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Irene Tinagli

Opinión

Catalizadores de la innovación, la joya olvidada de la productividad

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Los grandes avances se atribuyen a los inventores estrella, pero alrededor de ellos hay personas que juegan un papel clave en su trabajo y cuyo impacto suele ignorarse. Aprenda a identificar y potenciar a los catalizadores de la innovación para aumentar el rendimiento de su organización sin invertir en I+D

  • por Irene Tinagli | traducido por
  • 31 Julio, 2018

En este artículo vamos a hablar de un rol específico dentro del proceso que produce la generación de innovaciones. Este rol lo desempeña una categoría única de personas cuyas contribuciones, aunque estratégicas, a menudo son ignoradas. Estas personas no son los "innovadores líderes" que producen la gran invención, la patente o la solución final a un problema. En lugar de eso, hablamos de aquellos que crean las condiciones necesarias para que suceda la innovación, los que ayudan a los innovadores a generar innovación. Vamos a llamarlos catalizadores de la innovación.

Atrapados entre la poderosa retórica del liderazgo y del "nosotros" colectivo, las organizaciones corren el riesgo de olvidar que los roles intermedios son fundamentales para que los líderes brillen y los equipos los cumplan. En el contexto de las organizaciones centradas en el conocimiento, los catalizadores de la innovación no son las personas que innovan, pero quienes sí lo hacen dependen de ellos para aumentar su rendimiento innovador, y los equipos disfrutan de tenerlos a su alrededor para que la información crítica circule de manera efectiva. Los catalizadores de la innovación no suelen ser el centro de atención, pero si intenta sacarles de la foto, verá qué pasa con el resto del equipo.

Históricamente, el mito del inventor solitario ha eclipsado la importancia y el papel de su red de contactos para explicar la productividad innovadora. Sin embargo, la relevancia del entorno social a la hora de generar innovaciones está bien documentado. Thomas Edison, considerado como el inventor solitario por excelencia, no estaba tan solo después de todo. Como detalla en el fascinante relato de Andrew Hargadon de 2003 titulado Cómo suceden los avances, la clave para la invención de la bombilla eléctrica fue "la red que había alrededor de [Thomas] Edison... llena de vínculos con otras personas, ideas y elementos que se combinaban para formar su particular 'invención'. Hargadon defiende que "ignorar estas conexiones oculta las ideas centrales sobre cómo se desarrollan las innovaciones".

Pero reconocer la importancia del contexto social circundante de un inventor para explicar su capacidad de innovación es solo el primer paso para comprender cómo ocurre la innovación en las organizaciones. De hecho, decir que el círculo social de un inventor es importante no implica necesariamente que todos los que están alrededor de ese inventor sean igual de relevantes para fomentar su creatividad. Cuando se trata de catalizar la innovación, algunas personas son claramente más importantes que otras. No es casualidad que las primeras jamás palabras pronunciadas por teléfono fueran las de la llamada que Graham-Bell hizo a su asistente: "¡Watson, ven aquí! ¡Necesito hablar contigo!"

Comprender quiénes son estos catalizadores y cómo operan es una forma importante (¡y barata!) de aumentar el potencial innovador de las organizaciones a través de un uso más eficiente del capital humano y social de sus empleados. Pero, ¿cómo podemos reconocerles e identificarles? ¿En qué se diferencian de la clásica figura del innovador? Y, ¿cuál es su impacto real en la organización?

Un estudio realizado a un equipo de 276 científicos, investigadores e ingenieros de élite del departamento de I+D de una empresa multimillonaria de alta tecnología (Tortoriello, McEvily y Krackhardt 2015) responde a estas preguntas, arrojando luz sobre la identidad y el papel de los catalizadores de innovación. Al recopilar información sobre los científicos y utilizar el análisis de red para "mapear" sus conexiones, su comportamiento social y el flujo de información entre dichas conexiones, el estudio hizo dos descubrimientos importantes.

En primer lugar, el estudio muestra claramente cuán diferentes son los catalizadores de los innovadores. Su comportamiento, su productividad y su inclinación para compartir información (un proceso crucial para que la innovación suceda) son completamente distintos. De los 276 investigadores, 39 (14 %) fueron identificados como catalizadores; y 21 (8 %) fueron clasificados como innovadores. La superposición entre catalizadores e innovadores resultó mínima: solo cuatro individuos de 276 (el 1,5 % de la muestra) eran tanto innovadores como catalizadores.

En segundo lugar, el análisis muestra la enorme importancia de los catalizadores para mejorar la productividad de los inventores. Según los resultados, la productividad innovadora de los investigadores que estaban directamente conectados a un catalizador fue casi el doble que la productividad de los investigadores que no tenían  a uno en su red local. En otras palabras: si usted es un innovador que cuenta con al menos un catalizador en su red, será el doble de productivo que un innovador que no tiene ese apoyo.

Las implicaciones de tales hallazgos son muy relevantes para la gestión de la innovación. De hecho, implican que es necesario prestar más atención a este rol auxiliar. Si las empresas se aprovechan de sus catalizadores de la innovación pueden aumentar significativamente su potencial innovador sin tener que aumentar la su inversión en I+D.

Pero las implicaciones prácticas del concepto de catalizador de la innovación van más allá de la innovación de producto. Por ejemplo, este enfoque podría conducir a una forma completamente nueva de gestionar los procesos de cambio organizacional y facilitar la transformación digital que muchas empresas están experimentando en los últimos años. Los catalizadores de innovación podrían aprovecharse para motivar, inspirar, liderar tales cambios en la organización, y apoyar a otros en el proceso de transformación. También podrían aprovecharse para mejorar el propio rendimiento de la organización, ya que pueden respaldar la capacidad de otros empleados para elaborar mejores estrategias y hacer las cosas. Los catalizadores de la innovación son un tesoro oculto dentro de las organizaciones. Después de años elogiar y perseguir a las superestrellas de la innovación, tal vez haya llegado el momento de mirar a los jugadores que "forman el equipo" y estructuran el partido para que otros metan goles.

*Irene Tinagli economista, académica y política italiana.

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