno de "pequeño mundo", utilizándolo para enviar postales y correos electrónicos por todo el planeta.

El núcleo de estas redes está compuesto por los lazos que los seres humanos desarrollan entre sí, y por el hecho de que los vínculos entre amigos y conocidos son mucho más fuertes que los vínculos entre extraños.

Y eso abre una posibilidad interesante: en lugar utilizar los vínculos de confianza de un individuo para enviar postales o correos electrónicos, ¿por qué no enviar dinero? La idea es que, aunque es posible que no estemos dispuestos a hacer un trato con alguien a que no conocemos, podríamos estar dispuestos a hacer un trato con un amigo, que a su vez hace un trato con otro amigo suyo y así sucesivamente hasta que los fondos llegan al destinatario.

Resulta este tipo de red financiera ya existe, y se llama Ripple. Consiste en una red de pagos en la que los usuarios conectan con otros usuarios en los que confían y permiten la transferencia de fondos entre ellos.

Una característica clave de Ripple es que cuando un usuario tiene conexiones con otros dos, las cantidades confiadas a cada uno pueden variar siempre que el total se mantenga constante. Esto genera liquidez: permite que los fondos sean trasladados, en forma de onda, dentro de la red. Y el usuario recibe un pequeño pago por hacer de intermediario.

El gran argumento de venta de Ripple es el bajo coste de cada transacción: los usuarios pagan una pequeña tarifa para enviar dinero, pero es mucho más baja que las de otras vías para transferir dinero.

Ripple se ha convertido en un actor importante en el nuevo mundo de las criptomonedas. Una amplia gama de bancos e instituciones financieras han comenzado a jugar con ella, y también numerosos particulares. El resultado es que la capitalización de mercado de Ripple ha llegado al segundo puesto de las criptomonedas, sólo por detrás de Bitcoin.

Todas las transacciones de Ripple se registran de forma segura con métodos criptográficos y se comprueban periódicamente. Y son totalmente transparentes, lo que permite hacer un análisis detallado de la red y sus propiedades.

Aquí entra en escena el investigador de la Universidad de Purdue en West Lafayette (Indiana, EEUU) Pedro Moreno-Sánchez y varios compañeros. El equipo ha aprovechado la disponibilidad de datos para estudiar la estructura de la red por primera vez y su evolución desde su nacimiento en 2013. Aunque la parte más interesante del análisis es la de las vulnerabilidades que la red ha ido acumulando.

Ripple forma una red de crédito en la que los usuarios, o sus carteras Ripple, actúan como nodos y los vínculos entre ellos representan la cantidad de dinero que cada uno debe al otro. Así que los vínculos tienen un peso y una dirección. El equipo de Moreno-Sanchez descargó los datos asociados con las carteras y los vínculos de crédito al final de cada año entre 2013 y 2016.

El análisis resulta interesante. A finales de 2016, había 100.000 carteras Ripple y 170.000 vínculos de crédito. La red ha crecido considerablemente, ya que las carteras se han multiplicado por 6,6 desde 2013. Durante ese tiempo, la estructura de la red se ha mantenido notablemente constante. En 2013, cada cartera estaba conectada con una media de 3,12 carteras más. En 2016, esa cifra era de 3,53.

El equipo también estudió el patrón más habitual que siguen las conexiones. Algunos nodos pueden actuar como bancos al tener fondos reales y dar crédito a los propietarios dentro de la red (y de hecho muchos de ellos son bancos reales). Estos nodos se denominan portales, y lo normal es que las carteras estén conectadas a ellos en lugar de a otras carteras.

También existe una estructura comunitaria más amplia, y que está determinada por la geografía. Esto se debe a que los usuarios deben superar ciertos tipos de pruebas de identidad legal para vincularse a un portal, y estas verificaciones suelen depender de documentos físicos como pasaportes y carnés de identidad. Por tanto, los usuarios en China tienden a estar conectados a otros usuarios y portales chinos, y lo mismo pasa en Europa. Israel, que sigue el mismo esquema, acaba de convertirse en una de las comunidades más grandes de Ripple.

El equipo de Moreno-Sánchez también ha estudiado las vulnerabilidades de la red, y sus resultados son más preocupantes. Se sabe que las redes con más vínculos también son más resistentes a los ataques porque pueden seguir funcionando prácticamente igual cuando se elimina algún nodo importante, ya que siempre existe una ruta alternativa para desplazarse por la red.

Entonces, ¿cuán vulnerable es la red Ripple? Una medida importante de la salud de un sistema financiero reside en su liquidez, en lo fácil que resulta hacer una transacción. En esta métrica, Ripple obtiene buenos resultados. Dado que el núcleo de la red son los portales, y muchos de ellos corresponden a instituciones financieras convencionales, el sistema es altamente líquido.

El equipo también simuló el efecto de eliminar nodos importantes de la red, como algunos portales. Esta acción equivaldría a un ataque malicioso o una crisis financiera más amplia. En este caso, las carteras que sólo están conectadas a estos portales se quedan aisladas sin acceso a sus fondos ni a otras carteras.

Esta vulnerabilidad afecta a un gran número de carteras. "Alrededor de 50.000 carteras son muy vulnerables a la interrupción de tan sólo 10 de ellas. Y su crédito con los portales valorado en casi 13 millones de euros) está en riesgo", afirma el equipo de Moreno-Sánchez. Pero aunque es una cantidad significativa de dinero, hay una solución muy simple: estas carteras necesitan más vínculos. "Los usuarios pueden verse afectados por la interrupción de un puñado de nodos y, por lo tanto, se les aconseja agregar enlaces de crédito", señala el equipo.

Es un trabajo interesante que demuestra la resistencia de este tipo de red, así como su debilidad. Pero eso no debe ser considerado como algo negativo. La capacidad de identificar vulnerabilidades es el primer paso para corregirlas. De hecho, la incapacidad de detectarlas es uno de los principales problemas de la banca convencional. Por esa razón, Ripple y otras redes similares sguramente tienen un futuro muy prometedor.

Ref: arxiv.org/abs/1706.02358 Mind Your Credit: Assessing the Health of the Ripple Credit Network

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