El lunes en Nueva York, el director general de Microsoft Steve Ballmer presentará una nueva línea de teléfonos inteligentes que representan una remodelación completa de la poco exitosa estrategia de Microsoft dentro del mercado móvil.

Los teléfonos móviles ejecutarán un nuevo sistema operativo, conocido como Windows Phone 7, que hace un uso intensivo de la última tecnología de pantalla táctil. En lugar de mostrar una serie de botones de aplicaciones, las pantallas de inicio de los teléfonos son páginas de gran tamaño con información en constante cambio, tales como actualizaciones de estado en directo y publicaciones de fotos de nuestros amigos de Facebook. La pantalla de inicio, y las de muchas aplicaciones, son varias veces más anchas que la propia pantalla táctil, y pueden ser desplazadas a la izquierda y a la derecha, en respuesta a lo que Microsoft define como un diseño panorámico.

El lema de Microsoft para Windows Phone 7, o WP7, como está siendo llamado, es "La vida en movimiento". Microsoft también necesita hacer que su cuota de mercado de telefonía móvil se ponga en movimiento. Una encuesta de Nielsen encontró que en los seis meses que acaban de terminar en agosto, los teléfonos de Google con tecnología Android representaron el 32 por ciento de los teléfonos inteligentes vendidos en los EE.UU., mientras que la BlackBerry de Research In Motion acaparó un 26 por ciento y Apple un 25. Los teléfonos de Microsoft se agrupan en la categoría "otros" de Nielsen, con menos del 5 por ciento de las ventas. Si Microsoft no es capaz de establecerse entre los dispositivos móviles, corre el riesgo de perder importancia dentro de la plataforma informática de más rápido desarrollo.

Al igual que con los teléfonos anteriores que utilizaban software de Microsoft, estos dispositivos provienen de varios fabricantes y se venderán a través de múltiples proveedores de servicios inalámbricos, que se anunciarán el lunes. Como era de esperar, WP7 soporta Microsoft Word, Excel, PowerPoint, así como su software de correo electrónico corporativo Exchange, su servicio gratuito para consumidores Skydrive, las búsquedas y mapas de Bing, y el servicio Xbox Live de juego multijugador.

Sin embargo, una gran diferencia es que Microsoft ha dejado de intentar meter el escritorio de Windows y la interfaz del ordenador portátil en un teléfono. En cambio, WP7 ha sido diseñado para centrarse en "la información que la gente quiere ver en sus teléfonos", y la mejor manera de mostrarla en una pantalla táctil móvil, afirma Brandon Watson, encargado de administrar el desarrollo de WP7 en Microsoft. Esto da como resultado un menor número de clics y un mayor uso del scroll, así como páginas de información que se actualizan automáticamente.

Los teléfonos Kin de Microsoft, de bajo precio, que fueron cancelados después de un lanzamiento fallido este verano, poseían similares pantallas de inicio dinámicas diseñadas para jóvenes adictos a las redes sociales. WP7 extiende este enfoque a sus pantallas panorámicas de información, que se actualizan con los datos más frescos de los que se disponga. Además las aplicaciones de los teléfonos pueden acceder a redes de datos de nuevas maneras: un juego llamado Proyecto Sunburst utiliza la información de Bing Maps para permitir a los jugadores defender sus propias calles y edificios en la vida real contra atacantes animados.

Los nuevos teléfonos de Windows tienen una tienda de aplicaciones donde, además de juegos, los usuarios pueden descargar una aplicación de Netflix que les permite alquilar y ver películas. Microsoft favorece su propia tecnología Silverlight para video y animación, pero también, según Microsoft, finalmente dará soporte a Flash, el ampliamente utilizado software de Adobe, que Apple se niega firmemente a apoyar. Eso significaría que los usuarios de WP7 podrían ver vídeos en Internet y jugar a juegos en línea que no podrían jugarse en un iPhone.

Algunas primeras críticas de Windows Phone 7 han sido positivas. No obstante es difícil predecir si incluso un producto bien hecho puede hacer que Microsoft alcance a Apple y a Google en el mercado móvil. El año pasado, los teléfonos Palm Pre no lograron alcanzar sus objetivos, a pesar de su avanzado sistema operativo y sus atractivas pantallas. Y el fracaso total de la línea Kin seguramente dejó perplejos a los responsables de marketing responsables de ella, que habían investigado en gran medida los deseos de los compradores más jóvenes. Watson desde Microsoft afirma que el obstáculo más grande que los teléfonos de Windows 7 tendrán que superar es el "problema del medio metro de distancia"—la distancia entre el teléfono colocado el expositor de la tienda y los clientes a la búsqueda de un teléfono.