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Biotecnología

Un análisis más exhaustivo de la dosificación de fármacos para la tuberculosis

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La dosificación inexacta podría ser una de las culpables de la evolución de cepas resistentes a los medicamentos.

  • por Emily Singer | traducido por Francisco Reyes (Opinno)
  • 08 Febrero, 2011

A pesar de que los antibióticos han estado disponibles durante más de 50 años, la tuberculosis sigue siendo una importante causa de muerte: En 2009, 1,7 millones de personas, mayormente en los países pobres, murieron a causa de la enfermedad, según un informe reciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Tawanda Gumbo, médico e investigador de la Escuela Médica de la Universidad de Texas Southwestern, tiene como objetivo cambiar esta situación gracias a una mejor adaptación de los cursos de antibióticos para los pacientes individuales.

Gumbo ha pasado los últimos 10 años estudiando los efectos de los medicamentos contra la tuberculosis común en tubos de ensayo y en animales, en un intento por encontrar la dosis más eficaz. También ha empleado simulaciones matemáticas—una técnica tomada prestada de la ingeniería—para averiguar cómo diferentes variables, tales como el peso, el sexo y las variaciones genéticas tanto en el microbio como en el paciente, cambian la dosis óptima. "Si le das la misma dosis a 100 niños, se obtienen 100 imágenes diferentes", afirma Gumbo. "Teniendo en cuenta toda esta variabilidad, ¿cómo deberíamos dosificar a los distintos niños?"

Gumbo ya está listo para poner a prueba sus teorías con el lanzamiento de un ensayo clínico entre niños infectados de tuberculosis en Sudáfrica. Se espera que la adaptación de las dosis a cada individuo pueda ayudar a acortar los regímenes de tratamiento, que suelen durar seis meses, y retrasar el desarrollo de cepas resistentes a los fármacos contra la bacteria. La aparición de casos resistentes a múltiples fármacos—una forma de la enfermedad que es difícil y costosa de tratar porque no responde a los medicamentos de primera línea—está en su nivel más alto, según la OMS.

En el ensayo clínico, Gumbo y sus colaboradores examinarán la variabilidad genética del microbio que infecta a un paciente en particular mediante la evaluación de su genoma, así como del grado de susceptibilidad frente al fármaco en particular. Los pacientes recibirán pruebas de genotipo para determinar si poseen mutaciones específicas que influyan a la hora de metabolizar fármacos específicos.

Las agencias de salud pública en gran parte culpan del desarrollo de la resistencia a los medicamentos contra la tuberculosis al hecho de que los pacientes no terminan sus regímenes de antibióticos.  Sin embargo Gumbo cree que la infradosificación crónica también podría ser un factor importante. "Incluso en lugares con buenos programas de tratamiento, donde administran y supervisan los medicamentos [de acuerdo con las directrices], siguen dándose altas tasas de fracaso", afirmó Gumbo. "Si hacen todo lo que se supone que deben hacer, ¿por qué existe aún resistencia a los medicamentos?"

Según su investigación, "las dosis necesarias han sido casi siempre muy superiores a las que hemos estado suministrando en realidad", asegura Gumbo. "Y sabemos, a partir de lo que hemos hecho en el laboratorio, que si a alcanzamos estas concentraciones mayores, es probable que podamos hacer tratamientos por períodos más cortos de tiempo".

La idea sigue siendo algo polémica, aunque "poco a poco va ganando adeptos en la comunidad de la tuberculosis, que está de acuerdo con la importancia de la selección de la dosis correcta", afirma Paul Ambrose, director del Instituto para la Farmacodinámica clínica en el Instituto Ordway de Investigación, así como antiguo colaborador de Gumbo.

Ambrose señala que el mismo tipo de estudios se han llevado a cabo para otros fármacos, aunque no para los que se utilizan para tratar la tuberculosis, probablemente porque son muy antiguos. No han surgido nuevos tratamientos para la TB desde la década de los 70, aunque están probándose algunos nuevos compuestos.

En el pasado, este tipo de seguimiento individualizado de medicamentos para la tuberculosis se ha hecho "sólo en pacientes que no responden a la terapia, y se ha limitado en gran medida a lugares ricos en recursos como los EE.UU. y Europa", explica Eric Nuermberger, médico en Johns Hopkins. Nuermberger no está involucrado en el estudio.

Aunque la farmacogenómica—dirigir dosis de medicamentos y una selección de medicamentos a la composición genética de un individuo—es sólo una parte de la estrategia de Gumbo, los expertos afirman que probablemente resulte ser un aspecto importante del tratamiento de la tuberculosis. "Sabemos que para la isoniazida, [un fármaco común contra la tuberculosis], la población mundial en su conjunto se divide en tres fenotipos diferentes: los que metabolizan el fármaco con rapidez, los que lo metabolizan lentamente y los metabolizadores intermedios", afirma Nuermberger. Una dosis que sea apropiada para un metabolizador lento puede ser demasiado baja para un metabolizador rápido; del mismo modo, una mayor dosis apropiada para un metabolizador rápido puede aumentar los efectos secundarios de un metabolizador lento.

"La otra piedra angular dentro de los medicamentos de primera línea para la tuberculosis, la rifampicina, ha sido conocida por poseer exposiciones muy variables", añade Nuermberger. "Si nos fijamos en 100 personas que la tomen, podemos encontrar una diferencia en la exposición de hasta diez veces" en la concentración y la longitud de tiempo que el medicamento debe estar en el torrente sanguíneo de una persona antes de ser metabolizado, afirma. "Ahora estamos empezando a entender que hay diferencias genéticas que determinan la exposición al fármaco. Y tenemos la esperanza de poder desarrollar pruebas genéticas para su uso en el campo".

Aunque podría ser difícil imaginar la aplicación de las pruebas genéticas en un país pobre con un sistema médico ya de por sí problemático, Nuermberger no lo descarta. "Seguiremos desarrollando pruebas más baratas y más fáciles que puedan aplicarse en el punto de atención", afirma. "Pensábamos que sería difícil aplicar las pruebas de resistencia a los medicamentos, y sin embargo están siendo utilizadas en laboratorios de referencia. Además, un nuevo dispositivo está cerca de poder empezar a utilizarse en el punto de atención".

Biotecnología

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