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El cerebro humano solo puede tener cinco mejores amigos

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Una investigación demuestra la existencia de las capas Dunbar, que clasifican las relaciones humanas por niveles en función del grado de cercanía. En la capa más alta, el número máximo es cinco

  • por Emerging Technology From The Arxiv | traducido por Teresa Woods
  • 04 Mayo, 2016

Allá por la década de 1990, el antropólogo británico Robin Dunbar se fijó en la llamativa correlación entre el tamaño cerebral de los primates y los grupos sociales que formaban. Esta correlación era sencilla: cuánto más grande el cerebro, más grande el grupo social. Y la explicación parecía razonable: los animales con cerebros más grandes pueden recordar, y por tanto interactuar de modo significativo con un número mayor de homólogos.

Eso llevó a Dunbar a realizar una famosa predicción. Al mapear la correlación y extrapolar la curva hasta alcanzar el tamaño del cerebro humano, predijo que los humanos no podrían incluir a más de 150 personas en su esfera social.

Dunbar y otros investigadores han encontrado muchas pruebas que respaldan el número de Dunbar en los tamaños de las sociedades de cazadores-recolectores, las legiones romanas y las empresas exitosas. Hasta se han encontrado pruebas que respaldan el número de Dunbar en las modernas redes sociales. Cada vez parece más cierto que los humanos parecen tener un límite natural sobre el número de relaciones significativas que pueden mantener. Y este número ronda los 150.

En años recientes, Dunbar ha llevado su idea más lejos al tener en cuenta la cercanía emocional entre individuos. Esto le ha llevado hasta la idea de las capas Dunbar: que el grupo de 150 contactos de un individuo se distribuye en capas en función de la estrechez de los lazos emocionales.

Los individuos generalmente tienen hasta cinco personas en la capa más cercana. La siguiente capa contiene otras 10, la siguiente otras 35, y la última otras 100. Así que de forma acumulativa, las capas contienen cinco, 15, 50 y 150 personas respectivamente.

Sin embargo, las pruebas de este tipo de capas dentro de los grupos sociales ha resultado más difícil de recopilar. Hoy, Dunbar, que trabaja en la Universidad de Oxford (Reino Unido), y varios compañeros suyos afirman haber encontrado pruebas de las capas Dunbar dentro de un masivo conjunto de datos de llamadas móviles. Y los números proporcionan una curiosa idea acerca de la naturaleza del contacto social humano.

El nuevo conjunto de datos consiste en unas 6.000 millones de llamadas realizadas por 35 millones de personas de un país de Europa sin especificar durante 2007. El equipo da por sentado que la frecuencia de llamadas entre dos individuos representa una medida de la fuerza de su relación.

Para filtrar las llamadas de trabajo y las de ocio, el equipo de Dunbar sólo incluye individuos que realizaron llamadas recíprocas y se centraron en aquellos que llamaron al menos a otras 100 personas. Eso descarta a la gente que no utiliza regularmente el móvil para llamar a sus contactos sociales.

Eso deja unas 27.000 personas que llaman, de media, a otras 130 personas. Cada uno de estos individuos realizó unas 3.500 llamadas al año, unas 10 llamadas al día. Según el equipo, la persona que realizó el mayor número de llamadas a otra persona llamó más de 15.000 veces. De media, es más de 40 llamadas al día durante un año entero. Seguramente roza el límite máximo.

El equipo también señala que 2007 representa un buen año para buscar capas Dunbar porque es anterior al uso extendido de smartphones y redes sociales como Facebook, que proporcionan otras vías de interacción social que habrían dificultado mucho el estudio.

El método del equipo fue sencillo. El equipo de Dunbar minó estos datos al contar el número de llamadas que cada individuo realizó a sus contactos y empleó algoritmos de clasificación para buscar patrones en los resultados.

Los resultados representan una lectura interesante. Distintos métodos de clasificación proporcionan resultados ligeramente diferentes, pero no obstante, el equipo asegura que la capa cumulativa media contiene 4,1; 11,0; 29,8 y 128,9 usuarios.

En su artículo, los investigadores detallan: "Estas cifras son algo más pequeñas que las convencionales para las capas Dunbar, pero están dentro del abanico natural de variación". Los números podrían ser más pequeños porque los datos móviles sólo captan una parte de las interacciones sociales totales de un individuo.

El equipo también encuentra algunas pruebas de una capa adicional entre algunas personas. El artículo afirma que "esto podría, por ejemplo, significar que los introvertidos y los extrovertidos dispongan de un número distinto de capas de amigos". Pero, de forma interesante, los extrovertidos, aunque tienen más amigos, siguen teniendo un número similar de capas.

En total, el estudio ofrece pruebas sólidas de la existencia de las primeras y últimas capas pero con algo de variabilidad en cuanto al tamaño de las capas intermedias. El artículo afirma: "La clasificación genera resultados que concuerdan bien con estudios anteriores para las primeras y últimas capas, pero en las capas intermedias observamos una gran variabilidad".

Muy interesante. Tal vez ahora intenten comprobar si surgirán pruebas parecidas del estudio de redes sociales en línea como Facebook e Instagram que podrían permitir unos estudios más matizados.

Ref: arxiv.org/abs/1604.02400: Calling Dunbar’s Numbers

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